BOGOTÁ.- El Ejército colombiano reportó ayer la muerte de tres importantes jefes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el bombardeo del viernes que dejó 22 guerrilleros abatidos.
El comandante de la Fuerza Omega, General Javier Florez, confirmó que en la operación murieron los jefes rebeldes conocidos con los alias de "El Pitufo", "El Abuelo" y "El negro Alberto".
Según el militar, los tres cabecillas muertos estaban acusados de realizar varios ataques contra unidades del Ejército y contra poblaciones del sur de Colombia.
"Estos terroristas eran responsables de varios ataques contra nuestras tropas y contra la población civil ya que dirigían el bloque Oriental de las FARC que comanda 'El Mono Jojoy', número dos de esa organización", dijo el General Florez a Radio Caracol.
"El bombardeo se logró concretar luego de una operación de inteligencia de cuatro meses. Fue así como logramos ubicar exactamente el campamento terrorista", agregó el militar colombiano.
Aviones de la Fuerza Aérea bombardearon el pasado viernes uno de los refugios de las FARC en la localidad de Vista Hermosa, en el departamento oriental del Meta.
El Ministerio de Defensa reportó inicialmente 18 bajas en el lugar del ataque, pero ayer las tropas hallaron en la zona de las operaciones los cuerpos sin vida de otros cuatro rebeldes, entre ellos los de los tres comandantes.
El General Florez agregó que en la zona se desarrollan intensos combates con el grupo de guerrilleros que logró huir del bombardeo y que los enfrentamientos dejaron la incautación de 34 fusiles y numerosa munición.
Las operaciones militares se realizan en cumplimiento a la orden del Presidente Álvaro Uribe de ubicar a los responsables de la muerte del Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, y rescatar a los rehenes que están en poder de la guerrilla.
Cuéllar fue retenido el 22 de diciembre pasado en su casa de la sureña ciudad de Florencia por un comando rebelde, y su cuerpo fue hallado degollado cerca del sitio donde ocurrió el plagio.
El grupo rebelde retiene a 24 uniformados, algunos de ellos con 12 años en cautiverio, para presionar su canje por unos 500 de sus hombres que están recluidos en prisiones de Colombia y Estados Unidos.
El comandante de la Fuerza Omega, General Javier Florez, confirmó que en la operación murieron los jefes rebeldes conocidos con los alias de "El Pitufo", "El Abuelo" y "El negro Alberto".
Según el militar, los tres cabecillas muertos estaban acusados de realizar varios ataques contra unidades del Ejército y contra poblaciones del sur de Colombia.
"Estos terroristas eran responsables de varios ataques contra nuestras tropas y contra la población civil ya que dirigían el bloque Oriental de las FARC que comanda 'El Mono Jojoy', número dos de esa organización", dijo el General Florez a Radio Caracol.
"El bombardeo se logró concretar luego de una operación de inteligencia de cuatro meses. Fue así como logramos ubicar exactamente el campamento terrorista", agregó el militar colombiano.
Aviones de la Fuerza Aérea bombardearon el pasado viernes uno de los refugios de las FARC en la localidad de Vista Hermosa, en el departamento oriental del Meta.
El Ministerio de Defensa reportó inicialmente 18 bajas en el lugar del ataque, pero ayer las tropas hallaron en la zona de las operaciones los cuerpos sin vida de otros cuatro rebeldes, entre ellos los de los tres comandantes.
El General Florez agregó que en la zona se desarrollan intensos combates con el grupo de guerrilleros que logró huir del bombardeo y que los enfrentamientos dejaron la incautación de 34 fusiles y numerosa munición.
Las operaciones militares se realizan en cumplimiento a la orden del Presidente Álvaro Uribe de ubicar a los responsables de la muerte del Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, y rescatar a los rehenes que están en poder de la guerrilla.
Cuéllar fue retenido el 22 de diciembre pasado en su casa de la sureña ciudad de Florencia por un comando rebelde, y su cuerpo fue hallado degollado cerca del sitio donde ocurrió el plagio.
El grupo rebelde retiene a 24 uniformados, algunos de ellos con 12 años en cautiverio, para presionar su canje por unos 500 de sus hombres que están recluidos en prisiones de Colombia y Estados Unidos.
Reforma, 3 de enero.
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