Sin dinero, pero “felices por los recuentros familiares”, decenas de migrantes procedentes de Estados Unidos arriban desde hace un par de semanas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Ante la proximidad de las fiestas decembrinas y a causa de la crisis, los migrantes –en su mayoría indocumentados, según reconocen– adelantaron su regreso al país, porque en los pasados seis meses, si lograron trabajar tres se pueden considerar “afortunados”.
Durante el día, las áreas de recepción de viajeros internacionales del AICM se llenan de cajas y mochilas, “ya no tantas como hace años”. Los que lograron juntar algunos dólares o recibieron apoyo económico de sus familias para regresar traen “alguna ropita y zapatitos para repartir”.
A diferencia de otros años, cuando los grandes aparatos electrodomésticos eran los favoritos para traer al país, hoy predominan los equipos de telefonía celular, Ipods y videojuegos, porque “son más fáciles de vender, te dejan más dinero, pesan menos y puedes traer muchos”, sostienen algunos paisanos que aceptan dialogar al tiempo que cargan las cajas de cartón que improvisaron como maletas.
Entre risas y abrazos, después de meses e incluso años de ausencia, precisan que salieron de México por falta de empleos bien remunerados. Pero la actual situación laboral que viven en Estados Unidos “es complicada”.
“Nos fuimos con la esperanza de conseguir dinero para nuestras familias, pero lo que está sucediendo allá nunca se había dado. Como estará la cosa que los de aquí les mandan (dinero) a los de allá.”
Nuevo fenómeno
Este nuevo fenómeno que padecen los migrantes de no tener empleo regular durante su estancia en Estados Unidos –principalmente en áreas de servicios o el campo– ha hecho que algunas agrupaciones empiecen a organizarse en aquella nación y en México para integrar propuestas de trabajo en sus comunidades de origen, destaca Miguel García, de la Fraternidad y Alianza de Migrantes Oaxaqueños.
“Nos reunimos la semana pasada con la Asamblea de Migrantes para analizar la creación de cooperativas en sus lugares de origen. La propuesta inicial es pedir al gobierno federal la gestión de un fondo para crear empresas.
“Se trata de trabajar en alianza con Liconsa en la adquisición de alimentos e insumos para el campo a bajos precios. Que los migrantes compren como mayoristas y revendan los productos de forma minorista, con precios subsidiados”, sostuvo en entrevista.
En tanto, funcionarios de compañías aéreas temen que a causa de la crisis económica el número de viajeros hacia y desde Estados Unidos sea menor al habitual durante diciembre. Sin embargo, personal del AICM reporta que este año, salvo algunos puentes vacacionales, el número de turistas locales y foráneos movilizados “prácticamente ha sido normal”.
Ante la proximidad de las fiestas decembrinas y a causa de la crisis, los migrantes –en su mayoría indocumentados, según reconocen– adelantaron su regreso al país, porque en los pasados seis meses, si lograron trabajar tres se pueden considerar “afortunados”.
Durante el día, las áreas de recepción de viajeros internacionales del AICM se llenan de cajas y mochilas, “ya no tantas como hace años”. Los que lograron juntar algunos dólares o recibieron apoyo económico de sus familias para regresar traen “alguna ropita y zapatitos para repartir”.
A diferencia de otros años, cuando los grandes aparatos electrodomésticos eran los favoritos para traer al país, hoy predominan los equipos de telefonía celular, Ipods y videojuegos, porque “son más fáciles de vender, te dejan más dinero, pesan menos y puedes traer muchos”, sostienen algunos paisanos que aceptan dialogar al tiempo que cargan las cajas de cartón que improvisaron como maletas.
Entre risas y abrazos, después de meses e incluso años de ausencia, precisan que salieron de México por falta de empleos bien remunerados. Pero la actual situación laboral que viven en Estados Unidos “es complicada”.
“Nos fuimos con la esperanza de conseguir dinero para nuestras familias, pero lo que está sucediendo allá nunca se había dado. Como estará la cosa que los de aquí les mandan (dinero) a los de allá.”
Nuevo fenómeno
Este nuevo fenómeno que padecen los migrantes de no tener empleo regular durante su estancia en Estados Unidos –principalmente en áreas de servicios o el campo– ha hecho que algunas agrupaciones empiecen a organizarse en aquella nación y en México para integrar propuestas de trabajo en sus comunidades de origen, destaca Miguel García, de la Fraternidad y Alianza de Migrantes Oaxaqueños.
“Nos reunimos la semana pasada con la Asamblea de Migrantes para analizar la creación de cooperativas en sus lugares de origen. La propuesta inicial es pedir al gobierno federal la gestión de un fondo para crear empresas.
“Se trata de trabajar en alianza con Liconsa en la adquisición de alimentos e insumos para el campo a bajos precios. Que los migrantes compren como mayoristas y revendan los productos de forma minorista, con precios subsidiados”, sostuvo en entrevista.
En tanto, funcionarios de compañías aéreas temen que a causa de la crisis económica el número de viajeros hacia y desde Estados Unidos sea menor al habitual durante diciembre. Sin embargo, personal del AICM reporta que este año, salvo algunos puentes vacacionales, el número de turistas locales y foráneos movilizados “prácticamente ha sido normal”.
Gabriel León Zaragoza, La Jornada, 29 de noviembre.
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