Guerrilla chavista opera en frontera

El zafarrancho de combate del presidente venezolano Hugo Chávez al pedir a sus fuerzas armadas y a sus seguidores civiles “no perder ni un día en nuestra principal misión: prepararnos para la guerra”, coincidió con la presencia de tres problemas que mellan su respaldo interno: apagones eléctricos, racionamiento de agua y la violencia criminal por grupos irregulares en la frontera con Colombia

La semana pasada once jóvenes colombianos que practicaban fútbol en un caserío del sudoeste venezolano fueron secuestrados y fusilados por individuos fuertemente armados. Para el gobierno en Caracas fue un ajuste de cuentas entre grupos paramilitares del país vecino. Pero según autoridades locales que pidieron el anonimato fue una acción de la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) o bien “el brazo venezolano de chavistas armados en la zona” que se identifican como Fuerza Bolivariana de Liberación (FBL), “una especie de sucursal venezolana del ELN mismo”. Venezuela ha denunciado como una agresión el acuerdo entre Bogotá y Washington que permitirá a fuerzas estadunidenses usar siete bases militares colombianas en su lucha común contra terrorismo y narcotráfico. Según Chávez son “punta de lanza” para derrocarlo y destruir su proyecto de “socialismo del siglo XXI”. Pero mientras esas denuncias remiten a un escenario de guerra convencional entre vecinos, en la frontera se aviva la violencia criminal.

El verdadero problema entre Colombia y Venezuela es el de su frontera”, coincidieron en afirmar a este diario diplomáticos latinoamericanos. No es el de una eventual guerra de Caracas contra el eje Bogotá-Washington, la cual “no duraría ni tres días”, según el general (R) Raúl Salazar, ex ministro de Defensa, sino la acumulación de problemas en la frontera sudoeste venezolano-noreste colombiano. Allí además se centra el torniquete que Chávez ordenó sobre el comercio bilateral apenas se anunció en julio el acuerdo sobre las bases. La represión del contrabando, que era más o menos tolerado, como el de la gasolina barata de Venezuela, endurece a los grupos delictivos que lo aúpan y exacerba ánimos. “Este problema, así como el racionamiento de agua y luz, común en la provincia pero que ahora se magnifica al llegar a Caracas, hiere el respaldo popular de que goza Chávez porque no son problemas que pueda atribuir a gobiernos anteriores o al imperialismo”, opinó el analista Manuel Sierra. Luis León, de la encuestadora Datanálisis, dijo a su vez que la falta de agua y luz comienza a aparecer en el ranking de los problemas más sentidos, aunque todavía lejos de la criminalidad o el desempleo. Ir a un posible conflicto con Colombia es rechazado por ocho de cada diez venezolanos, según León. Después que el domingo pasado ordenó la preparación para la guerra, Chávez recogió velas desde el martes pues sólo habría hecho “un comentario sobre el viejo adagio de que si quieres la paz, prepárate para la guerra”, y culpó a los medios de prensa de Venezuela y del exterior de “manipular” sus declaraciones. Se trató de una de sus típicas jugadas políticas: avanza hasta un punto en que a sus contendores todo les parece negro, luego retrocede unos pasos y la situación queda gris o gris oscuro, pero siempre más adelante de la que fue su situación inicial.

De otra parte, la ministra venezolana de Comunicación e Información, Blanca Eekhout, denunció ayer que los medios internacionales dirigen una campaña mediática en contra de Chávez y rechazó que su país desee una guerra contra Colombia. “Hemos sido víctimas de ataques. Hoy la campaña (es) contra Venezuela, contra nuestro comandante Hugo Chávez, uno de los demócratas más auténticos del mundo”, dijo Eekhout en una rueda de prensa, señalando que “la mayoría de la prensa internacional se ha dedicado a convertir a Venezuela en blanco de sus ataques”.

Según la ministra, desde EU se busca “crear un conflicto entre Colombia y Venezuela y además tergiversar y mentir sobre cualquier cosa que diga nuestro presidente”. “Venezuela ha demostrado ser un país profundamente pacífico. A lo largo de toda nuestra historia en el único momento en que nuestro ejército libertador ha salido de nuestro territorio ha sido a liberar y construir naciones libres (...) ha sido a dar la mano y a vencer a las tiranias”, dijo Eekhout, en referencia a las luchas independentistas del siglo XIX. “La guerra entre hermanos sólo es interés de EU” (...) Entendemos que es necesario no cerrar ningún espacio para lograr reconquistar la a paz y la unidad verdadera”, agregó. El domingo pasado, Chávez llamó a los responsables militares y al pueblo venezolano a prepararse “para la guerra”, pero el martes negó que quisiera provocar un conflicto armado con Colombia.

Mediación

En Brasil, el asesor de política internacional de la presidencia brasileña, Marco Aurelio Garcia, afirmó ayer que el gobierno del mandatario sudamericano, Luiz Inácio Lula da Silva está dispuesto a mediar en la actual crisis diplomática entre Colombia y Venezuela.

Garcia propuso un sistema de monitoreo para esa frontera. “Si dependiera de nosotros, haríamos conversar a los dos, a pedido de los dos”, afirmó el asesor al referirse a los presidentes colombiano, Álvaro Uribe, y venezolano, Hugo Chávez, cuyas relaciones se han agravado en las últimas semanas.

En Colombia, miles de niños dejaron la guerra

En Colombia, en los últimos diez años, 4,136 menores de edad se desvincularon de los grupos armados ilegales de guerrillas izquierdistas y paramilitares de extrema derecha, según un reporte del estatal Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) divulgado ayer. La cifra fue dada a conocer por la entidad estatal al conmemorar en Bogotá los diez años del programa de atención a los niños desvinculados del conflicto armado interno, que azota a la nación andina desde hace más de 40 años. La labor del instituto consiste básicamente en brindar atención psicosocial a los menores para que sanen las heridas que les deja la guerra, y brindarles apoyo con sus estudios de primaria y bachillerato, e incluso de educación superior. A su vez un reporte de la policía colombiana señaló que, según estimativos de Organizaciones No Gubernamentales, de 8 mil a 13 mil niños, niñas y adolescentes integran los grupos armados ilegales. El documento explica, sin embargo, que “la determinación de cifras exactas es compleja, en la medida que los casos de reclutamiento ilícito se hacen intangibles, ante la carencia de denuncias y el bajo perfil de la guerrilla en esta actividad”. Por su parte, un estudio sobre reclutamiento ilícito de menores presentado en 2008 por la Fundación Maya Nasa en conjunto con la Vicepresidencia de la República y el ICBF, señaló que en Colombia, entre 15 y 20% de los integrantes de los grupos armados ilegales son niños y niñas. Según ese estudio, el principal grupo responsable de reclutamiento de menores de edad es la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunista). El documento también revela que las principales labores de los niños en el grupo rebelde son las de mayor riesgo, como la elaboración y manipulación de explosivos y de minas antipersona, así como la conformación del primer anillo de seguridad de los campamentos y confrontaciones. (Bogotá. AFP)
Humberto Márquez en Caracas, Milenio, 13 de noviembre.

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