La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió sendas recomendaciones a la Secretaría de Marina y al Instituto Nacional de Migración, por el caso de 223 migrantes centroamericanos que fueron víctimas en dos operativos de personal de esas dos instancias destacamentados en Oaxaca.
A los migrantes se les persiguió, golpeó y detuvo ilegalmente, además de que se amenazó de muerte a un reportero que presenció los hechos. Ambas autoridades, para encubrir los excesos, emitieron informes médicos y de hechos deficientes y subjetivos.
La CNDH consideró que esos actos fueron desproporcionados, porque deben ser proporcionales a las circunstancias, evitando el uso de medidas excesivas que causen daños innecesarios a las personas.
El 29 de febrero de 2008, durante la visita a la estación migratoria Siglo 21 del INM en Tapachula, Chiapas, uno de los agraviados solicitó al personal de la comisión su intervención por los abusos de los que fueron objeto en el poblado Las Palmas, Oaxaca, de donde saltó del tren para evitar un operativo; sin embargo, un marino lo persiguió y le pegó con un tolete en la pierna derecha en varias ocasiones.
Posteriormente, la CNDH recibió el 1 de abril de 2008 la queja por la retención ilegal de un connacional, originario de Michoacán, de oficio reportero, residente en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, el cual fue detenido durante el operativo del 31 de marzo de ese año en el mismo poblado, cuando se percató de la persecución y violencia contra los extranjeros.
La Secretaría de Marina informó a la CNDH que aún andando el tren muchos migrantes saltaron para evitar su detención, por lo que presentaban traumatismos al golpearse en su caída.
A los migrantes se les persiguió, golpeó y detuvo ilegalmente, además de que se amenazó de muerte a un reportero que presenció los hechos. Ambas autoridades, para encubrir los excesos, emitieron informes médicos y de hechos deficientes y subjetivos.
La CNDH consideró que esos actos fueron desproporcionados, porque deben ser proporcionales a las circunstancias, evitando el uso de medidas excesivas que causen daños innecesarios a las personas.
El 29 de febrero de 2008, durante la visita a la estación migratoria Siglo 21 del INM en Tapachula, Chiapas, uno de los agraviados solicitó al personal de la comisión su intervención por los abusos de los que fueron objeto en el poblado Las Palmas, Oaxaca, de donde saltó del tren para evitar un operativo; sin embargo, un marino lo persiguió y le pegó con un tolete en la pierna derecha en varias ocasiones.
Posteriormente, la CNDH recibió el 1 de abril de 2008 la queja por la retención ilegal de un connacional, originario de Michoacán, de oficio reportero, residente en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, el cual fue detenido durante el operativo del 31 de marzo de ese año en el mismo poblado, cuando se percató de la persecución y violencia contra los extranjeros.
La Secretaría de Marina informó a la CNDH que aún andando el tren muchos migrantes saltaron para evitar su detención, por lo que presentaban traumatismos al golpearse en su caída.
Eugenia Jiménez, Milenio, 11 de mayo.
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