El ex presidente del IFE Luis Carlos Ugalde avaló la iniciativa presidencial de reforma política y acusó que alrededor de ésta hay intelectuales y partidos que la han atacado con al menos un decálogo de falacias, por lo que se corre el riesgo de que naufrague, a pesar de ser el proyecto “más importante desde hace 30 años”.
Invitado por los senadores del PAN para asesorarlos en la plenaria en la que se revisó la situación de la reforma política, Ugalde dijo, sin embargo, que la enmienda es mejorable con temas como la fiscalización a los estados, transparencia en los sindicatos para combatir la impunidad y el clientilismo; darle derecho de iniciativa a la Suprema Corte y precisar modalidades a la iniciativa preferente, entre otros ajustes.
Entrevistado antes de dictar una conferencia magistral a los senadores —que esta ocasión acudieron en menor número toda vez que una docena de ellos anda en campañas locales—Ugalde detalló que son tres las falacias principales a que se enfrenta la iniciativa presidencial: Porque proviene del Presidente de la República, porque se dice que debilitará al Congreso y porque es autoritaria “y ésta es la más grave”. En ese sentido, instó a los panistas a combatir esas falacias como una tarea inmediata.
“Mi opinión es que la iniciativa del presidente Calderón es buena por dos razones. La primera, porque ataca el problema mayor del sistema político mexicano, que es la irresponsabilidad política que da lugar a la impunidad. La segunda razón es porque incrementa los niveles de eficacia del sistema político para tomar decisiones”, refirió.
Resaltó que hay una polarización intelectual en el ambiente, que a diferencia de los años 90 en los que un segmento importante apoyó los cambios democráticos para hacer las elecciones transparentes y equitativas, “ahora lo que se respira es que la clase intelectual, los analistas, los académicos están divididos entre los que consideran que es una buena propuesta y los que consideran que es una mala reforma”.
Sin mencionar al PRI —que en su plenaria evaluó que hay otros temas urgentes—Ugalde acusó ayer que es una falacia decir que hay otros temas más importantes y por tanto la reforma no importa.
“Es una falacia porque gran parte de los problemas económicos que tenemos que son la que la gente quiere resolver se deben a que la maquinaria política no funciona”.
Diría que otra falacia muy peligrosa es la del debilitamiento del Congreso, porque en realidad la reelección legislativa haría que éste fuera más profesional, sin regresar al presidencialismo.
En cuanto a la segunda vuelta, dijo no saber si habría resuelto el problema de 2006, pero puede generar mayorías contundentes o resultados estrechos, “y me parece que es es una medida adecuada, correcta, pero no debe ser utilizada para resolver conflictos
poselectorales”.
“La segunda vuelta a mí me gusta porque da a los ciudadanos la posibilidad de definirse con claridad frente a propuestas de gobierno, frente a candidatos en disputa, me parece una buena medida”, puntualizó.
Mérida • Angélica Mercado, enviada, Milenio, 1º de febrero.
Invitado por los senadores del PAN para asesorarlos en la plenaria en la que se revisó la situación de la reforma política, Ugalde dijo, sin embargo, que la enmienda es mejorable con temas como la fiscalización a los estados, transparencia en los sindicatos para combatir la impunidad y el clientilismo; darle derecho de iniciativa a la Suprema Corte y precisar modalidades a la iniciativa preferente, entre otros ajustes.
Entrevistado antes de dictar una conferencia magistral a los senadores —que esta ocasión acudieron en menor número toda vez que una docena de ellos anda en campañas locales—Ugalde detalló que son tres las falacias principales a que se enfrenta la iniciativa presidencial: Porque proviene del Presidente de la República, porque se dice que debilitará al Congreso y porque es autoritaria “y ésta es la más grave”. En ese sentido, instó a los panistas a combatir esas falacias como una tarea inmediata.
“Mi opinión es que la iniciativa del presidente Calderón es buena por dos razones. La primera, porque ataca el problema mayor del sistema político mexicano, que es la irresponsabilidad política que da lugar a la impunidad. La segunda razón es porque incrementa los niveles de eficacia del sistema político para tomar decisiones”, refirió.
Resaltó que hay una polarización intelectual en el ambiente, que a diferencia de los años 90 en los que un segmento importante apoyó los cambios democráticos para hacer las elecciones transparentes y equitativas, “ahora lo que se respira es que la clase intelectual, los analistas, los académicos están divididos entre los que consideran que es una buena propuesta y los que consideran que es una mala reforma”.
Sin mencionar al PRI —que en su plenaria evaluó que hay otros temas urgentes—Ugalde acusó ayer que es una falacia decir que hay otros temas más importantes y por tanto la reforma no importa.
“Es una falacia porque gran parte de los problemas económicos que tenemos que son la que la gente quiere resolver se deben a que la maquinaria política no funciona”.
Diría que otra falacia muy peligrosa es la del debilitamiento del Congreso, porque en realidad la reelección legislativa haría que éste fuera más profesional, sin regresar al presidencialismo.
En cuanto a la segunda vuelta, dijo no saber si habría resuelto el problema de 2006, pero puede generar mayorías contundentes o resultados estrechos, “y me parece que es es una medida adecuada, correcta, pero no debe ser utilizada para resolver conflictos
poselectorales”.
“La segunda vuelta a mí me gusta porque da a los ciudadanos la posibilidad de definirse con claridad frente a propuestas de gobierno, frente a candidatos en disputa, me parece una buena medida”, puntualizó.
Mérida • Angélica Mercado, enviada, Milenio, 1º de febrero.
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