El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, informó que recientemente fue detenido y “encañonado” por un grupo de civiles armados, cuando regresaba de un recorrido pastoral por la entidad.
En su columna “Episcopeo”, publicada en la prensa local, el jerarca católico señaló: “Por la tarde fuimos a la edificante y fervorosa comunidad 5 de julio; rezamos el santo Rosario, prediqué y bendije la remodelación de la capilla; terminamos con una merienda.
“Regresando, ya de noche, el comando montó un retén en un entronque para revisar a los transeúntes; pasamos nosotros, nos pararon, nos gritaron que nos bajáramos, nos apuntaron con sus armas largas; cuando respondimos que éramos el párroco y el señor arzobispo se calmaron, se disculparon y nos dejaron seguir.”
Señaló que la situación “no pasó a mayores”, pues en cuanto se identificó como arzobispo el grupo armado le permitió el paso sin mayor problema.
González Martínez reiteró la existencia de grupos armados en algunos puntos de la entidad, principalmente en el norte, donde instalan retenes.
Estas revelaciones despertaron la inquietud del gobierno del estado, partidos políticos y demás sectores sociales. El gobernador Ismael Hernández aseguró que existe gobernabilidad en Durango y sostuvo que respeta la postura del arzobispo y le ofreció protección policiaca.
En tanto, el PAN de la entidad ofreció su respaldo al arzobispo y recordó que desde hace más de un año este partido denunció la existencia de retenes del narco en el camino de La Ciénega de Escobar a Santa María del Oro.
En su columna “Episcopeo”, publicada en la prensa local, el jerarca católico señaló: “Por la tarde fuimos a la edificante y fervorosa comunidad 5 de julio; rezamos el santo Rosario, prediqué y bendije la remodelación de la capilla; terminamos con una merienda.
“Regresando, ya de noche, el comando montó un retén en un entronque para revisar a los transeúntes; pasamos nosotros, nos pararon, nos gritaron que nos bajáramos, nos apuntaron con sus armas largas; cuando respondimos que éramos el párroco y el señor arzobispo se calmaron, se disculparon y nos dejaron seguir.”
Señaló que la situación “no pasó a mayores”, pues en cuanto se identificó como arzobispo el grupo armado le permitió el paso sin mayor problema.
González Martínez reiteró la existencia de grupos armados en algunos puntos de la entidad, principalmente en el norte, donde instalan retenes.
Estas revelaciones despertaron la inquietud del gobierno del estado, partidos políticos y demás sectores sociales. El gobernador Ismael Hernández aseguró que existe gobernabilidad en Durango y sostuvo que respeta la postura del arzobispo y le ofreció protección policiaca.
En tanto, el PAN de la entidad ofreció su respaldo al arzobispo y recordó que desde hace más de un año este partido denunció la existencia de retenes del narco en el camino de La Ciénega de Escobar a Santa María del Oro.
Milenio, 12 de mayo.
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