El “Diagnóstico: situación de Pemex”, presentado hoy por la secretaría de Energía, Georgina Kessel, y el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, expone que las petroleras que ocupan los tres primeros lugares a nivel mundial son Saudi Aramco, NIOC (Irán), y ExxoMobil.
El documento refiere que en 2007, la producción de crudo de Pemex (tres millones 82 mil barriles diarios) la ubicó en el tercer lugar mundial, y el volumen de proceso de crudo en sus refinerías (un millón 269 mil barriles diarios) en el sitio 13.
Indica que por su producción de gas fue la 14 más relevante a nivel internacional, y que si se compara al nivel de países, México ocupa el lugar seis y el 19 lugar en cuanto a producción de crudo y de gas natural, en ese orden.
En cuanto a capacidad de refinación, el país ocupa la posición número 15 a nivel mundial.
“La comparación de Pemex con otras empresas petroleras con base en diversos indicadores relevantes es poco alentadora”, reconoce el diagnóstico oficial.
Si bien un número importante de las empresas petroleras ha mostrado disminuciones de su nivel de restitución de reservas durante el lustro pasado, los porcentajes de restitución se mantienen alrededor de ciento por ciento.
Por su parte, Pemex es la empresa estatal con el nivel más bajo de reservas probadas y presenta la menor tasa de restitución de éstas (la cantidad de hidrocarburos que se reponen o incorporan por nuevos descubrimientos con respecto a lo que se produjo en un periodo dado), del orden de 50 por ciento.
A partir de datos de 2006, la comparación entre las principales empresas petroleras estatales en términos de la relación de reservas probadas a producción de hidrocarburos líquidos señala que Pemex presenta la menor relación reservas/producción.
“Para Pemex, el principal reto no es sólo financiero, sino fundamentalmente operativo, tecnológico y de capacidad de ejecución”, destaca el documento.
”Pemex necesita a la IP
La paraestatal necesita el apoyo de empresas privadas especializadas para obtener tecnología y “capitalizar” un programa de expansión que le permita superar la crítica situación en que se encuentra, afirmó este domingo el gobierno mexicano.
“Es necesario que Pemex pueda contar con el apoyo de empresas especializadas, bajo mecanismos eficientes que le permitan obtener la mejor tecnología y conduzcan a maximizar la renta petrolera en beneficio del país”, dijo la secretaria de Energía, Georgina Kessel, al presentar un diagnóstico sobre la situación de la petrolera.
El diagnóstico, que dibuja una situación crítica de la empresa estatal, se produce en el marco de un agrio debate político por la intención del gobierno de aprobar una reforma energética.
Según la oposición de izquierda, esta reforma busca privatizar de forma encubierta a Pemex, nacionalizada desde 1938.
Por su parte, el director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, se mostró proclive a una “capitalización para sustentar un programa de expansión”, lo cual, aseguró, “no es una capitalización en sí misma”.
Kessel subrayó que Pemex requiere inversión en todos sus aspectos de operación: tanto en materia de exploración y producción (para contrarrestar el declive que ha sufrido en los últimos tres años) como de refinación y de transporte, almacenamiento y distribución.
Para ello, “es preciso dotar a Pemex de un nuevo marco jurídico” que elimine “las restricciones que le impiden elevar su capacidad de ejecución y desarrollar el conocimiento para administrar nuevas tecnologías” que le permitan, particularmente, extraer crudo de aguas profundas, dijo.
Esto, dijo la funcionaria, “sin ceder soberanía ni la propiedad sobre los hidrocarburos”, agregó.
La caída de Pemex
Pemex, que aporta 40% de los ingresos fiscales de México, “pasó de ser la sexta empresa petrolera del mundo en 2004 a ser la onceava en 2007”, debido a un declive tanto en su producción como en sus reservas probadas en los últimos años, advirtió la funcionaria.
En este sentido el diagnóstico señala que su producción ha acumulado desde 2005 una caída de 300,000 barriles diarios, produciendo en 2007 un promedio 3 millones 082,000 barriles diarios, lo que ha supuesto que “México dejó de obtener en los últimos tres años en forma acumulada ingresos por ventas del orden de 10.000 millones de dólares”.
Para 2012, alertó Kessel, la reducción será de 800.000 barriles diarios y de 1,5 millones en 2018.
En cuanto a las reservas, en 2002, las probadas eran de 20.100 millones de barriles de crudo equivalente, correspondiente a 13 años de producción, mientras que en 2007 habían descendido a 14.700 millones, 27% menos, lo que significa que el país cuenta con petróleo para 9,2 años.
Y en lo que se refiere a refinación, Reyes Heroles advirtió que actualmente México importa 40% de la gasolina que consume, y que “pronto llegará al 50 por ciento”.
En consecuencia, México -que no construye nuevas refinerías desde 1979- necesitaría construir cada tres años una nueva durante los próximos 20 años.
Nota de El Economista con información de Notimex y AFP, 31 de marzo.
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