De acuerdo con fuentes legislativas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la iniciativa contempla además una tarifa adicional a los posibles inversionistas de entre 1% y 20%, en función de la profundidad de los pozos y de su potencial encontrado.
Se espera un pago promedio de 50 millones de dólares por pozo y si éste requiere perforación a mil 500 metros se pagarán poco más de 100 millones de dólares. Se aclara que no se dará crudo en pago.
En caso que los trabajos no sean exitosos, refiere la fuente consultada, la empresa o el consorcio privado asumirá los costos y, en todo caso, al encontrarse petróleo o gas se pagaría por tarifa.
El proyecto prevé que para la división de bloques en aguas profundas se modifique la Ley de Adquisiciones, Arrendamiento y Servicios del Sector Público, y no entraría a discusión cambios al artículo 27 constitucional.
“Es un esquema que no compromete ni producción, ni reservas, ni renta petrolera, toda vez que cada pozo tiene su particularidad geológica y su propia complejidad”, confirmó el senador panista, Juan Bueno Torio.
La Secretaría de Energía (Sener) ha evaluado el capital de riesgo exploratorio en aguas profundas, donde los costos por pozo podrían ser de 15 hasta 120 millones de dólares, tomando en cuenta el tirante de agua, la complejidad geológica y la profundidad de la reserva.
Según los entrevistados, este modelo fue usado por Rusia tras el mandato del ex presidente Vladimir Putin, y hoy por China.
Bueno Torio señaló que el esquema de segmentación de áreas es conocido como “unitización”, donde un campo con determinada superficie se convierte en una zona de operación. “Así opera Brasil; estamos tratando de definir con quién vamos en alianza a una determinada unidad y con quién vamos a otra”, dijo.
México trabaja desde 2004 con un esquema de conformación de bloque para la explotación de gas en la Cuenca de Burgos y también diseñó la explotación del yacimiento Chicontepec, en ocho bloques que serán licitados.
Según el portafolio de inversiones de Pemex, las áreas definidas en aguas profundas, y que tendrían que ser segmentadas son: Perdido, Lamprea y Lankahuasa Profundo, Coatzacoalcos Profundos y Campeche Profundo.
Se prevé que para la explotación de estas áreas se deba perforar entre mil 700 y 3 mil pozos a 30 años.
Las fuentes consultadas dijeron que en la discusión ya se sumó la Secretaría de Hacienda, misma que ha abordado el proyecto de reforma energética “que el PRI no ve mal”.
Entre lo analizado se encuentra el dar autonomía de gestión a Pemex, y la creación de un consejo técnico de hidrocarburos.
El PRI añade la creación de una comisión regulatoria formada por el Congreso, y que la ratificación del director de Pemex quede en manos de los legisladores, lo cual aún no cuenta con el aval de Hacienda. Incluso, comentaron, Hacienda propuso colocar en la Bolsa Mexicana de Valores un porcentaje de las reservas probadas de crudo, para financiar el desarrollo de la industria, en lo cual están de acuerdo los priístas, siempre y cuando los recursos se entreguen a Pemex para reinversión y no vayan a parar a las arcas gubernamentales.
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