Tanto el ex presidente de Cuba Fidel Castro, como el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, acusaron a los que asistieron al Foro de Libertad y Democracia de ser “la flor y nata del pensamiento oligárquico y contrarrevolucionario” y de transformarse en “una reunión de café”.
Por su parte, en una entrevista con el diario argentino Perfil, Vargas Llosa, volvió a calificar al gobierno de Chávez junto con el de Cuba como representantes de “una izquierda reaccionaria, troglodita, que aún cree en el comunismo y en el estatismo”.
En esa calificación el autor de Conversación en la Catedral colocó también “al presidente boliviano Evo Morales y el mandatario ecuatoriano Rafael Correa”, al tiempo que opinó que la política argentina “es indescifrable”.
Mientras el cónclave, que además de Vargas Llosa y de su hijo Álvaro, reunió al historiador y al ex canciller mexicano, Enrique Krauze y Jorge Castañeda, entre otros intelectuales de toda América Latina, Chávez, suspendió ayer la transmisión especial por el décimo aniversario de su programa de radio y televisión Aló Presidente, que inició el jueves pasado y culminará hoy.
Este domingo se espera la llegada del presidente Evo Morales para conmemorar juntos el aniversario del programa, desde donde ayer sólo hubo silencio a la hora de referirse al frustrado debate, abortado en la noche del viernes cuando Chávez dijo que el debate de Vargas Llosa sólo tendría lugar con intelectuales afines al chavismo.
En su habitual columna publicada en el Granma, Fidel Castro elogió a Chávez porque “es un educador implacable que va desmontando las mentiras del capitalismo una a una”.
“La flor y nata del pensamiento oligárquico y contrarrevolucionario se reúne en Caracas para declarar por todos los medios que en Venezuela no hay libertad de prensa”, sintetizó Castro de 82 años, quien calificó a los intelectuales que participan del foro organizado por Centro de Divulgación de Conocimiento Económico (CEDICE), de “lumbreras de la oligarquía internacional”.
Por su parte, en una conferencia de prensa que tuvo lugar en La Paz, García Linera eligió la figura de “una reunión de café” para denostar al foro en donde, dijo, “se intenta agrupar a una generación fracasada y nostálgica de la derecha”. “Tengo compasión intelectual por sus participantes, todos ultraconservadores que se aferran al libre mercado que sólo existe en sus cabezas”, puntualizó.
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