Por problemas de procedimiento, en Yucatán no habrá candidatos independientes en los comicios del próximo 16 de mayo, aunque esa figura ya está contemplada en la ley electoral local.
Fue en 2007 cuando se obtuvo al primer alcalde en el país surgido como candidato ciudadano, Adonai Avilés Sierra, quien ganó la alcaldía de Yobaín en Yucatán.
Sin embargo, las autoridades consideran que los requisitos de ley son un obstáculo para los demás ciudadanos que busquen un puesto de elección popular por esta vía.
De acuerdo con la norma estatal, entre los trámites que deben cumplir quienes aspiren a ser candidatos independientes están, entre otros, contar con el respaldo de al menos 2 por ciento del padrón electoral municipal, distrital o estatal, según el puesto de elección por el que compita y, en caso de ganar, deberán reembolsar 50 por ciento del dinero que hayan gastado durante su campaña,
La figura de las candidaturas independientes la retomó el presidente Felipe Calderón en la iniciativa de reforma política que presentó al Congreso.
En ésta, el mandatario propone que quienes busquen esa vía requerirán el respaldo de al menos uno por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral de la demarcación correspondiente.
Desde octubre de 2006, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló, en votación cerrada, las reformas que se realizaron a la Constitución local y a las leyes de procedimientos electorales que ajustó la Legislatura de Yucatán.
En la discusión, los ministros manifestaron que la Constitución federal permite dichas candidaturas, pero quedó en facultad exclusiva de los legisladores decidir si se accede a que compitan ciudadanos independientes en las elecciones nacionales o locales.
Sin embargo, respecto a los requerimientos que necesita un ciudadano para postularse en esta figura, el alto tribunal estuvo a un voto de invalidarlo por los riesgos y las complicaciones.
En su momento, el ministro Juan Díaz Romero manifestó: “si con todos los candados y controles que la Constitución establece para los partidos políticos se piensa que éstos no funcionan como debe ser, es muy dudoso que las candidaturas independientes, careciendo de todo tipo de reglas en la Constitución, puedan mejorar la imagen de la política electoral. Por lo contrario, la proliferación de estas candidaturas sin normas constitucionales vendrán a introducir anarquía en el sistema”.
Y alertó sobre el riesgo de que “individuos de discutible conducta o malos manejos pretendan puestos electorales”, lo cual puede ser “dramático” a nivel federal y gubernamental.
Fue en 2007 cuando se obtuvo al primer alcalde en el país surgido como candidato ciudadano, Adonai Avilés Sierra, quien ganó la alcaldía de Yobaín en Yucatán.
Sin embargo, las autoridades consideran que los requisitos de ley son un obstáculo para los demás ciudadanos que busquen un puesto de elección popular por esta vía.
De acuerdo con la norma estatal, entre los trámites que deben cumplir quienes aspiren a ser candidatos independientes están, entre otros, contar con el respaldo de al menos 2 por ciento del padrón electoral municipal, distrital o estatal, según el puesto de elección por el que compita y, en caso de ganar, deberán reembolsar 50 por ciento del dinero que hayan gastado durante su campaña,
La figura de las candidaturas independientes la retomó el presidente Felipe Calderón en la iniciativa de reforma política que presentó al Congreso.
En ésta, el mandatario propone que quienes busquen esa vía requerirán el respaldo de al menos uno por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral de la demarcación correspondiente.
Desde octubre de 2006, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló, en votación cerrada, las reformas que se realizaron a la Constitución local y a las leyes de procedimientos electorales que ajustó la Legislatura de Yucatán.
En la discusión, los ministros manifestaron que la Constitución federal permite dichas candidaturas, pero quedó en facultad exclusiva de los legisladores decidir si se accede a que compitan ciudadanos independientes en las elecciones nacionales o locales.
Sin embargo, respecto a los requerimientos que necesita un ciudadano para postularse en esta figura, el alto tribunal estuvo a un voto de invalidarlo por los riesgos y las complicaciones.
En su momento, el ministro Juan Díaz Romero manifestó: “si con todos los candados y controles que la Constitución establece para los partidos políticos se piensa que éstos no funcionan como debe ser, es muy dudoso que las candidaturas independientes, careciendo de todo tipo de reglas en la Constitución, puedan mejorar la imagen de la política electoral. Por lo contrario, la proliferación de estas candidaturas sin normas constitucionales vendrán a introducir anarquía en el sistema”.
Y alertó sobre el riesgo de que “individuos de discutible conducta o malos manejos pretendan puestos electorales”, lo cual puede ser “dramático” a nivel federal y gubernamental.
Paloma ALcántara, Milenio, 31 de enero.
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