CARACAS.- Habituados al temperamento del Presidente Hugo Chávez, los venezolanos no suelen sorprenderse por sus cambios de tono, pero el giro que ha tomado en relación a Colombia los ha sorprendido.
Hace apenas unos días, las tropas se movilizaban hacia la frontera y los colombianos, decía Chávez, tenían un Presidente criminal que dirigía un narcogobierno.
Sin embargo, de nada de eso habló el Mandatario el jueves cuando tomó la iniciativa de telefonear a su homólogo Álvaro Uribe, y acordó reunirse con él en los próximos días.
"Ambos Presidentes estuvieron de acuerdo en retomar el camino de las buenas relaciones políticas, diplomáticas, económicas, al tiempo que manifestaron su disposición a cooperar para evitar las agresiones de cualquier tipo contra la integridad de sus respectivos países", reportó el comunicado oficial.
Los analistas atribuyen el giro a la actitud regional demostrada durante la crisis entre Colombia y Ecuador. La Cumbre de Río habría servido de termómetro para replantear de manera táctica la relación.
"A partir de la crisis cambiaron las referencias no sólo para la relación bilateral sino también regional. En Santo Domingo se criticó la actitud de Colombia, pero también se planteó la redefinición de la soberanía en términos no estrictamente territoriales, y eso es clave en el replanteamiento de hasta dónde puede llegar Chávez en sus declaraciones e iniciativas", señaló la internacionalista Elsa Cardozo.
"(Chávez) pudo palpar el panorama regional, acusó el golpe y está buscando la manera de replantear su vínculo con Colombia, por supuesto, sin renunciar a lo que es su proyecto y sus afinidades", agregó.
Cardozo prevé que el Presidente insistirá en una comisión internacional para Colombia, pero que esa propuesta no tiene espacio político, no con él en el medio, y menos después de que Brasil rechazara la beligerancia política a las FARC.
El diputado Saúl Ortega, Presidente de la comisión de política exterior del Parlamento, también atribuye el cambio a la Cumbre, pero cree que fue Chávez quien propició la salida pacífica.
"El Presidente fue quien tomó la iniciativa de desmontar la estrategia de guerra que el eje Uribe-Bush habían sembrado en América Latina. Desde luego, fue muy oportuno y Venezuela es consecuente en seguir trabajando por la paz", expresó.
El internacionalista Adolfo Salgueiro asoma también el pragmatismo como razón del acercamiento.
"Hay casi 6 mil millones de dólares de intercambio comercial, de manera que ahí no había más remedio que decirse cosas bonitas, pero hasta ahí creo que llega. En lo estructural, no ha habido ningún cambio", dijo.
Hace apenas unos días, las tropas se movilizaban hacia la frontera y los colombianos, decía Chávez, tenían un Presidente criminal que dirigía un narcogobierno.
Sin embargo, de nada de eso habló el Mandatario el jueves cuando tomó la iniciativa de telefonear a su homólogo Álvaro Uribe, y acordó reunirse con él en los próximos días.
"Ambos Presidentes estuvieron de acuerdo en retomar el camino de las buenas relaciones políticas, diplomáticas, económicas, al tiempo que manifestaron su disposición a cooperar para evitar las agresiones de cualquier tipo contra la integridad de sus respectivos países", reportó el comunicado oficial.
Los analistas atribuyen el giro a la actitud regional demostrada durante la crisis entre Colombia y Ecuador. La Cumbre de Río habría servido de termómetro para replantear de manera táctica la relación.
"A partir de la crisis cambiaron las referencias no sólo para la relación bilateral sino también regional. En Santo Domingo se criticó la actitud de Colombia, pero también se planteó la redefinición de la soberanía en términos no estrictamente territoriales, y eso es clave en el replanteamiento de hasta dónde puede llegar Chávez en sus declaraciones e iniciativas", señaló la internacionalista Elsa Cardozo.
"(Chávez) pudo palpar el panorama regional, acusó el golpe y está buscando la manera de replantear su vínculo con Colombia, por supuesto, sin renunciar a lo que es su proyecto y sus afinidades", agregó.
Cardozo prevé que el Presidente insistirá en una comisión internacional para Colombia, pero que esa propuesta no tiene espacio político, no con él en el medio, y menos después de que Brasil rechazara la beligerancia política a las FARC.
El diputado Saúl Ortega, Presidente de la comisión de política exterior del Parlamento, también atribuye el cambio a la Cumbre, pero cree que fue Chávez quien propició la salida pacífica.
"El Presidente fue quien tomó la iniciativa de desmontar la estrategia de guerra que el eje Uribe-Bush habían sembrado en América Latina. Desde luego, fue muy oportuno y Venezuela es consecuente en seguir trabajando por la paz", expresó.
El internacionalista Adolfo Salgueiro asoma también el pragmatismo como razón del acercamiento.
"Hay casi 6 mil millones de dólares de intercambio comercial, de manera que ahí no había más remedio que decirse cosas bonitas, pero hasta ahí creo que llega. En lo estructural, no ha habido ningún cambio", dijo.
Nota de Cristina Marcano, corresponsal, Reforma, 15 de marzo.
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