"Riesgos, si atrasan reforma": Pedro Joaquín Coldwell

Para Pedro Joaquín Coldwell los primeros beneficios de la Reforma Energética se comenzarán a ver en dos años, a partir de que entre en vigor la legislación secundaria. De acuerdo con el secretario de Energía, las mejoras para el país tendrán que reflejarse en un crecimiento de la producción, en una generación de empleos importante y en mejores precios de algunos energéticos como electricidad y gas, por ejemplo.

Confía, por ello, en que las leyes secundarias que queden avaladas antes de julio, para que durante el segundo semestre del año “podamos estar procediendo a su implementación”.

En este sentido, el secretario de Energía advirtió que avalar el paquete hasta septiembre “afectará los tiempos, pero tenerla en tiempo nos permitiría estar definiendo la Ronda Cero en septiembre y litaciones a fines de 2014”, aseguró.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario federal indicó que durante el proceso legislativo de la aprobación de la ley secundaria “seguramente los legisladores van a hacer cambios que contribuyan a enriquecer la iniciativa del Ejecutivo”; sin embargo, consideró que hay un conjunto de principios que deberán preservarse: el principio constitucional del dominio de la nación sobre los hidrocarburos, así como la libre concurrencia y participación en todas las actividades del sector para, particularmente, estimular la competencia en beneficio de los consumidores.

Admitió que el punto que se refiere a la apertura de la cadena de hidrocarburos es “sin lugar a dudas el más polémico”, pero también el que puede traer más inversión, tecnología de punta y generación de empleos.

La apertura en materia de expendios de gasolina será total, pero no súbita. Será gradual porque en México no hay suficiente infraestructura.

“Se trata de dar un plazo suficiente para que se vaya construyendo la estructura necesaria de almacenaje y de ductos de gasolina y podamos hablar de condiciones de competencia”.

Destacó que los contratos de las empresas que participarán en el sector petrolero y energético serán adjudicados por licitación pública y se elegirá al participante que ofrezca las mejores condiciones económicas al Estado y será el único requisito que se pedirá.

“Quizá algunos expertos pueden disentir en este punto, en el sentido de que podría haber otros aspectos como la tecnología”, pero el Ejecutivo ha querido privilegiar la transparencia en la asignación de los contratos, por eso éste es el criterio dominante, dijo. 

Rogelio Cárdenas Estandía, El Universal, 12 de mayo.