Los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia llegaron a un primer acuerdo para contender juntos en los próximos procesos electorales, incluida la contienda presidencial de 2012, con un método para elegir a los candidatos a todos los puestos basado en seleccionar al aspirante mejor posicionado, que podrá incluso ser externo o proveniente de ruptura en otras fuerzas políticas.
Fue ese el acuerdo al que llegaron los dirigentes y coordinadores legislativos de los tres partidos y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, durante una reunión –el pasado viernes por la noche– en la que todos coincidieron en la necesidad de una izquierda unida, para hacer frente a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
El dirigente del PT, Alberto Anaya, aseguró ayer en entrevista que Andrés Manuel López Obrador está de acuerdo con ese nuevo frente electoral y con la elección del candidato con mayor fuerza y presencia, porque lo importante es que “vayamos con un solo candidato presidencial”.
De acuerdo con otros de los asistentes a esa reunión en el hotel Sheraton del Centro Histórico, Ebrard avaló también los resolutivos y puso al servicio de la causa de la izquierda sus aspiraciones personales.
“El discurso central fue el del jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien recalcó que si no llegamos unidos a 2012 no podremos hacer nada. Además, dejó claro que no lo mueve la ambición personal, ni se valen los protagonismos, y llamó a los partidos y los precandidatos a ser generosos, a no poner cotos ni condicionamientos y aceptar al mejor posicionado, incluso si provenía de la ruptura de otro partido político”, relató el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal.
Explicó que, en este último caso, se discutió que en cuanto a candidatos que hayan abandonado otros partidos, el requisito es que se identifiquen con los principios del nuevo frente y que sean honestos.
El dirigente del PT expuso que su partido definió ya que su candidato presidencial para 2012 será López Obrador y tanto el perredista Jesús Ortega, como el líder de Convergencia, Luis Maldonado, señalaron que es un tema que en sus agrupaciones aún no se discute.
Ortega expuso que en el próximo congreso refundacional perredista se definirán las líneas para el futuro, y Maldonado señaló que están en proceso de renovación de la dirigencia de Convergencia, y será después de ello que tomarán la decisión sobre el candidato presidencial.
En lo demás hubo coincidencias, sobre todo después de que Manuel Camacho Solís, coordinador del nuevo frente, presentó un diagnóstico político y una proyección electoral, análisis en que se muestran el avance del PRI y el retroceso del PAN y los tres partidos que integraron el Frente Amplio Progresista (FAP).
“Fue un diagnóstico atinado, que mostró las consecuencias que tuvo la ruptura y la división entre los tres partidos en las elecciones intermedias de este año”, señaló Monreal.
“Desde luego las izquierdas recibieron una lección muy fuerte en 2009, la sociedad nos cobró haber ido desunidos y sectores del electorado que en 2006 votaron por nosotros se fueron a otros partidos, sobre todo al PRI”, resaltó Anaya.
Cambio de nombre
El anterior FAP cambiará de nombre en esta nueva etapa. Perredistas, petistas e integrantes de Convergencia analizan denominarlo Alternativa para la Democracia o Alternativa para la Reconstrucción del País. La decisión la tomarán en los próximos días.
Los tres partidos que integran ese frente resolvieron participar unidos en próximos procesos electorales estatales y federales. Los más cercanos son los de Quintana Roo y Guerrero, donde habrá renovación de las gubernaturas y de las presidencias municipales; en ambos casos se privilegiará a los candidatos mejor posicionados, mediante encuestas.
Fue ese el acuerdo al que llegaron los dirigentes y coordinadores legislativos de los tres partidos y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, durante una reunión –el pasado viernes por la noche– en la que todos coincidieron en la necesidad de una izquierda unida, para hacer frente a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
El dirigente del PT, Alberto Anaya, aseguró ayer en entrevista que Andrés Manuel López Obrador está de acuerdo con ese nuevo frente electoral y con la elección del candidato con mayor fuerza y presencia, porque lo importante es que “vayamos con un solo candidato presidencial”.
De acuerdo con otros de los asistentes a esa reunión en el hotel Sheraton del Centro Histórico, Ebrard avaló también los resolutivos y puso al servicio de la causa de la izquierda sus aspiraciones personales.
“El discurso central fue el del jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien recalcó que si no llegamos unidos a 2012 no podremos hacer nada. Además, dejó claro que no lo mueve la ambición personal, ni se valen los protagonismos, y llamó a los partidos y los precandidatos a ser generosos, a no poner cotos ni condicionamientos y aceptar al mejor posicionado, incluso si provenía de la ruptura de otro partido político”, relató el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal.
Explicó que, en este último caso, se discutió que en cuanto a candidatos que hayan abandonado otros partidos, el requisito es que se identifiquen con los principios del nuevo frente y que sean honestos.
El dirigente del PT expuso que su partido definió ya que su candidato presidencial para 2012 será López Obrador y tanto el perredista Jesús Ortega, como el líder de Convergencia, Luis Maldonado, señalaron que es un tema que en sus agrupaciones aún no se discute.
Ortega expuso que en el próximo congreso refundacional perredista se definirán las líneas para el futuro, y Maldonado señaló que están en proceso de renovación de la dirigencia de Convergencia, y será después de ello que tomarán la decisión sobre el candidato presidencial.
En lo demás hubo coincidencias, sobre todo después de que Manuel Camacho Solís, coordinador del nuevo frente, presentó un diagnóstico político y una proyección electoral, análisis en que se muestran el avance del PRI y el retroceso del PAN y los tres partidos que integraron el Frente Amplio Progresista (FAP).
“Fue un diagnóstico atinado, que mostró las consecuencias que tuvo la ruptura y la división entre los tres partidos en las elecciones intermedias de este año”, señaló Monreal.
“Desde luego las izquierdas recibieron una lección muy fuerte en 2009, la sociedad nos cobró haber ido desunidos y sectores del electorado que en 2006 votaron por nosotros se fueron a otros partidos, sobre todo al PRI”, resaltó Anaya.
Cambio de nombre
El anterior FAP cambiará de nombre en esta nueva etapa. Perredistas, petistas e integrantes de Convergencia analizan denominarlo Alternativa para la Democracia o Alternativa para la Reconstrucción del País. La decisión la tomarán en los próximos días.
Los tres partidos que integran ese frente resolvieron participar unidos en próximos procesos electorales estatales y federales. Los más cercanos son los de Quintana Roo y Guerrero, donde habrá renovación de las gubernaturas y de las presidencias municipales; en ambos casos se privilegiará a los candidatos mejor posicionados, mediante encuestas.
Gabriel León Zaragoza, La Jornada, 29 de noviembre.
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