WASHINGTON.— La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) pidió al gobierno de México investigar el asesinato del periodista mexicano José Luis Romero, ocurrido en semanas pasadas.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH dijo que se trata del “segundo periodista asesinado en México en lo que va de 2010”, por lo que llamó “a fortalecer de forma urgente los cuerpos de investigación abocados a esta clase de crímenes”.
De acuerdo con reportes de la prensa mexicana, Romero, quien laboraba en el noticiero radiofónico Línea Directa, en Sinaloa, fue secuestrado el 30 de diciembre de 2009, y su cadáver fue encontrado el 16 de enero de este año dentro de una bolsa negra.
La necropsia que le practicaron reveló que la muerte habría ocurrido 15 días antes o más, y la principal línea de investigación apunta a una ejecución por parte de los cárteles de la droga.
Autoridades locales informaron que el cadáver pudo haber sido sepultado en otro sitio, pues tenía lodo; la bolsa estaba limpia por fuera, pero con material fangoso por dentro, lo que hace suponer que habría sido enterrado en otro lugar y luego sacado para facilitar su localización.
La CIDH instó “al Estado mexicano a crear, sin demoras, mecanismos especiales de protección para que respondan adecuada, efectiva y oportunamente a la gravísima situación de riesgo que viven los periodistas en ese país, particularmente en la zona de la frontera norte”.
Comunicadores, en riesgo
Tras afirmar que el año pasado fueron asesinados 10 comunicadores en el país, la relatoría de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos pidió a México medidas de protección para los profesionales, pues “viven en peligro constante”.
La CIDH afirmó que “el asesinato, secuestro, intimidación y amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión”. (Agencias)
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH dijo que se trata del “segundo periodista asesinado en México en lo que va de 2010”, por lo que llamó “a fortalecer de forma urgente los cuerpos de investigación abocados a esta clase de crímenes”.
De acuerdo con reportes de la prensa mexicana, Romero, quien laboraba en el noticiero radiofónico Línea Directa, en Sinaloa, fue secuestrado el 30 de diciembre de 2009, y su cadáver fue encontrado el 16 de enero de este año dentro de una bolsa negra.
La necropsia que le practicaron reveló que la muerte habría ocurrido 15 días antes o más, y la principal línea de investigación apunta a una ejecución por parte de los cárteles de la droga.
Autoridades locales informaron que el cadáver pudo haber sido sepultado en otro sitio, pues tenía lodo; la bolsa estaba limpia por fuera, pero con material fangoso por dentro, lo que hace suponer que habría sido enterrado en otro lugar y luego sacado para facilitar su localización.
La CIDH instó “al Estado mexicano a crear, sin demoras, mecanismos especiales de protección para que respondan adecuada, efectiva y oportunamente a la gravísima situación de riesgo que viven los periodistas en ese país, particularmente en la zona de la frontera norte”.
Comunicadores, en riesgo
Tras afirmar que el año pasado fueron asesinados 10 comunicadores en el país, la relatoría de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos pidió a México medidas de protección para los profesionales, pues “viven en peligro constante”.
La CIDH afirmó que “el asesinato, secuestro, intimidación y amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión”. (Agencias)
El Universal, 24 de enero.
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