El sector privado puede participar en la construcción y operación de una nueva refinería que dé servicios de maquila a Pemex, ya que las leyes reglamentarias del ramo petrolero no lo impiden.
De acuerdo con la firma Calvillo Abogados, no es necesario modificar la Constitución para permitir la participación privada en refinación, particularmente bajo el esquema de maquila.
Bajo el esquema actual, Pemex maquila refinados en otras plantas fuera del país pero bajo este concepto la paraestatal no tendría que llevar el petróleo fuera, sino que empresarios nacionales darían ese servicio.
De hecho, éste es uno de los esquemas que está analizando la Secretaría de Energía como parte de la reforma energética.
Pemex tiene vigentes varios contratos de maquila con refinerías en EU de aproximadamente 200 mil barriles diarios; el más importante de ellos con su socio Shell en la refinería de Deer Park, sin embargo, en estos momentos no está enviando crudo bajo ese esquema.
La maquila implica la entrega de un determinado número de barriles de petróleo a un particular, en México o en el extranjero, que lo refine y entregue productos como gasolina, diesel, turbosina, y otros derivados.
Juan Antonio Bargés, director de Hidrocarburos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró que 50 por ciento de la inversión de una refinería es para desarrollar todas las instalaciones de manejo de vapor, agua, electricidad y almacenes, lo cual no está relacionado con el petróleo y es una área que podría desarrollar al 100 por ciento el sector privado.
Pemex aplica contratos similares en las plantas de nitrógeno en Cantarell, donde tiene un contrato de inyección de nitrógeno a los pozos de Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, o en las plantas de compresión de gas para introducir el gas proveniente del Golfo de México hacia el interior del País.
Pedro Reséndez, asesor legal de al menos cinco firmas nacionales y extranjeras interesadas en participar en México bajo este esquema, manifestó que primero sería necesario establecer un acuerdo con el Sindicato Petrolero para incluir a los trabajadores en la operación de las nuevas refinerías.
Para la refinación de crudo bajo el esquema de maquila, Pemex lanzaría la convocatoria del contrato, estableciendo una fórmula que integre el costo de la maquila, el costo por el financiamiento del proyecto y un porcentaje de utilidades.
Sin embargo, representantes de posibles inversionistas que pudieran participar en dicho esquema consideran que definir abiertamente un esquema de maquila para incentivar la participación de la IP tiene un alto grado de incertidumbre para las inversiones.
Bargés precisó que debido a los niveles de inversión de entre 4 y 8 mil millones de dólares que demandaría construir un nuevo tren de refinados, que correría a cargo de los privados, éstos requieren certeza legal para atraer a empresas con experiencia en el ramo.
Alejandro López Velarde, abogado especialista en asesorar a inversionistas del sector energético en México, expresó que es permisible la participación de empresas privadas bajo este concepto, siempre y cuando se establezca la garantía del contrato.
Sin embargo, en la opinión de la Academia Mexicana de Derecho Energético (AMDE), el esquema de maquila está descartado grandes petroleras como Exxon Mobil, Chevron, Shell o British Petroleum, pues son pocas las utilidades que podrían obtener en comparación con la formación de alianzas estratégicas en una reforma de mayor alcance para Pemex.
La visión de grandes refinadoras de este tipo es invertir en donde se presenten las mejores condiciones de mercado para sus proyectos, lo cual depende de las oportunidades que se presenten, consideró Humberto Celis Aguilar Álvarez, presidente de la AMDE.
Si bien considero que lo deseable es una reforma integral de largo plazo que ofrezca mayores garantías a los inversionistas, es posible desarrollar actividades en refinación y trasporte.
Nicolás Borda, abogado especialista en reglas legales de inversión del sector energético, consideró que a través de contratos de servicios se podría materializar la participación privada en refinación mediante un esquema de construcción, arrendamiento y transferencia de productos.
De acuerdo con la firma Calvillo Abogados, no es necesario modificar la Constitución para permitir la participación privada en refinación, particularmente bajo el esquema de maquila.
Bajo el esquema actual, Pemex maquila refinados en otras plantas fuera del país pero bajo este concepto la paraestatal no tendría que llevar el petróleo fuera, sino que empresarios nacionales darían ese servicio.
De hecho, éste es uno de los esquemas que está analizando la Secretaría de Energía como parte de la reforma energética.
Pemex tiene vigentes varios contratos de maquila con refinerías en EU de aproximadamente 200 mil barriles diarios; el más importante de ellos con su socio Shell en la refinería de Deer Park, sin embargo, en estos momentos no está enviando crudo bajo ese esquema.
La maquila implica la entrega de un determinado número de barriles de petróleo a un particular, en México o en el extranjero, que lo refine y entregue productos como gasolina, diesel, turbosina, y otros derivados.
Juan Antonio Bargés, director de Hidrocarburos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró que 50 por ciento de la inversión de una refinería es para desarrollar todas las instalaciones de manejo de vapor, agua, electricidad y almacenes, lo cual no está relacionado con el petróleo y es una área que podría desarrollar al 100 por ciento el sector privado.
Pemex aplica contratos similares en las plantas de nitrógeno en Cantarell, donde tiene un contrato de inyección de nitrógeno a los pozos de Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, o en las plantas de compresión de gas para introducir el gas proveniente del Golfo de México hacia el interior del País.
Pedro Reséndez, asesor legal de al menos cinco firmas nacionales y extranjeras interesadas en participar en México bajo este esquema, manifestó que primero sería necesario establecer un acuerdo con el Sindicato Petrolero para incluir a los trabajadores en la operación de las nuevas refinerías.
Para la refinación de crudo bajo el esquema de maquila, Pemex lanzaría la convocatoria del contrato, estableciendo una fórmula que integre el costo de la maquila, el costo por el financiamiento del proyecto y un porcentaje de utilidades.
Sin embargo, representantes de posibles inversionistas que pudieran participar en dicho esquema consideran que definir abiertamente un esquema de maquila para incentivar la participación de la IP tiene un alto grado de incertidumbre para las inversiones.
Bargés precisó que debido a los niveles de inversión de entre 4 y 8 mil millones de dólares que demandaría construir un nuevo tren de refinados, que correría a cargo de los privados, éstos requieren certeza legal para atraer a empresas con experiencia en el ramo.
Alejandro López Velarde, abogado especialista en asesorar a inversionistas del sector energético en México, expresó que es permisible la participación de empresas privadas bajo este concepto, siempre y cuando se establezca la garantía del contrato.
Sin embargo, en la opinión de la Academia Mexicana de Derecho Energético (AMDE), el esquema de maquila está descartado grandes petroleras como Exxon Mobil, Chevron, Shell o British Petroleum, pues son pocas las utilidades que podrían obtener en comparación con la formación de alianzas estratégicas en una reforma de mayor alcance para Pemex.
La visión de grandes refinadoras de este tipo es invertir en donde se presenten las mejores condiciones de mercado para sus proyectos, lo cual depende de las oportunidades que se presenten, consideró Humberto Celis Aguilar Álvarez, presidente de la AMDE.
Si bien considero que lo deseable es una reforma integral de largo plazo que ofrezca mayores garantías a los inversionistas, es posible desarrollar actividades en refinación y trasporte.
Nicolás Borda, abogado especialista en reglas legales de inversión del sector energético, consideró que a través de contratos de servicios se podría materializar la participación privada en refinación mediante un esquema de construcción, arrendamiento y transferencia de productos.
Nota de Alma Hernández, Reforma, 31 de marzo.
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