La peor tragedia es que muchas bandas de criminales no sólo no sean combatidas, sino que estén integradas por policías y encargados de impartir justicia a los ciudadanos, por ello el gobierno federal está decidido a desarticular las redes de corrupción, complicidad y cobertura a la delincuencia a pesar de que se generen resistencias e implique costos, afirmó el presidente Felipe Calderón.
Al calificar por primera vez de terroristas los actos del crimen organizado contra la sociedad, el Presidente habló de un círculo vicioso generado por la delincuencia que actúa sobre la base de la parálisis gubernamental.
“Es grave que el terror persista y es grave que se apodere de la gente. Pero más grave es que el terror se apodere de los gobernantes y entonces los paralice y haga que el que tiene la capacidad, la fuerza y el derecho para enfrentar al crimen, simplemente haga la mirada hacia un lado y deje a la pobre gente a su suerte. El dominio de la criminalidad se vuelve entonces inevitable”, advirtió.
Al clausurar el quinto Congreso Internacional Sobre Víctimas del Terrorismo organizado en Medellín, el presidente Calderón dijo que ante la parálisis de las autoridades se socava la paz y se generan ambientes donde la extorsión, el tráfico de personas y el secuestro se vuelven reglas de la vida cotidiana.
Y dijo que su estrategia de depuración de la policía es vital para desarticular las redes de corrupción tanto a escala federal como en los gobiernos locales.
“Sé que atentar contra las instituciones de cobertura, contra las estructuras de cobertura y complicidad del crimen tiene costos y genera resistencias, pero los mexicanos lo exigen y nosotros estamos absolutamente determinados a romper las estructuras de complicidad dentro de los aparatos gubernamentales de nuestro país”.
A tres días de la detención de autoridades del gobierno de Michoacán, el presidente Calderón habló de la responsabilidad y la acción decidida de los gobernantes para hacerle frente al terror generado por la delincuencia. De ahí, dijo, la importancia de la determinación, valentía y el valor de quienes están investidos de autoridad concedida por el propio pueblo.
“El círculo vicioso tiene que romperse. La delincuencia genera terror, el terror paraliza a los ciudadanos y paraliza a los gobernantes y la parálisis o el miedo de los gobiernos genera impunidad y a la vez la impunidad alimenta otra vez y cada vez más fuerte a la criminalidad”.
Ahí, el Presidente expresó su compromiso de “ser fuerte contra los crueles para no terminar siendo crueles contra los débiles”, parafraseando al manifiesto que se emitió en el Congreso de Medellín.
Advirtió que no podemos permitir que el terror, que infunde el crimen, se apodere de los gobiernos que deben defender a los pueblos: “No podemos permitir que por miedo, o por razones políticas o por ninguna razón cese, disminuya o se detenga la actividad del gobernante para combatir a los criminales”.
Al calificar por primera vez de terroristas los actos del crimen organizado contra la sociedad, el Presidente habló de un círculo vicioso generado por la delincuencia que actúa sobre la base de la parálisis gubernamental.
“Es grave que el terror persista y es grave que se apodere de la gente. Pero más grave es que el terror se apodere de los gobernantes y entonces los paralice y haga que el que tiene la capacidad, la fuerza y el derecho para enfrentar al crimen, simplemente haga la mirada hacia un lado y deje a la pobre gente a su suerte. El dominio de la criminalidad se vuelve entonces inevitable”, advirtió.
Al clausurar el quinto Congreso Internacional Sobre Víctimas del Terrorismo organizado en Medellín, el presidente Calderón dijo que ante la parálisis de las autoridades se socava la paz y se generan ambientes donde la extorsión, el tráfico de personas y el secuestro se vuelven reglas de la vida cotidiana.
Y dijo que su estrategia de depuración de la policía es vital para desarticular las redes de corrupción tanto a escala federal como en los gobiernos locales.
“Sé que atentar contra las instituciones de cobertura, contra las estructuras de cobertura y complicidad del crimen tiene costos y genera resistencias, pero los mexicanos lo exigen y nosotros estamos absolutamente determinados a romper las estructuras de complicidad dentro de los aparatos gubernamentales de nuestro país”.
A tres días de la detención de autoridades del gobierno de Michoacán, el presidente Calderón habló de la responsabilidad y la acción decidida de los gobernantes para hacerle frente al terror generado por la delincuencia. De ahí, dijo, la importancia de la determinación, valentía y el valor de quienes están investidos de autoridad concedida por el propio pueblo.
“El círculo vicioso tiene que romperse. La delincuencia genera terror, el terror paraliza a los ciudadanos y paraliza a los gobernantes y la parálisis o el miedo de los gobiernos genera impunidad y a la vez la impunidad alimenta otra vez y cada vez más fuerte a la criminalidad”.
Ahí, el Presidente expresó su compromiso de “ser fuerte contra los crueles para no terminar siendo crueles contra los débiles”, parafraseando al manifiesto que se emitió en el Congreso de Medellín.
Advirtió que no podemos permitir que el terror, que infunde el crimen, se apodere de los gobiernos que deben defender a los pueblos: “No podemos permitir que por miedo, o por razones políticas o por ninguna razón cese, disminuya o se detenga la actividad del gobernante para combatir a los criminales”.
Lorena López en Colombia, Milenio, 31 de mayo.
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