PHOENIX.- Joe Arpaio, Sheriff del Condado de Maricopa, advirtió ayer que en los últimos años se ha incrementado el número de reos de origen hispano e indocumentados (la mayoría mexicanos) en el centro de detención local.
La cárcel del condado, destacó en un comunicado, cuenta con mil 953 reos de origen hispano e indocumentados, en su mayoría mexicanos y centroamericanos, cuando hace 10 años apenas había 700 ilegales.
"En dos estudios recientes, entre 27 y 53 por ciento de todos los sospechosos encarcelados por delitos graves, tienen en suspenso su situación migratoria, la gran mayoría de los que se encuentran en Estados Unidos son ilegales", indicó.
Según la estadística proporcionada por la oficina del alguacil, entre abril y septiembre del año pasado ingresaron a la cárcel del condado 7 mil 191 personas, mientras que de noviembre a diciembre fueron 2 mil 267 personas.
En el periodo de abril a septiembre se logró la detención de 3 mil 857 indocumentados que fueron encarcelados, mientras que en el bimestre noviembre-diciembre hubo 612 detenidos indocumentados que fueron ingresados al centro de reclusión del condado.
"Cero tolerancia en la aplicación de todas las leyes, incluyendo todos los aspectos de la ley estatal de trata de seres humanos y de las leyes federal de inmigración para detener a los extranjeros ilegales y encarcelarlos, tendrán un impacto en los niveles de criminalidad de nuestra comunidad, en particular los delitos cometidos por extranjeros en situación ilegal", señala el comunicado.
Según Arpaio, gracias a que 160 oficiales de su oficina fueron capacitados en leyes federales, éstos han comenzado a investigar el estatus migratorio de cada persona que se encuentra en la cárcel, con el objetivo de checar si no violan alguna disposición federal o estatal en materia de migración.
Para el Sheriff, el aumento en la población inmigrante ha propiciado alza en los casos de violencia, pues sólo durante la semana pasada hubo cuatro homicidios donde, estima el comunicado, están involucrados hispanos.
La cárcel del condado, destacó en un comunicado, cuenta con mil 953 reos de origen hispano e indocumentados, en su mayoría mexicanos y centroamericanos, cuando hace 10 años apenas había 700 ilegales.
"En dos estudios recientes, entre 27 y 53 por ciento de todos los sospechosos encarcelados por delitos graves, tienen en suspenso su situación migratoria, la gran mayoría de los que se encuentran en Estados Unidos son ilegales", indicó.
Según la estadística proporcionada por la oficina del alguacil, entre abril y septiembre del año pasado ingresaron a la cárcel del condado 7 mil 191 personas, mientras que de noviembre a diciembre fueron 2 mil 267 personas.
En el periodo de abril a septiembre se logró la detención de 3 mil 857 indocumentados que fueron encarcelados, mientras que en el bimestre noviembre-diciembre hubo 612 detenidos indocumentados que fueron ingresados al centro de reclusión del condado.
"Cero tolerancia en la aplicación de todas las leyes, incluyendo todos los aspectos de la ley estatal de trata de seres humanos y de las leyes federal de inmigración para detener a los extranjeros ilegales y encarcelarlos, tendrán un impacto en los niveles de criminalidad de nuestra comunidad, en particular los delitos cometidos por extranjeros en situación ilegal", señala el comunicado.
Según Arpaio, gracias a que 160 oficiales de su oficina fueron capacitados en leyes federales, éstos han comenzado a investigar el estatus migratorio de cada persona que se encuentra en la cárcel, con el objetivo de checar si no violan alguna disposición federal o estatal en materia de migración.
Para el Sheriff, el aumento en la población inmigrante ha propiciado alza en los casos de violencia, pues sólo durante la semana pasada hubo cuatro homicidios donde, estima el comunicado, están involucrados hispanos.
Nota de Emmanuel Salazar, corresponsal, Reforma, 2 de marzo.
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