Los tres principales partidos coincidieron ayer en que son necesarias las diferencias entre ellos, pero sin llegar a la polarización, y advirtieron que la discordia debe tener como límite las instituciones y concluir en las urnas.
PRI, PAN y PRD estuvieron de acuerdo con que la uniformidad pone en peligro al país, como también que haya quienes crean que las instituciones no sirven, porque son éstas las que pueden resarcir las fallas producto del quehacer gubernamental.
En el debate sobre la Discordia y la Concordia, organizado por la revista Nexos, el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, advirtió que en aras de generar concordia no se puede permitir la simulación, y alertó que las unanimidades son propias de regímenes pasados o autoritarios.
“Si vamos a hablar de concordia no debemos simular lo que pensamos, el punto de partida que tenemos, y los ciudadanos se alejan de nosotros porque a veces simulamos lo que pensamos, en aras de construir aveces una concordia ficticia, que no tiene una base social o que no es útil socialmente”.
En el Club de Industriales, Beatriz Paredes, presidenta nacional del PRI, destacó como coincidencia entre las tres principales fuerzas políticas, la necesidad de profundizar en la democracia y que ésta sea eficaz, “creo que se puede perfectamente ser enérgico, ser firme, ser claro y diferenciarse, sin polarizar, porque cada vez que este país se ha polarizado, se ha partido”.
Sostuvo que es necesario “clarificar conceptos, propuestas y propósitos y que esto no se haga descalificando a quien piensa distinto”.
Destacó como la mayor coincidencia entre los tres partidos, “que nadie crea que la uniformidad sea la verdad universal”.
En el contexto de las campañas electorales, advirtió que una política de golpes bajos “a lo único que beneficia es al mundo bajo, y éste no tiene cabida en este país”.
En su intervención, la priista criticó que el dirigente del PAN se manifieste contra la simulación, cuando su partido plantea propósitos y actúa de otra manera, y puso como ejemplo la defensa del Estado laico, cuando en los hechos, gobiernos emanados de Acción Nacional no cumplen con este postulado.
En tanto, el líder nacional del PRD, Jesús Ortega, dijo que la clase política debe ser autocrítica, porque hay elementos que le dan la razón a ciudadanos, de no verles la utilidad a los políticos que participan en “escándalos grotescos”, al aludir a Carlos Ahumada, y que se permita “que un pillo o un truhán se convierta en una celebridad literaria”.
También hizo referencia, sin mencionar nombres, a un gobernador “literalmente embriagado que insulta a los habitantes de una entidad, que no comparten su opinión”; lo mismo que de un mandatario estatal que “habla con groserías e insultos y que agradece a un empresario que le dio regalos porque contribuyó a violentar la ley”.
Admitió que su partido no tiene la verdad absoluta, aunque al seno perredista hay quienes creen que es así. Lo cierto, dijo, es que es posible encontrar coincidencias con PRI y PAN, a partir de que no existen visiones absolutistas.
“Creo que hay que clarificar las diferencias porque ayudará a la concordia, y precisar las coincidencias ayudará a los acuerdos, pero nos falta lo esencial, coincidir en lo fundamental, en el Pacto Nacional de las fuerzas políticas y de los actores económicos y sociales”, dijo.
Claves
Por separado
• Paredes dijo que hay una crisis de representatividad que no se ha podido resolver sólo con los procesos electorales y advirtió que “el liderazgo no se gana sólo ganando una elección”.
• Martínez criticó el rumbo que toma el desempeño de los organismos electorales, al censuar la libertad de expresión y aseguró que ésta debe ser expedita y ahí no debe radicar la discordia.
• Ortega dijo que su partido es el único que ha expulsado políticos corruptos a diferencia del PRI y el PAN, con personajes como Carlos Salinas o Diego Fernández de Cevallos y “a lo mejor en el PRD hay otros y vamos a tomar medidas en el tiempo preciso, ¡van a ver!”.
PRI, PAN y PRD estuvieron de acuerdo con que la uniformidad pone en peligro al país, como también que haya quienes crean que las instituciones no sirven, porque son éstas las que pueden resarcir las fallas producto del quehacer gubernamental.
En el debate sobre la Discordia y la Concordia, organizado por la revista Nexos, el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, advirtió que en aras de generar concordia no se puede permitir la simulación, y alertó que las unanimidades son propias de regímenes pasados o autoritarios.
“Si vamos a hablar de concordia no debemos simular lo que pensamos, el punto de partida que tenemos, y los ciudadanos se alejan de nosotros porque a veces simulamos lo que pensamos, en aras de construir aveces una concordia ficticia, que no tiene una base social o que no es útil socialmente”.
En el Club de Industriales, Beatriz Paredes, presidenta nacional del PRI, destacó como coincidencia entre las tres principales fuerzas políticas, la necesidad de profundizar en la democracia y que ésta sea eficaz, “creo que se puede perfectamente ser enérgico, ser firme, ser claro y diferenciarse, sin polarizar, porque cada vez que este país se ha polarizado, se ha partido”.
Sostuvo que es necesario “clarificar conceptos, propuestas y propósitos y que esto no se haga descalificando a quien piensa distinto”.
Destacó como la mayor coincidencia entre los tres partidos, “que nadie crea que la uniformidad sea la verdad universal”.
En el contexto de las campañas electorales, advirtió que una política de golpes bajos “a lo único que beneficia es al mundo bajo, y éste no tiene cabida en este país”.
En su intervención, la priista criticó que el dirigente del PAN se manifieste contra la simulación, cuando su partido plantea propósitos y actúa de otra manera, y puso como ejemplo la defensa del Estado laico, cuando en los hechos, gobiernos emanados de Acción Nacional no cumplen con este postulado.
En tanto, el líder nacional del PRD, Jesús Ortega, dijo que la clase política debe ser autocrítica, porque hay elementos que le dan la razón a ciudadanos, de no verles la utilidad a los políticos que participan en “escándalos grotescos”, al aludir a Carlos Ahumada, y que se permita “que un pillo o un truhán se convierta en una celebridad literaria”.
También hizo referencia, sin mencionar nombres, a un gobernador “literalmente embriagado que insulta a los habitantes de una entidad, que no comparten su opinión”; lo mismo que de un mandatario estatal que “habla con groserías e insultos y que agradece a un empresario que le dio regalos porque contribuyó a violentar la ley”.
Admitió que su partido no tiene la verdad absoluta, aunque al seno perredista hay quienes creen que es así. Lo cierto, dijo, es que es posible encontrar coincidencias con PRI y PAN, a partir de que no existen visiones absolutistas.
“Creo que hay que clarificar las diferencias porque ayudará a la concordia, y precisar las coincidencias ayudará a los acuerdos, pero nos falta lo esencial, coincidir en lo fundamental, en el Pacto Nacional de las fuerzas políticas y de los actores económicos y sociales”, dijo.
Claves
Por separado
• Paredes dijo que hay una crisis de representatividad que no se ha podido resolver sólo con los procesos electorales y advirtió que “el liderazgo no se gana sólo ganando una elección”.
• Martínez criticó el rumbo que toma el desempeño de los organismos electorales, al censuar la libertad de expresión y aseguró que ésta debe ser expedita y ahí no debe radicar la discordia.
• Ortega dijo que su partido es el único que ha expulsado políticos corruptos a diferencia del PRI y el PAN, con personajes como Carlos Salinas o Diego Fernández de Cevallos y “a lo mejor en el PRD hay otros y vamos a tomar medidas en el tiempo preciso, ¡van a ver!”.
Liliana Padilla y Mauricio Pérez, Milenio, 14 de mayo.
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