El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recibió ayer en Caracas a su aliado, el mandatario iraní Mahmud Ahmadineyad, a quien calificó de “gladiador antiimperialista”.
El gobernante venezolano elogió la visita del líder iraní y aprovechó para cuestionar la reciente gira por Sudamérica del presidente de Israel, Shimon Peres, por haber pronosticado la pronta “desaparición” de Chávez y Ahmadineyad.
Chávez afirmó que la declaración de Shimon Peres es una “amenaza” y “sabemos lo que es el Estado de Israel, lo que significa. Es un brazo asesino del imperio yanqui y te acusan a ti de guerrerista y ellos son los agresores. Igual aquí con Colombia, donde el imperio está instalando siete bases militares, pero soy yo el guerrerista, cuando somos los amenazados”.
Al recibir a su colega iraní en su visita a Caracas, Chávez dijo que las bandera de Irán y de Venezuela son “libres y revolucionarias” y llamó al “hermano Ahmadineyad, gladiador de las luchas antiimperialistas, ejemplo de firmeza, de constancia y de batalla por la libertad de su pueblo y de la patria persa”.
A la vez, Ahmadineyad calificó a Chávez como un líder “valiente” que está “resistiendo como una montaña las presiones del imperialismo, el colonialismo”.
Ahmadineyad afirmó que ahora hay una revolución en Sudamérica y que el pueblo “consciente de esta región ha empezando su marcha para recuperar la dignidad y defender sus intereses nacionales”.
“Chávez juega un papel importante en el despertar de los pueblos latinoamericanos, es un papel admirable para los pueblos que buscan la libertad”, aseveró.
Por su parte, y desde Brasilia, se informó que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enviará a Barack Obama una respuesta “educada, apropiada” a la carta que recibió del mandatario estadunidense y que abordó, entre otros temas, la visita a la capital brasileña de Ahmadineyad realizada el domingo pasado y la aprobación de Washington a las elecciones en Honduras.
El canciller brasileño, Celso Amorim, confirmó que existen discrepancias sobre temas de política externa entre Brasil y Estados Unidos, pero negó que ello haya generado problemas en las relaciones entre los dos países.
En esa carta personal, Obama incluso mencionó que habría preferido establecer un contacto telefónico directo con Lula da Silva para conversar de esos temas, pero alegó la existencia de una abultada agenda.
El gobernante venezolano elogió la visita del líder iraní y aprovechó para cuestionar la reciente gira por Sudamérica del presidente de Israel, Shimon Peres, por haber pronosticado la pronta “desaparición” de Chávez y Ahmadineyad.
Chávez afirmó que la declaración de Shimon Peres es una “amenaza” y “sabemos lo que es el Estado de Israel, lo que significa. Es un brazo asesino del imperio yanqui y te acusan a ti de guerrerista y ellos son los agresores. Igual aquí con Colombia, donde el imperio está instalando siete bases militares, pero soy yo el guerrerista, cuando somos los amenazados”.
Al recibir a su colega iraní en su visita a Caracas, Chávez dijo que las bandera de Irán y de Venezuela son “libres y revolucionarias” y llamó al “hermano Ahmadineyad, gladiador de las luchas antiimperialistas, ejemplo de firmeza, de constancia y de batalla por la libertad de su pueblo y de la patria persa”.
A la vez, Ahmadineyad calificó a Chávez como un líder “valiente” que está “resistiendo como una montaña las presiones del imperialismo, el colonialismo”.
Ahmadineyad afirmó que ahora hay una revolución en Sudamérica y que el pueblo “consciente de esta región ha empezando su marcha para recuperar la dignidad y defender sus intereses nacionales”.
“Chávez juega un papel importante en el despertar de los pueblos latinoamericanos, es un papel admirable para los pueblos que buscan la libertad”, aseveró.
Por su parte, y desde Brasilia, se informó que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enviará a Barack Obama una respuesta “educada, apropiada” a la carta que recibió del mandatario estadunidense y que abordó, entre otros temas, la visita a la capital brasileña de Ahmadineyad realizada el domingo pasado y la aprobación de Washington a las elecciones en Honduras.
El canciller brasileño, Celso Amorim, confirmó que existen discrepancias sobre temas de política externa entre Brasil y Estados Unidos, pero negó que ello haya generado problemas en las relaciones entre los dos países.
En esa carta personal, Obama incluso mencionó que habría preferido establecer un contacto telefónico directo con Lula da Silva para conversar de esos temas, pero alegó la existencia de una abultada agenda.
Agencias en Caracas y Brasilia, Milenio, 26 de noviembre.
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