Después de haber sufrido la peor derrota electoral en su historia reciente, el panismo vio en el decálogo de reformas que Calderón presentó el 2 de septiembre la oportunidad de enderezar el rumbo y permanecer en el poder otro sexenio, pese a que alcanzar estas metas “se ve cuesta arriba”, al no tener mayoría en el Congreso.
El diputado Javier Corral aclara que esas promesas surgieron de la “descarnada” reflexión interna que su partido realizó después del descalabro del 5 de julio.
“Se envenenó el entusiasmo”
Cuenta que salió entusiasmado de Palacio Nacional después de escuchar ese discurso; sin embargo, lamenta que tres meses después el gobierno cabildeara la condonación fiscal a las televisoras y con ello contradijera su oferta de acabar con los monopolios.
Lo anterior representa además una apuesta política equivocada, dado que la televisión ya pactó con el gobernador del estado de México, el priísta Enrique Peña Nieto, agregó.
Define la exención de impuestos como “una señal ominosa que envenenó el entusiasmo y ha contrariado muchísimo el ánimo entre muchos legisladores”.
Muestra de ello, apunta, es que a pesar de las presiones y el cabildeo que hizo el gobierno hubo 68 diputados del PAN que votaron en contra de la medida y 18 que se abstuvieron.
El senador Santiago Creel –quien se muestra cauteloso en evaluar otras asignaturas de la gestión de Calderón para no dar “misiles” a los adversarios– aclara que en ese caso alzó su voz con el fin de señalar una “incongruencia” entre el mensaje de cambio y ese privilegio concedido a algunos empresarios, mientras el resto de la población pagará más impuestos.
Otra señal contradictoria, según Corral, es cómo la Cámara de Diputados relajó las reglas de fiscalización, control y vigilancia del gasto público en los estados para 2010, cuando habrá elecciones en 13 entidades.
Parece que el Presidente “ya no quiso batallar en definiciones que son muy costosas”. Sumado a lo anterior, dice que queda poco tiempo para hacer cambios, porque en la segunda mitad de 2010 “todo va a ser pura sucesión”.
Lo más grave, afirma, es que el titular del Ejecutivo “se ha vuelto a cerrar” para abordar las inquietudes de algunos correligionarios y lo atribuye a que tiene un cálculo equivocado, al creer que con las mismas reglas del pasado se le puede ganar al PRI.
“Pero el PRI despuntó. El entramado corporativo clientelar lo ideó ese partido, y nosotros lo único que hemos hecho es aceitarlo. La profesora Elba Esther Gordillo está decididamente apostada con Peña Nieto y acá se le sigue viendo como la gran aliada”.
El senador Ricardo García Cervantes está convencido de que tanto el gobierno de Vicente Fox como el de Calderón debieron haber hecho más en este punto, pero argumenta que toma tiempo poner fin a un “corporativismo férreo” vigente por décadas.
Cuestiona directamente la complacencia y coexistencia con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y con el de los petroleros.
“No estoy de acuerdo en que la maestra o su sindicato sean los que pueden dar el visto bueno en la transformación educativa y que lo hagan desde su perspectiva de poder.”
Creel, transformado en uno de los principales críticos de la opacidad sindical, en particular la del SNTE, asegura que el PAN perdió millones de votos porque se alejó de sus valores.
“Antiguos adversarios, como el clientelismo, se convirtieron en aliados, y las causas que habíamos defendido las dejamos en aras de tener estabilidad política.”
El diputado Roberto Gil, identificado como miembro del grupo calderonista, admite que acabar con estos vestigios del antiguo sistema es una tarea pendiente, aunque acota que no sólo es de Calderón, sino de todas las fuerzas democráticas.
Corral, quien es más incisivo en este punto, plantea que el PAN no consiguió su objetivo histórico al llegar al poder: el cambio democrático de las estructuras del viejo régimen.
En esta falla, afirma, el gobierno de Vicente Fox también tiene responsabilidad, pues desaprovechó el momento que tenía y se acomodó a las estructuras, mientras Calderón ni siquiera intentó revertir esa situación, porque se concentró en mantener la gobernabilidad en medio de la polarización poselectoral.
La alianza con el PRI es otro tema que genera críticas en las filas del blanquiazul.
Corral cree que la “intransigencia” del movimiento lopezobradorista llevó al Presidente a una coalición con el tricolor que no generó reformas de fondo y, en cambio, fortaleció a ese partido rumbo a 2012.
Frente al posible regreso de los priístas a Los Pinos, Creel advierte que no se quedarán con los brazos cruzados y pide pasar de los discursos a los hechos: “combatir monopolios, abrir mercados y no hacer estos cambios cosméticos que son posibles políticamente, pero no dejan satisfecho a nadie”.
Aunque la estrategia anticrisis cuenta con el apoyo de los panistas mencionados, así como del senador Gustavo Madero, García Cervantes apunta que algunas medidas, en particular las relacionadas con el empleo, se aplicaron con lentitud y perdieron eficacia, mientras otras que fueron anunciadas no se implementaron.
En cuanto a la pobreza, los panistas entrevistados coinciden en que se trata del talón de Aquiles de la actual administración, pero el senador Madero la ubica como falla del sistema político, que no ha sido efectivo para tomar acuerdos y formular políticas públicas a favor del crecimiento económico.
García Cervantes, quien celebra que este gobierno haga frente a problemas pospuestos por años, como el de la seguridad, considera que no se puede avanzar más rápido por las debilidades institucionales del país. Pone de ejemplo el Senado, donde una serie de “omisiones, mezquindades y pequeñeces” se imponen a la hora de decidir sobre diversos temas.
También coinciden en defender públicamente la estrategia de Calderón contra la delincuencia. Creel puntualiza que las aprehensiones de presuntos capos y las incautaciones de drogas son espectaculares, pero falta que la sociedad vea traducidos esos resultados en menores índices de violencia.
Aunque hay preocupación por las elecciones de 2012, estiman que aún tienen con qué defenderse para impedir una derrota. Mencionan entre sus activos la inversión en infraestructura, así como los programas del Seguro Popular y Oportunidades.
Pero si el PAN no hace lo necesario para seguir siendo competitivo, y se reconstituye el viejo régimen al que aspira el PRI, esto “será una tragedia”, concluye García Cervantes.
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