Ambos funcionarios presentaron ayer el documento "Diagnóstico: Situación de Pemex" y establecieron que ahora corresponde al Legislativo las acciones a tomar, informaron que el dicho análisis fue entregado ayer domingo a los dirigentes de los distintos partidos políticos y a los coordinadores de las diferentes bancadas legislativas.
El documento plantea que México dejó de obtener en los últimos 3 años en forma acumulada ingresos por ventas del orden de 10,000 millones de dólares, debido a que la reducción de la producción registrada desde 2005 y que a la fecha acumula una caída de 300,000 barriles diarios (mbd).
Lo que significa por cada año que pasé sin que se realicen los cambios que se requieren, la petrolera podría dejar de recibir aproximadamente 3,300 millones de dólares.
El documento detalla la situación difícil de la paraestatal (reducción de producción de petróleo y de combustibles, limitada infraestructura que podría poner en riesgo el abasto de energéticos) que ha probado que su presencia a nivel internacional se aleje cada vez más de las principales petroleras del mundo (pasó de lugar 6 en el año 2000 al 11 en el 2007), Georgina Kessel dejó en claro que el diagnóstico servirá para la elaboración de la iniciativa de reforma energética, la cual deberán realizar todos los actores políticos. Además de que se trabaja con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para encontrar al interior del gobierno federal los retos que enfrenta la petrolera en la parte financiera y de ejecución operativa.
En conferencia de prensa conjunta, Jesús Reyes Heroles, el director de Pemex, dijo que las restricciones al marco regulatorio se da principalmente en materia de adquisiciones y contratación de obra pública; así como adecuar y mejorar su esquema de fiscalización.
Expresó que Pemex enfrenta una situación "muy difícil" en varios aspectos, Pemex ha venido observando una caída de producción de petróleo, las reservas han venido disminuyendo, en materia de refinación estamos pronto a importar el 50% de la demanda de gasolinas, la infraestructura de trasporte y almacenamiento pone en riesgos el abasto de combustibles en el país.
Urge terminar con la reconfiguración refinerías y construir una refinería cada tres años durante un periodo de 20 años, es decir, en total tendrán que ser unas cinco nuevas refinerías.
El diagnóstico tiene como idea compartir con los legisladores la situación en que vive la paraestatal y las áreas en donde se puede mejorar la operación y ejecución de proyectos como son: refinación, ductos, almacenamientos y aguas profundas.
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