La Comisión Nacional de los Derechos Humanos señaló que los asesinatos, secuestros e intimidaciones a periodistas muestran una “preocupante tendencia al alza”.
La CNDH dio a conocer ayer que de 2000 a 2009 registró el homicidio de 49 periodistas, mientras que de 2005 a la fecha documentó la desaparición de siete.
De 1991 a mayo de 2009, expuso, ha radicado 718 expedientes relacionados con violaciones a los derechos humanos de comunicadores.
Sostuvo que el periodismo en México se ha convertido en una profesión de “alto riesgo”, sobre todo, mencionó, considerando que estos datos sólo revelan la existencia de casos de los que toma conocimiento la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “por lo que la cifra real de agravios puede ser mayor si se consideran los casos de los que sólo toman conocimiento las comisiones estatales, o los casos que no se denuncian”.
Aunado a lo anterior, aseveró, el número de expedientes iniciados por presuntas violaciones a los derechos humanos también muestran un aumento.
En ese sentido, la CNDH mencionó que está recolectando publicaciones previas al homicidio del periodista Carlos Ortega Samper, corresponsal del diario El Tiempo de Durango, quien el domingo pasado fue asesinado a pocos metros de su vivienda.
La comisión afirmó que la investigación que realiza al respecto es con el fin de conocer el contexto general del atentado que se dio “contra el derecho fundamental a la vida de la víctima y las circunstancias en las que ocurrió”.
Además, demandó el cese de cualquier acción intimidatoria contra quienes ejercen el periodismo, contraria a la libertad de expresión y al derecho a la información “que debe gozar la persona”; también pidió a las autoridades el esclarecimiento de lo ocurrido y el castigo para los responsables.
La CNDH dio a conocer ayer que de 2000 a 2009 registró el homicidio de 49 periodistas, mientras que de 2005 a la fecha documentó la desaparición de siete.
De 1991 a mayo de 2009, expuso, ha radicado 718 expedientes relacionados con violaciones a los derechos humanos de comunicadores.
Sostuvo que el periodismo en México se ha convertido en una profesión de “alto riesgo”, sobre todo, mencionó, considerando que estos datos sólo revelan la existencia de casos de los que toma conocimiento la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “por lo que la cifra real de agravios puede ser mayor si se consideran los casos de los que sólo toman conocimiento las comisiones estatales, o los casos que no se denuncian”.
Aunado a lo anterior, aseveró, el número de expedientes iniciados por presuntas violaciones a los derechos humanos también muestran un aumento.
En ese sentido, la CNDH mencionó que está recolectando publicaciones previas al homicidio del periodista Carlos Ortega Samper, corresponsal del diario El Tiempo de Durango, quien el domingo pasado fue asesinado a pocos metros de su vivienda.
La comisión afirmó que la investigación que realiza al respecto es con el fin de conocer el contexto general del atentado que se dio “contra el derecho fundamental a la vida de la víctima y las circunstancias en las que ocurrió”.
Además, demandó el cese de cualquier acción intimidatoria contra quienes ejercen el periodismo, contraria a la libertad de expresión y al derecho a la información “que debe gozar la persona”; también pidió a las autoridades el esclarecimiento de lo ocurrido y el castigo para los responsables.
Gustavo Sánchez, Milenio, 9 de mayo.
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