Petróleos Mexicanos (Pemex) ha perforado únicamente seis pozos en el Activo Integral Aguas Profundas del Golfo de México durante los últimos cinco años, lo cual es un avance limitado ante los retos que enfrenta la empresa, según balance de Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción.
Y es que dada la escasez de equipo suficiente en el mercado interno y externo, así como la capacidad de ejecución de PEP, los cuatro primeros pozos perforados por la empresa entre 2004-2006 fueron ejecutados por una sola plataforma.
La estructura marina tipo Ocean Worker, con bandera de las Islas Marshal, fue movida de un pozo a otro durante tres años para realizar las perforaciones de Naab 1, Noxal 1, Lakach y Lalail, con un costo promedio diario por arrendamiento en un precio que va de 300 y 400 mil dólares, de acuerdo con información de la subsidiaria.
Para las dos últimas perforaciones en los pozos Chelem 1 (improductivo) y Tamil, que se han desarrollado de 2007 a la fecha, se contrató la plataforma tipo Ocean Voyager.
Las dos plataformas que han realizado las obras en tirantes mayores a los 500 metros de profundidad fueron contratadas con la empresa Diamond Offshore, a través de su representante en México denominada Mexdrill Offshore.
Para continuar con los trabajos en la zona, Pemex contrató adicionalmente dos plataformas más que llegarán en 2009 y 2010, según anunció la empresa en licitaciones públicas internacionales.
El financiamiento de estos proyectos está sujeto a autorización vía Pidiregas como un desarrollo integral, ya que se utilizará parte de la infraestructura existente como ductos y plataformas en aguas someras para sacar los hidrocarburos a futuro.
Se espera una tercer plataforma perforadora en 2009 que será suministrada también por la empresa Diamond Offshore.
La principal limitante para Pemex son los altos costos que representa la perforación de un pozo en aguas profundas, ya que cada uno de éstos ha tenido un costo de entre 70 y 150 millones de dólares según las condiciones, tomando en cuenta que de seis pozos perforados dos han sido improductivos, según datos de la empresa.
PEP justifica que si bien han tenido a la fecha un porcentaje de éxito de 80 por ciento, los pozos que resultaron improductivos han servido para conocer las condiciones del subsuelo y tener mayor información para el futuro desarrollo de otros campos.
Riesgos en el fondo
De acuerdo con expertos, existen tres tipos de riesgos a los que se ha enfrentado la petrolera mexicana:
· Geológico: dificultad para identificar yacimientos a grandes profundidades.
· Operación: capacidad de las instalaciones para resistir a corrientes marinas, oleaje u oxidación.
· Financiero: exposición de capital debido a los altos costos de exploración, desarrollo y explotación que este tipo de operaciones requieren.
Y es que dada la escasez de equipo suficiente en el mercado interno y externo, así como la capacidad de ejecución de PEP, los cuatro primeros pozos perforados por la empresa entre 2004-2006 fueron ejecutados por una sola plataforma.
La estructura marina tipo Ocean Worker, con bandera de las Islas Marshal, fue movida de un pozo a otro durante tres años para realizar las perforaciones de Naab 1, Noxal 1, Lakach y Lalail, con un costo promedio diario por arrendamiento en un precio que va de 300 y 400 mil dólares, de acuerdo con información de la subsidiaria.
Para las dos últimas perforaciones en los pozos Chelem 1 (improductivo) y Tamil, que se han desarrollado de 2007 a la fecha, se contrató la plataforma tipo Ocean Voyager.
Las dos plataformas que han realizado las obras en tirantes mayores a los 500 metros de profundidad fueron contratadas con la empresa Diamond Offshore, a través de su representante en México denominada Mexdrill Offshore.
Para continuar con los trabajos en la zona, Pemex contrató adicionalmente dos plataformas más que llegarán en 2009 y 2010, según anunció la empresa en licitaciones públicas internacionales.
El financiamiento de estos proyectos está sujeto a autorización vía Pidiregas como un desarrollo integral, ya que se utilizará parte de la infraestructura existente como ductos y plataformas en aguas someras para sacar los hidrocarburos a futuro.
Se espera una tercer plataforma perforadora en 2009 que será suministrada también por la empresa Diamond Offshore.
La principal limitante para Pemex son los altos costos que representa la perforación de un pozo en aguas profundas, ya que cada uno de éstos ha tenido un costo de entre 70 y 150 millones de dólares según las condiciones, tomando en cuenta que de seis pozos perforados dos han sido improductivos, según datos de la empresa.
PEP justifica que si bien han tenido a la fecha un porcentaje de éxito de 80 por ciento, los pozos que resultaron improductivos han servido para conocer las condiciones del subsuelo y tener mayor información para el futuro desarrollo de otros campos.
Riesgos en el fondo
De acuerdo con expertos, existen tres tipos de riesgos a los que se ha enfrentado la petrolera mexicana:
· Geológico: dificultad para identificar yacimientos a grandes profundidades.
· Operación: capacidad de las instalaciones para resistir a corrientes marinas, oleaje u oxidación.
· Financiero: exposición de capital debido a los altos costos de exploración, desarrollo y explotación que este tipo de operaciones requieren.
Nota de Alma Hernández, Reforma, 31 de marzo.
