“Yo no quería venir, pero es necesario alzar la voz”: Nelson Vargas

"Yo no quería venir, no quería mover más la situación del secuestro y asesinato de mi hija porque pensé que ya era suficiente, pero es necesario alzar la voz”. El que habla es Nelson Vargas, con palabras entrecortadas y con prolongados silencios previos a su participación en el V Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo.

“Mi obligación es alzar la voz para que mejore la seguridad, para que mejore lo que está pasando en nuestro país”.

Agobiado por el dolor, Vargas critica la incapacidad, la negligencia de parte de las autoridades, no de hoy, sino de décadas pasadas que se ha vivido en el país y que mantiene a muchas familias en la incertidumbre de sus familiares frente a un secuestro como el que vivió su joven hija, Silvia Vargas.

“No es posible que sea tan productivo el negocio de secuestro en México”, afirma el ex titular de la Conade y fustiga la participación de políticos en ésta que califica como “miserable profesión”.

Lamentó que sigan en la impunidad bandas de secuestradores y que las familias continúen sufriendo. Una manta detrás de él reza: “Tenemos derecho a la verdad y queremos construir memoria”. Ese es el lema de este V Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo.

Para Nelson Vargas, la situación difícilmente cambiará en México. Al menos en el corto plazo pese a que —dijo— “el presidente (Felipe) Calderón tiene el mejor empeño”. Imagínense: “soy un hombre que tiene 50 años trabajando. Pensé que ya había cumplido como mexicano y que me iba a dedicar a ser feliz con mis hijos y con mis nietos. ¿Y ahora? Ahora lo único que me queda es demostrar a mis hijos y a mis nietos que debo ser fuerte ante ellos, al mismo tiempo continuar con sus vidas, trabajando y saliendo adelante”.

Cecilia Téllez Cortés, Crónica, 31 de mayo.