Tras conocer que los diputados federales no aprobaron la propuesta de otorgar facultades a la policía para ingresar a domicilios sin orden de cateo, el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República, José Luis Santiago Vasconcelos, declaró que los cuerpos policiacos continuarán atados de manos y seguirán actuando “a la mexicana” contra el crimen organizado.
El funcionario federal refirió que los uniformados harán lo que venían realizando antes, es decir, en algunos casos entrar a los inmuebles para rescatar a las víctimas de la delincuencia, pues el Estado mexicano no se puede quedar atado de manos para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Sin embargo, dicho revés también limitará los ánimos de algunos uniformados, pues en algunos casos los policías no intentarán entrar a las casas para rescatar a una persona que esté a punto de ser “despedazada”, por temor a que se inicie un proceso en su contra y, por ende, primero preferirán acudir a un juez para solicitar la orden correspondiente, aunque este protocolo le cueste la vida a la víctima.
Entrevistado en el noticiario radiofónico que conduce Joaquín López-Dóriga, en Radio Fórmula, Santiago Vasconcelos reconoció que el ingreso a domicilios sin una orden se ha dado en muchas ocasiones, por lo que era necesario llevarlo al foro constitucional para que fuera debidamente legislado y normado.
Subrayó que la propuesta que no fue avalada por la Cámara de Diputados tenía como objetivo velar por la integridad corporal de las personas, por sus bienes y por la vida.
Los casos de excepción que preveía la propuesta estaban encaminados directamente a la protección de las víctimas.
“Estamos hablando de aquellos casos en los que estaba a punto de cometerse una violación, se sabía que estaba actuándose indebidamente en ese lugar, donde se iba a cometer un homicidio, donde se tiene secuestrada una persona, esos son los casos de excepción a los que se refiere la ley”, expuso.
Los otros casos son una “persecución en caliente”, para atacar delitos en flagrancia, cuando el malhechor se introduce a un domicilio “y la policía se cruza de brazos con una gran frustración por parte de todos nosotros como ciudadanos, porque dice no puedo ingresar, es el domicilio, es inviolable y el ladrón se encuentra ahí burlándose de todos nosotros o lo más grave, estoy relizando un homicidio, estoy cometiendo una violación o haciendo pedazos a mi víctima…”
Dicha propuesta suprimida buscaba dar transparencia a esa necesidad de la autoridad de ingresar a rescatar una víctima o proteger la vida de alguien y, eso era lo único que se quería, plasmarlo en la Constitución, para que después en las leyes secundarias con todo detalle, con todo rigor, se expusieran los casos de excepción a la inviolabilidad del domicilio y se sancionara severamente a quien no observara esos casos de excepción, manifestó.
Finalmente dijo que no es suficiente que una persona autorice a la policía ingresar a su casa, pues existe el antecedente de un impartidor de justicia que pretendió sancionar a los policías y que aseguró que “el domicilio no es un bien que pueda ser disponible”.
El funcionario federal refirió que los uniformados harán lo que venían realizando antes, es decir, en algunos casos entrar a los inmuebles para rescatar a las víctimas de la delincuencia, pues el Estado mexicano no se puede quedar atado de manos para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Sin embargo, dicho revés también limitará los ánimos de algunos uniformados, pues en algunos casos los policías no intentarán entrar a las casas para rescatar a una persona que esté a punto de ser “despedazada”, por temor a que se inicie un proceso en su contra y, por ende, primero preferirán acudir a un juez para solicitar la orden correspondiente, aunque este protocolo le cueste la vida a la víctima.
Entrevistado en el noticiario radiofónico que conduce Joaquín López-Dóriga, en Radio Fórmula, Santiago Vasconcelos reconoció que el ingreso a domicilios sin una orden se ha dado en muchas ocasiones, por lo que era necesario llevarlo al foro constitucional para que fuera debidamente legislado y normado.
Subrayó que la propuesta que no fue avalada por la Cámara de Diputados tenía como objetivo velar por la integridad corporal de las personas, por sus bienes y por la vida.
Los casos de excepción que preveía la propuesta estaban encaminados directamente a la protección de las víctimas.
“Estamos hablando de aquellos casos en los que estaba a punto de cometerse una violación, se sabía que estaba actuándose indebidamente en ese lugar, donde se iba a cometer un homicidio, donde se tiene secuestrada una persona, esos son los casos de excepción a los que se refiere la ley”, expuso.
Los otros casos son una “persecución en caliente”, para atacar delitos en flagrancia, cuando el malhechor se introduce a un domicilio “y la policía se cruza de brazos con una gran frustración por parte de todos nosotros como ciudadanos, porque dice no puedo ingresar, es el domicilio, es inviolable y el ladrón se encuentra ahí burlándose de todos nosotros o lo más grave, estoy relizando un homicidio, estoy cometiendo una violación o haciendo pedazos a mi víctima…”
Dicha propuesta suprimida buscaba dar transparencia a esa necesidad de la autoridad de ingresar a rescatar una víctima o proteger la vida de alguien y, eso era lo único que se quería, plasmarlo en la Constitución, para que después en las leyes secundarias con todo detalle, con todo rigor, se expusieran los casos de excepción a la inviolabilidad del domicilio y se sancionara severamente a quien no observara esos casos de excepción, manifestó.
Finalmente dijo que no es suficiente que una persona autorice a la policía ingresar a su casa, pues existe el antecedente de un impartidor de justicia que pretendió sancionar a los policías y que aseguró que “el domicilio no es un bien que pueda ser disponible”.
Nota de Rubén Mosso, Milenio, 27 de febrero.
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