Al comenzar la revisión de la reforma política, el Partido Revolucionario Institucional adelantó que no aceptará candidaturas independientes que abran espacio a los poderes fácticos o a la derecha, y censuró los “tufos de autoritarismo” en iniciativas que pretenden debilitar al Congreso, al advertir que no permitirán que se dañe al Legislativo.
En tanto, Acción Nacional demandó no condicionar la discusión de la reforma por cálculos políticos, ni que la agenda electoral obstaculice los acuerdos, al subrayar el dirigente César Nava y el coordinador senatorial, Gustavo Madero, que además de la iniciativa presidencial están abiertos a discutir otros temas como la reforma capitalina y la rendición de cuentas en los gobiernos estatales.
El Partido de la Revolución Democrática, en voz de Jesús Ortega presentó su propuesta y propuso un pacto nacional para lograr cambios en el sistema político, porque ya no sólo se enfrentan resabios del viejo presidencialismo, sino que ahora hay un problema peor que son los cacicazgos en los estados.
Al foro convocado por el Senado acudieron ayer los dirigentes nacionales de PRI, PAN y PRD, mientras que la llamada chiquillada envió representantes.
En su turno, la priista Paredes Rangel definió la postura de la dirigencia sobre algunos temas y, aunque dijo que estará sujeta a consensos al interior del PRI, anticipó que no estarán de acuerdo en establecer la cédula de identidad, en modificar la laicidad del Estado, en las candidaturas independientes, en el debilitamiento de las entidades y municipios ni del Congreso, así como tampoco apoyarán un presidencialismo fuerte, al estilo de los años 20.
Dijo que la influencia acrecentada de los poderes fácticos debe llevar a ser prudentes con decisiones que en apariencia son de avanzada, pero que en la realidad nacional actual pudieran ser contraproducentes.
“El debate sobre las candidaturas independientes se tiene que dar no desde el ideal democrático de una sociedad civil ampliamente participativa y con alta densidad ciudadana, sino desde el hecho inusitado del hiperactivismo de los grupos de ultraderecha, que quizá crean que la confusión que impera en algunos temas los llevará a tomar el poder político. Desde el PRI les decimos: no pasarán.”
También recordó que los Estados modernos son laicos y no puede haber distorsión entre el fortalecimiento de las instituciones y garantizar que las iglesias ejerzan su función.
Advirtió que ante la magna crisis económica y de inseguridad, se pretende crear un clima de tentaciones autoritarias y el tufo autoritario se deja sentir en iniciativas con las que se quiere debilitar al legislativo, pero “debilitarlo no es la fórmula correcta”, por lo que planteó trabajar mejor en una ley de partidos que regule con precisión la naturaleza de sus alianzas.
La lideresa nacional priista agregó que es indispensable reformar el Poder Legislativo para modernizarlo pero sin debilitarlo, con el fin de instituir “un régimen semipresidencialista para construir acuerdos de gobernabilidad estables y propiciar la formación de mayorías sin reducir espacios a las minorías representativas.”
El blanquiazul, sin miedo
En su turno, el panista César Nava afirmó que defenderán el decálogo propuesto por el presidente Felipe Calderón, y pidió no tener miedo de abrirle las puertas a los ciudadanos.
“Estamos convencidos y dispuestos a profundizar en la reforma política desde la acción responsable. No dejemos que la agenda electoral obstaculice, o peor aún, condicione la reforma política y los cambios que el país necesita”, precisó.
En ese mismo sentido, el cooridnador panista Gustavo Madero exigió hacer a un lado el cálculo político y electoral para poder concretar acuerdos.
“Al final si no somos capaces de alcanzar acuerdos será sólo porque no hubo voluntad política y antepusieron el cálculo político. No debemos caer en la tentación de condicionar los acuerdos”, planteó.
A nombre del PRD, el dirigente Jesús Ortega convocó a construir un pacto nacional para reformar el sistema político, porque “el país transita del penoso autoritarismo del viejo régimen presidencial a un problema peor, con los jefes políticos estatales”.
Adelantó que el PRD irá a la discusión no para resolverle al Presidente de la República cómo obtener una mayoría en el Congreso, sino para alcanzar un equilibrio de poderes con un Legislativo fuerte y un Poder Judicial que preserve los valores de la Constitución.
En tanto, Acción Nacional demandó no condicionar la discusión de la reforma por cálculos políticos, ni que la agenda electoral obstaculice los acuerdos, al subrayar el dirigente César Nava y el coordinador senatorial, Gustavo Madero, que además de la iniciativa presidencial están abiertos a discutir otros temas como la reforma capitalina y la rendición de cuentas en los gobiernos estatales.
El Partido de la Revolución Democrática, en voz de Jesús Ortega presentó su propuesta y propuso un pacto nacional para lograr cambios en el sistema político, porque ya no sólo se enfrentan resabios del viejo presidencialismo, sino que ahora hay un problema peor que son los cacicazgos en los estados.
Al foro convocado por el Senado acudieron ayer los dirigentes nacionales de PRI, PAN y PRD, mientras que la llamada chiquillada envió representantes.
En su turno, la priista Paredes Rangel definió la postura de la dirigencia sobre algunos temas y, aunque dijo que estará sujeta a consensos al interior del PRI, anticipó que no estarán de acuerdo en establecer la cédula de identidad, en modificar la laicidad del Estado, en las candidaturas independientes, en el debilitamiento de las entidades y municipios ni del Congreso, así como tampoco apoyarán un presidencialismo fuerte, al estilo de los años 20.
Dijo que la influencia acrecentada de los poderes fácticos debe llevar a ser prudentes con decisiones que en apariencia son de avanzada, pero que en la realidad nacional actual pudieran ser contraproducentes.
“El debate sobre las candidaturas independientes se tiene que dar no desde el ideal democrático de una sociedad civil ampliamente participativa y con alta densidad ciudadana, sino desde el hecho inusitado del hiperactivismo de los grupos de ultraderecha, que quizá crean que la confusión que impera en algunos temas los llevará a tomar el poder político. Desde el PRI les decimos: no pasarán.”
También recordó que los Estados modernos son laicos y no puede haber distorsión entre el fortalecimiento de las instituciones y garantizar que las iglesias ejerzan su función.
Advirtió que ante la magna crisis económica y de inseguridad, se pretende crear un clima de tentaciones autoritarias y el tufo autoritario se deja sentir en iniciativas con las que se quiere debilitar al legislativo, pero “debilitarlo no es la fórmula correcta”, por lo que planteó trabajar mejor en una ley de partidos que regule con precisión la naturaleza de sus alianzas.
La lideresa nacional priista agregó que es indispensable reformar el Poder Legislativo para modernizarlo pero sin debilitarlo, con el fin de instituir “un régimen semipresidencialista para construir acuerdos de gobernabilidad estables y propiciar la formación de mayorías sin reducir espacios a las minorías representativas.”
El blanquiazul, sin miedo
En su turno, el panista César Nava afirmó que defenderán el decálogo propuesto por el presidente Felipe Calderón, y pidió no tener miedo de abrirle las puertas a los ciudadanos.
“Estamos convencidos y dispuestos a profundizar en la reforma política desde la acción responsable. No dejemos que la agenda electoral obstaculice, o peor aún, condicione la reforma política y los cambios que el país necesita”, precisó.
En ese mismo sentido, el cooridnador panista Gustavo Madero exigió hacer a un lado el cálculo político y electoral para poder concretar acuerdos.
“Al final si no somos capaces de alcanzar acuerdos será sólo porque no hubo voluntad política y antepusieron el cálculo político. No debemos caer en la tentación de condicionar los acuerdos”, planteó.
A nombre del PRD, el dirigente Jesús Ortega convocó a construir un pacto nacional para reformar el sistema político, porque “el país transita del penoso autoritarismo del viejo régimen presidencial a un problema peor, con los jefes políticos estatales”.
Adelantó que el PRD irá a la discusión no para resolverle al Presidente de la República cómo obtener una mayoría en el Congreso, sino para alcanzar un equilibrio de poderes con un Legislativo fuerte y un Poder Judicial que preserve los valores de la Constitución.
Angèlica Mercado, Milenio, 26 de enero.
0 Responses to "El PRI, contra las candidaturas independientes"
Publicar un comentario