Los cárteles mexicanos y las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC), a través del extinto líder guerrillero Raúl Reyes, establecieron un pacto para el suministro directo, sin intermediarios, de cocaína, el cual les ha permitido duplicar sus ganancias.
La agencia Bloomberg News dio cuenta del acuerdo entre Reyes y los representantes de cárteles mexicanos por una carta a la que tuvo acceso.
En su despacho informativo cita que funcionarios colombianos han alertado que esa alianza amenaza la seguridad de ambas naciones porque ahora las ganancias de las FARC son demasiado altas como para rechazarlas.
La carta obtenida por Bloomberg News fue escrita por Reyes, está fechada el 4 de agosto de 2007 y fue encontrada en la computadora del dirigente tras ser asesinado por fuerzas militares de Colombia.
En la misiva de una página, Reyes reportó que el emisario colombiano de un cártel mexicano, identificado como "Camilo", había llegado a una reunión en su campamento.
El plan de Reyes y los mexicanos, precisa la agencia, buscaba cambiar la práctica del grupo guerrillero en la venta de cocaína a través de las llamadas "pandillas" que fungían como intermediarios.
En lugar de eso, las FARC venderían las drogas directamente al cártel mexicano, financiando así los tratos y asumiendo los riesgos de embarque a cambio de una oportunidad de duplicar sus ganancias.
Reyes describió a "Camilo" como un socio del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido como "Chupeta", quien fue extraditado por Brasil a Estados Unidos en 2008, acusado de introducir a Estados Unidos 10 mil millones de dólares en cocaína.
Otros dos miembros de alto nivel de las FARC también asistieron a la reunión: Edgar Tovar, comandante del Frente 48 de los rebeldes, y Oliver Solarte, considerado por la inteligencia colombiana como el líder de los narcotraficantes de los rebeldes.
Bloomberg News reproduce el contenido del informe que Reyes escribió a sus superiores sobre ese encuentro y la propuesta que les hizo para cerrar un trato inicial con cinco toneladas de cocaína.
"Les están ofreciendo a las FARC que lleven el producto a México y Europa", escribió en la carta dirigida a otros tres comandantes de las FARC.
"Cada kilo enviado a México "cuesta 3 mil 500 dólares y se vende en 9 mil dólares. Esa es una utilidad de 5 mil 500 dólares.
"Para Europa, enviar el producto ahí y traer el dinero, costará 15 mil dólares y se vende en 30 mil dólares. La ganancia será de 15 mil dólares".
Reyes planteó que las FARC "invirtieran" 250 millones de pesos colombianos (125 mil dólares) en el envío de 100 kilos de cocaína como una prueba, para que fueran vendidos a los mexicanos por una ganancia de 350 mil dólares "si todo sale bien".
Las FARC reinvertirían la mitad de las ganancias y enviarían otros 140 kilos, según la carta. La reinversión de la mitad de las ganancias en nuevos embarques continuaría mientras fuera "autorizada" por el liderazgo de las FARC.
William Hutchinson, jefe de la DEA de 2001 a 2003, dijo en entrevista telefónica con la agencia noticiosa que obtener directamente la cocaína de las FARC también incrementó el poder de uno o más cárteles mexicanos, como los de Tijuana, Sinaloa, Juárez y el del Golfo.
Hutchinson describió el trato como una ventaja considerando que los grupos mexicanos enfrentan una creciente presión por la ofensiva del Presidente Felipe Calderón, que ha puesto a decenas de miles de tropas en las calles.
"Eso puede terminar con una mayor competencia y violencia entre los cárteles" al tiempo que luchan por el control del lucrativo mercado de México en Estados Unidos, dijo Hutchinson, según el reporte informativo.
"Los mexicanos habrían podido cortar la cocaína y ganar mucho más dinero", agregó.
Además, cinco toneladas representan el 2 o 3 por ciento de la cocaína introducida a Estados Unidos cada año, estimó.
Salvan el plan
El papel de Reyes en el plan terminó con su muerte el 1 de marzo del 2008.
Pero según el despacho noticioso, Tovar y Solarte continuaron con la ejecución del plan de trato directo con los mexicanos.
El despacho informativo indica que Solarte, conocido como "El Gordo", maneja docenas de laboratorios de producción de cocaína y su éxito con la venta de drogas en el extranjero hace que sea comparado con el fallecido Pablo Escobar.
"Las FARC se están movilizando para obtener una mayor tajada de la acción con México, pero podrían acabar igual que los cárteles colombianos tradicionales", dijo Michael Brown, quien dimitió en 2008 como jefe de operaciones de la DEA, en una entrevista el mes pasado.
"Pero se darán cuenta por las malas que eso es demasiado arriesgado. Los mexicanos simplemente tendrán demasiada deuda", agregó.
Unos 17 mil 200 millones de dólares en drogas ilegales fluye na Estados Unidos vía México todos los años, de acuerdo al Departamento de Justicia de EU.
La agencia Bloomberg News dio cuenta del acuerdo entre Reyes y los representantes de cárteles mexicanos por una carta a la que tuvo acceso.
En su despacho informativo cita que funcionarios colombianos han alertado que esa alianza amenaza la seguridad de ambas naciones porque ahora las ganancias de las FARC son demasiado altas como para rechazarlas.
La carta obtenida por Bloomberg News fue escrita por Reyes, está fechada el 4 de agosto de 2007 y fue encontrada en la computadora del dirigente tras ser asesinado por fuerzas militares de Colombia.
En la misiva de una página, Reyes reportó que el emisario colombiano de un cártel mexicano, identificado como "Camilo", había llegado a una reunión en su campamento.
El plan de Reyes y los mexicanos, precisa la agencia, buscaba cambiar la práctica del grupo guerrillero en la venta de cocaína a través de las llamadas "pandillas" que fungían como intermediarios.
En lugar de eso, las FARC venderían las drogas directamente al cártel mexicano, financiando así los tratos y asumiendo los riesgos de embarque a cambio de una oportunidad de duplicar sus ganancias.
Reyes describió a "Camilo" como un socio del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido como "Chupeta", quien fue extraditado por Brasil a Estados Unidos en 2008, acusado de introducir a Estados Unidos 10 mil millones de dólares en cocaína.
Otros dos miembros de alto nivel de las FARC también asistieron a la reunión: Edgar Tovar, comandante del Frente 48 de los rebeldes, y Oliver Solarte, considerado por la inteligencia colombiana como el líder de los narcotraficantes de los rebeldes.
Bloomberg News reproduce el contenido del informe que Reyes escribió a sus superiores sobre ese encuentro y la propuesta que les hizo para cerrar un trato inicial con cinco toneladas de cocaína.
"Les están ofreciendo a las FARC que lleven el producto a México y Europa", escribió en la carta dirigida a otros tres comandantes de las FARC.
"Cada kilo enviado a México "cuesta 3 mil 500 dólares y se vende en 9 mil dólares. Esa es una utilidad de 5 mil 500 dólares.
"Para Europa, enviar el producto ahí y traer el dinero, costará 15 mil dólares y se vende en 30 mil dólares. La ganancia será de 15 mil dólares".
Reyes planteó que las FARC "invirtieran" 250 millones de pesos colombianos (125 mil dólares) en el envío de 100 kilos de cocaína como una prueba, para que fueran vendidos a los mexicanos por una ganancia de 350 mil dólares "si todo sale bien".
Las FARC reinvertirían la mitad de las ganancias y enviarían otros 140 kilos, según la carta. La reinversión de la mitad de las ganancias en nuevos embarques continuaría mientras fuera "autorizada" por el liderazgo de las FARC.
William Hutchinson, jefe de la DEA de 2001 a 2003, dijo en entrevista telefónica con la agencia noticiosa que obtener directamente la cocaína de las FARC también incrementó el poder de uno o más cárteles mexicanos, como los de Tijuana, Sinaloa, Juárez y el del Golfo.
Hutchinson describió el trato como una ventaja considerando que los grupos mexicanos enfrentan una creciente presión por la ofensiva del Presidente Felipe Calderón, que ha puesto a decenas de miles de tropas en las calles.
"Eso puede terminar con una mayor competencia y violencia entre los cárteles" al tiempo que luchan por el control del lucrativo mercado de México en Estados Unidos, dijo Hutchinson, según el reporte informativo.
"Los mexicanos habrían podido cortar la cocaína y ganar mucho más dinero", agregó.
Además, cinco toneladas representan el 2 o 3 por ciento de la cocaína introducida a Estados Unidos cada año, estimó.
Salvan el plan
El papel de Reyes en el plan terminó con su muerte el 1 de marzo del 2008.
Pero según el despacho noticioso, Tovar y Solarte continuaron con la ejecución del plan de trato directo con los mexicanos.
El despacho informativo indica que Solarte, conocido como "El Gordo", maneja docenas de laboratorios de producción de cocaína y su éxito con la venta de drogas en el extranjero hace que sea comparado con el fallecido Pablo Escobar.
"Las FARC se están movilizando para obtener una mayor tajada de la acción con México, pero podrían acabar igual que los cárteles colombianos tradicionales", dijo Michael Brown, quien dimitió en 2008 como jefe de operaciones de la DEA, en una entrevista el mes pasado.
"Pero se darán cuenta por las malas que eso es demasiado arriesgado. Los mexicanos simplemente tendrán demasiada deuda", agregó.
Unos 17 mil 200 millones de dólares en drogas ilegales fluye na Estados Unidos vía México todos los años, de acuerdo al Departamento de Justicia de EU.
Reforma, 21 de enero.
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