Declaran guerra a plan migratorio

WASHINGTON.- Cuatro senadores republicanos han dado un paso al frente para liderar la oposición contra la reforma migratoria, que la semana que viene llegará al pleno de la Cámara alta de Estados Unidos, y están consiguiendo frenar el entusiasmo inicial.

Se trata de dos jóvenes estrellas ascendentes del Tea Party -Ted Cruz, por Texas y Mike Lee, por Utah- y de dos veteranos pesos pesados con cargos en importantes comités del Senado: Chuck Grassley, por Iowa y Jeff Sessions, por Alabama.

A pesar de que los sondeos de opinión reflejan un apoyo mayoritario a la reforma, los republicanos más conservadoras parecen convencidos de que pueden frenar el proyecto o, al menos, transformarlo hasta dejarlo irreconocible.

Su posición, que los cuatro senadores detallaron el lunes en una carta abierta remitida al resto de sus compañeros, ha provocado ya reacciones dentro de su partido.

Ayer, los "enemigos de la reforma" se reunieron a puertas cerradas con dos de los grandes defensores de la iniciativa en el bando republicano: los senadores Marco Rubio, por Florida y Jeff Flake, por Arizona.

En el encuentro participó también el senador Rand Paul, en quien algunos legisladores demócratas creían haber encontrado un aliado a pesar de su ambigüedad al hablar en público de su postura.

A la salida de dicha reunión, fue el propio Rubio el encargado de hacer llegar a la prensa el mensaje, que supone un balde de agua fría para quienes quieren que el proyecto salga adelante.

"Si no se cambia (la propuesta), no va a pasar. Tenemos un debate vibrante dentro del Partido Republicano. Lo que te puedo decir es que el proyecto, tal y como está estructurado, no va a pasar en la Cámara baja y creo que va a sufrir para pasar en el Senado", dijo.

Rubio también se reunió con representantes republicanos, quienes también se mostraron escépticos en que el proyecto se avalado por la Cámara baja.

Los cuatro senadores opuestos a la reforma coinciden en que la propuesta debilitaría el control fronterizo y provocaría la llegada de más indocumentados. De este modo, lo primero que piden es eliminar todas las enmiendas que, en su opinión, debilitan los controles y privan a las Fuerzas del Orden de mecanismos para expulsar a migrantes.

Por ejemplo, se niegan a aceptar que no se puedan realizar detenciones en hospitales y universidades, una de las enmiendas de la reforma.

Lo que pelean los republicanos es que, antes de legalizar a los indocumentados, hay que reforzar los controles fronterizos.

La "banda de los cuatro", como les han llamado algunos comentaristas en oposición a la "banda de ocho" que lanzó la iniciativa, también se ha mostrado preocupada por las consecuencias económicas de la reforma.

Sugieren, por ejemplo, que los migrantes no tengan acceso a servicios sociales mientras están esperando a regularizar su situación, ya que eso supondría una carga para las arcas públicas.

Además, les preocupa que se les vaya a otorgar una amnistía fiscal a los migrantes después de ser regularizados.

Aunque coinciden en tumbar la reforma, cada uno de ellos expone argumentos distintos. Mientras Sessions se opone radicalmente al proyecto, su colega Lee parece más dispuesto a negociar un puñado de enmiendas.

Ayer mismo, el senador republicano por Texas John Cornyn advirtió que promoverá una enmienda para asegurar que la frontera sea 100 por ciento segura antes de regularizar a cualquier indocumentado.

Duros adversarios
 
Senadores conservadores y con gran poder en la Cámara alta se oponen a la reforma migratoria.

 
TED CRUZ
 
Trayectoria: Senador por Texas del Partido Republicano de origen cubano. Está alineado con el ultra conservador Tea Party. Le preocupa la seguridad fronteriza y cree que la regularización de indocumentados supone un agravio a los migrantes legales.

 
 
 
CHUCK GRASSLEY
 
Trayectoria: Senador republicano por Iowa. Es un peso pesado dentro del partido. Argumenta que la reforma provocará más problemas de los que resolverá, ya que funcionará como "efecto llamada" para nuevos migrantes indocumentados.

 
 
 
JEFF SESSIONS
 
Trayectoria: Senador por Alabama y representante republicano en el Comité presupuestario, es probablemente el opositor más radical de la reforma. Cree que la reforma afectará al empleo, la economía y la seguridad de Estados Unidos.

MIKE LEE
 
Trayectoria: Senador republicano por Utah y figura emergente en su partido, se ha mostrado fuertemente contrario a la reforma pero algo más partidario al diálogo que otros de sus compañeros. Considera al proyecto incompleto y ficticio.

Ángel Villarino corresponsal, Reforma, 6 de junio.

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