Crear una red social o tener un blog en Internet no garantiza a los candidatos llegar al electorado joven del país, éstos deben publicar información de manera periódica y nunca deben “delegar” a terceros la tarea de mantenerlo actualizado porque su resultado será contraproducente, recomienda el especialista Octavio Islas.
Para el Director de Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Digital Estratégica del Tecnológico de Monterrey y Director de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación, el uso del blog va más allá de una moda -electoral-, y una buena aplicación puede generar buenos dividendos políticos.
Obamanía en la web
¿Qué uso político (…) se le puede dar a estas redes sociales o estos espacios en Internet (como el blog)?
“Mira, yo creo que el ejemplo es Barack Obama. (Su) campaña (…) resultó muy exitosa porque uno de los medios primarios, no un medio secundario de apoyo fue Internet. Y muy en concreto los (…) comunicativos de la web 2.0, particularmente los blogs y las redes sociales.
“A partir de esta situación y dadas las lagunas que presenta el nuevo Cofipe en términos de la propaganda a través de Internet, la “obamamanía” ha calado hondo en la clase política mexicana, que supone que con levantar una red social en Hi5, en Facebook, en un momento dado el hacer tu blog personal (…) con eso vas a ser un candidato que llegue a los jóvenes, y esto no es cierto.
(Y) no es cierto porque no hay una cultura de comunicación compatible entre unos y otros. Entre los jóvenes que se motivaron a una causa, a una campaña emocional como la de Barack Obama, y el desencanto generalizado, el aburrimiento, que produce en los cibernautas mexicanos nuestra clase política (…) Sobre todo al joven le aburre (…) por su lenguaje…”.
¿Obama tuvo un beneficio, electoralmente hablando, al tener este blog?
“Sí, por supuesto, y a través de Twitter. Él constantemente y sí de manera personal (…) publicaba información, vinculando Twitter con su blog, con su red social (…)
“Un blog supone que tú estés publicando información periódica. Incluso los lectores más agudos pueden advertir cuándo es una determinada persona, cuándo es un aparato, cuándo es un grupo de voceros los que están suplantando al personaje y eso genera determinada desconfianza.
“(…) La recomendación (…) para cualquier aspirante a algún puesto de elección popular es: si tú no puedes mantener tu propio blog y lo delegas a un grupo de voceros o terceros, si la gente, si los usuarios expertos lo advierten, va a generar desencanto (…)
“(…) El ciudadano, que en un momento dado explora estos espacios (en Internet), es muchísimo más inteligente de lo que creen, sobre todo la denominada ‘generación Einstein’, los ‘nativos digitales’, que deberían ser los destinatarios lógicos de todo este esfuerzo, los chavos que tienen 18 años o poco más de 18 años, y que en un momento dado representa a un (…) público meta (...)”.
¿(…) Puede causar, inclusive, un efecto contrario?
“(Un efecto) Negativo (…) porque te estás dirigiendo a un público que sabe (…) muchísimo (…)”.
Para el Director de Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Digital Estratégica del Tecnológico de Monterrey y Director de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación, el uso del blog va más allá de una moda -electoral-, y una buena aplicación puede generar buenos dividendos políticos.
Obamanía en la web
¿Qué uso político (…) se le puede dar a estas redes sociales o estos espacios en Internet (como el blog)?
“Mira, yo creo que el ejemplo es Barack Obama. (Su) campaña (…) resultó muy exitosa porque uno de los medios primarios, no un medio secundario de apoyo fue Internet. Y muy en concreto los (…) comunicativos de la web 2.0, particularmente los blogs y las redes sociales.
“A partir de esta situación y dadas las lagunas que presenta el nuevo Cofipe en términos de la propaganda a través de Internet, la “obamamanía” ha calado hondo en la clase política mexicana, que supone que con levantar una red social en Hi5, en Facebook, en un momento dado el hacer tu blog personal (…) con eso vas a ser un candidato que llegue a los jóvenes, y esto no es cierto.
(Y) no es cierto porque no hay una cultura de comunicación compatible entre unos y otros. Entre los jóvenes que se motivaron a una causa, a una campaña emocional como la de Barack Obama, y el desencanto generalizado, el aburrimiento, que produce en los cibernautas mexicanos nuestra clase política (…) Sobre todo al joven le aburre (…) por su lenguaje…”.
¿Obama tuvo un beneficio, electoralmente hablando, al tener este blog?
“Sí, por supuesto, y a través de Twitter. Él constantemente y sí de manera personal (…) publicaba información, vinculando Twitter con su blog, con su red social (…)
“Un blog supone que tú estés publicando información periódica. Incluso los lectores más agudos pueden advertir cuándo es una determinada persona, cuándo es un aparato, cuándo es un grupo de voceros los que están suplantando al personaje y eso genera determinada desconfianza.
“(…) La recomendación (…) para cualquier aspirante a algún puesto de elección popular es: si tú no puedes mantener tu propio blog y lo delegas a un grupo de voceros o terceros, si la gente, si los usuarios expertos lo advierten, va a generar desencanto (…)
“(…) El ciudadano, que en un momento dado explora estos espacios (en Internet), es muchísimo más inteligente de lo que creen, sobre todo la denominada ‘generación Einstein’, los ‘nativos digitales’, que deberían ser los destinatarios lógicos de todo este esfuerzo, los chavos que tienen 18 años o poco más de 18 años, y que en un momento dado representa a un (…) público meta (...)”.
¿(…) Puede causar, inclusive, un efecto contrario?
“(Un efecto) Negativo (…) porque te estás dirigiendo a un público que sabe (…) muchísimo (…)”.
Mauricio Rubí, El Economista, 29 de mayo.
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