BUENOS AIRES.— “Apoyo electoral y turismo”. Así podría sintetizarse la visita del presidente venezolano, Hugo Chávez a Argentina. La que ayer, en su segunda jornada, tuvo como epicentro El Calafate, y una visita al imponente glaciar Perito Moreno, con sus hijas, sus nietos, la pareja presidencial argentina, y una comitiva de 70 personas.
Rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, Hugo Chávez llegó la noche del viernes, cuando fue agasajado con un cena autóctona por la jefa de Estado y el ex mandatario y actual candidato a diputado, Néstor Kirchner, en el hotel Los Álamos, donde se alojó la comitiva.
Empanadas, cordero patagónico y postres del lugar. Ese fue el menú para un rito, la visita a El Calafate y al glaciar, que ya repitieron otros mandatarios con los Kirchner como anfitriones. A pocos metros de Los Álamos, se erige el Hotel Boutique Los Sauces, en que la pareja presidencial tiene participación accionaria.
Desafiando al frío y la nieve, la visita de Chávez a una de las atracciones turísticas más fascinantes de Argentina y reducto político y empresarial de los Kirchner, completó la agenda de esta nueva visita a Argentina. Un viaje no ya para discutir por la recordada maleta cargada de dinero del empresario chavista y arrepentido Guido Antonini Wilson, sino para apoyar a los Kirchner en su elección más crucial, las legislativas de junio.
Varios convenios oficiales, una reunión a solas con la presidenta y su esposo de 80 minutos el viernes en el despacho presidencial. Una conferencia de prensa, en la que la presidenta argentina elogió al cuestionado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), encargado de medir pobreza e inflación y no descartó la posibilidad de seguir emitiendo bonos de deuda para colocar en Venezuela y el mandatario venezolano, reiteró que votaría por “Néstor si fuese argentino” y habló de la “integración, un proceso que ya no se frena”.
Sólo difirieron en un punto. Cuando se refirieron al presidente estadounidense, Barack Obama. Chávez dijo dudar de que en la Casa Blanca “haya un cambio verdadero”, luego de preguntarse: ¿Qué espera Obama para levantar el bloqueo a Cuba?”. Para la presidenta argentina, quien espera recuperar los buenos niveles de la relación con Washington, sostuvo que “no todos opinamos lo mismo, y esta es una de las claves de la integración. Lo otro implicaría subordinación”.
Ayer, el mandatario Chávez paseó por el glaciar junto al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta y su esposa. Posó para las fotos junto a trabajadores viales en el lugar y se negó a abordar temas regionales o bilaterales. Sólo habló con los periodistas para elogiar “la belleza de este lugar, la que hay que cuidar porque el sistema capitalista es depredador del medioambiente”.
Rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, Hugo Chávez llegó la noche del viernes, cuando fue agasajado con un cena autóctona por la jefa de Estado y el ex mandatario y actual candidato a diputado, Néstor Kirchner, en el hotel Los Álamos, donde se alojó la comitiva.
Empanadas, cordero patagónico y postres del lugar. Ese fue el menú para un rito, la visita a El Calafate y al glaciar, que ya repitieron otros mandatarios con los Kirchner como anfitriones. A pocos metros de Los Álamos, se erige el Hotel Boutique Los Sauces, en que la pareja presidencial tiene participación accionaria.
Desafiando al frío y la nieve, la visita de Chávez a una de las atracciones turísticas más fascinantes de Argentina y reducto político y empresarial de los Kirchner, completó la agenda de esta nueva visita a Argentina. Un viaje no ya para discutir por la recordada maleta cargada de dinero del empresario chavista y arrepentido Guido Antonini Wilson, sino para apoyar a los Kirchner en su elección más crucial, las legislativas de junio.
Varios convenios oficiales, una reunión a solas con la presidenta y su esposo de 80 minutos el viernes en el despacho presidencial. Una conferencia de prensa, en la que la presidenta argentina elogió al cuestionado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), encargado de medir pobreza e inflación y no descartó la posibilidad de seguir emitiendo bonos de deuda para colocar en Venezuela y el mandatario venezolano, reiteró que votaría por “Néstor si fuese argentino” y habló de la “integración, un proceso que ya no se frena”.
Sólo difirieron en un punto. Cuando se refirieron al presidente estadounidense, Barack Obama. Chávez dijo dudar de que en la Casa Blanca “haya un cambio verdadero”, luego de preguntarse: ¿Qué espera Obama para levantar el bloqueo a Cuba?”. Para la presidenta argentina, quien espera recuperar los buenos niveles de la relación con Washington, sostuvo que “no todos opinamos lo mismo, y esta es una de las claves de la integración. Lo otro implicaría subordinación”.
Ayer, el mandatario Chávez paseó por el glaciar junto al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta y su esposa. Posó para las fotos junto a trabajadores viales en el lugar y se negó a abordar temas regionales o bilaterales. Sólo habló con los periodistas para elogiar “la belleza de este lugar, la que hay que cuidar porque el sistema capitalista es depredador del medioambiente”.
DPA y corresponsales, El Universal, 17 de mayo.
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