La invitación que hizo la dirigente del PRI, Beatriz Paredes Rangel, a su homólogo del PAN, Germán Martínez Cázares, para confrontarse públicamente ha generado todo un debate en los medios políticos nacionales. Ayer, el líder del PRD, Jesús Ortega, advirtió en Hidalgo que no permitirá que lo dejen fuera. “Voy a ir, no dejaré que me excluyan”, y anunció que enviará cartas con ese fin a ambos políticos.
Diputados de PRD, PT y Convergencia reaccionaron con rudeza a la pretensión del presidente del PAN de acotar el debate. “¿Y quién es el señor Germán Martínez para marginar al resto de las fuerzas políticas? –se preguntaron. Es un napoleoncito, el peor ejemplo del totalitarismo trasnochado de Acción Nacional.”
En un video en su portal de Internet, el Partido Socialdemócrata (PSD) criticó la actitud “excluyente y antidemocrática” de Germán Martínez al querer debatir únicamente con Beatriz Paredes, “menospreciando” la existencia de los otros seis partidos en esta contienda electoral.
“Lo que proponen (...) es seguirse repartiendo la nación. Esos dos viejos partidos, que nos han llevado al desastre económico y nos han bañado en sangre, ahora dicen ‘el pueblo es nuestro y tenemos derecho a jugar solos’.”
Sin embargo, el PAN sigue en lo suyo. Ayer, Martínez Cázares habló de su intención de polemizar con el PRI sobre el pasado, el presente y el futuro de México, sin reservas, sin censura y sin el silencio que “tanto les gusta a algunos priístas.
“En ese debate y en las semanas que vienen de campaña esperamos encontrar un PRI más congruente y menos dividido”, agregó el michoacano, quien insistió en las diferencias internas del tricolor y en que podría llegar algún priísta a contradecir la decisión de la dirigente Beatriz Paredes de efectuar la polémica.
De gira por Monterrey, la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, declaró que el “terrorismo verbal” de Germán Martínez no le hace bien a la sociedad y refleja su desesperación porque el PAN va abajo en todas las encuestas.
Hizo un llamado al blanquiazul a detener la guerra sucia, y agregó que dicho partido “más bien debería estar preocupado y avergonzado por el tamaño de la crisis económica en la que está sumido el país, la carestía de todos los productos básicos, y cómo el desempleo ha subido de manera dramática.
“La guerra sucia del PAN ha sido un desacierto no sólo para su campaña, sino para el desarrollo político del país”. Dijo que con todo, esa estrategia “no les está resultando, las encuestas dan al PRI como ganador y tampoco ha significado que (ellos) incrementen su votación...”
Reiteró que está atenta y dispuesta para debatir con Germán Martínez, porque “creo que es fundamental trascender ese estilo ofensivo, de guerra sucia y de falacias”, para que haya una valoración de cuestiones de fondo, de propuestas y planteamientos.
En Hidalgo, el dirigente perredista Jesús Ortega atribuyó su exclusión del debate a que los panistas tienen temor de ver exhibidos los yerros que ha cometido este gobierno. “Y no, no me van a excluir, voy a participar en el debate”, aseguró.
Asimismo, el coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), Porfirio Muñoz Ledo, se manifestó porque los debates se lleven a cabo entre los candidatos a diputados federales y no por los dirigentes de los partidos políticos.
De visita en Tlaxcala, lamentó que se haya “espotizado” la política como resultado de la prohibición del uso de la radio y la televisión para fines electorales.
En San Lázaro, Javier González Garza, coordinador de los perredistas; Juan Guerra, del mismo partido, y Silvano Garay, del PT, coincidieron en que para el caso de que el PAN se niegue, deberá ser el PRI el que incida, con objeto de abrir la participación en el debate al resto de las fuerzas políticas.
Presidente de la Junta de Coordinación Política, González Garza, consideró: “Nosotros estamos interesados en entrarle a ese debate, porque es un hecho que hay que poner las cosas en su lugar y muy claras. Es importante que se haga y que participemos todos”.
Con todo, ni PRI ni PAN designaron ayer al enlace que negociará el formato y el lugar donde se efectuará el encuentro.
En Acción Nacional diversas fuentes desmintieron que en la reunión que tuvieron los dirigentes de los tres principales partidos con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el pasado jueves, se haya decidido signar un pacto de civilidad.
Diputados de PRD, PT y Convergencia reaccionaron con rudeza a la pretensión del presidente del PAN de acotar el debate. “¿Y quién es el señor Germán Martínez para marginar al resto de las fuerzas políticas? –se preguntaron. Es un napoleoncito, el peor ejemplo del totalitarismo trasnochado de Acción Nacional.”
En un video en su portal de Internet, el Partido Socialdemócrata (PSD) criticó la actitud “excluyente y antidemocrática” de Germán Martínez al querer debatir únicamente con Beatriz Paredes, “menospreciando” la existencia de los otros seis partidos en esta contienda electoral.
“Lo que proponen (...) es seguirse repartiendo la nación. Esos dos viejos partidos, que nos han llevado al desastre económico y nos han bañado en sangre, ahora dicen ‘el pueblo es nuestro y tenemos derecho a jugar solos’.”
Sin embargo, el PAN sigue en lo suyo. Ayer, Martínez Cázares habló de su intención de polemizar con el PRI sobre el pasado, el presente y el futuro de México, sin reservas, sin censura y sin el silencio que “tanto les gusta a algunos priístas.
“En ese debate y en las semanas que vienen de campaña esperamos encontrar un PRI más congruente y menos dividido”, agregó el michoacano, quien insistió en las diferencias internas del tricolor y en que podría llegar algún priísta a contradecir la decisión de la dirigente Beatriz Paredes de efectuar la polémica.
De gira por Monterrey, la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, declaró que el “terrorismo verbal” de Germán Martínez no le hace bien a la sociedad y refleja su desesperación porque el PAN va abajo en todas las encuestas.
Hizo un llamado al blanquiazul a detener la guerra sucia, y agregó que dicho partido “más bien debería estar preocupado y avergonzado por el tamaño de la crisis económica en la que está sumido el país, la carestía de todos los productos básicos, y cómo el desempleo ha subido de manera dramática.
“La guerra sucia del PAN ha sido un desacierto no sólo para su campaña, sino para el desarrollo político del país”. Dijo que con todo, esa estrategia “no les está resultando, las encuestas dan al PRI como ganador y tampoco ha significado que (ellos) incrementen su votación...”
Reiteró que está atenta y dispuesta para debatir con Germán Martínez, porque “creo que es fundamental trascender ese estilo ofensivo, de guerra sucia y de falacias”, para que haya una valoración de cuestiones de fondo, de propuestas y planteamientos.
En Hidalgo, el dirigente perredista Jesús Ortega atribuyó su exclusión del debate a que los panistas tienen temor de ver exhibidos los yerros que ha cometido este gobierno. “Y no, no me van a excluir, voy a participar en el debate”, aseguró.
Asimismo, el coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), Porfirio Muñoz Ledo, se manifestó porque los debates se lleven a cabo entre los candidatos a diputados federales y no por los dirigentes de los partidos políticos.
De visita en Tlaxcala, lamentó que se haya “espotizado” la política como resultado de la prohibición del uso de la radio y la televisión para fines electorales.
En San Lázaro, Javier González Garza, coordinador de los perredistas; Juan Guerra, del mismo partido, y Silvano Garay, del PT, coincidieron en que para el caso de que el PAN se niegue, deberá ser el PRI el que incida, con objeto de abrir la participación en el debate al resto de las fuerzas políticas.
Presidente de la Junta de Coordinación Política, González Garza, consideró: “Nosotros estamos interesados en entrarle a ese debate, porque es un hecho que hay que poner las cosas en su lugar y muy claras. Es importante que se haga y que participemos todos”.
Con todo, ni PRI ni PAN designaron ayer al enlace que negociará el formato y el lugar donde se efectuará el encuentro.
En Acción Nacional diversas fuentes desmintieron que en la reunión que tuvieron los dirigentes de los tres principales partidos con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el pasado jueves, se haya decidido signar un pacto de civilidad.
La Jornada, 30 de mayo.
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