La Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó al presidente Felipe Calderón incluir en los lineamientos para controlar el brote de influenza “A” en el país una disposición que garantice el acceso de inmigrantes a los servicios de salud.
Por medio de una misiva, José Luis Soberanes, titular del organismo, pidió brindar atención médica a los indocumentados que cruzan por México sin verificar su estatus migratorio y sin procesos de repatriación.
“Sería una acción humanitaria y una pauta de prevención para impedir la propagación del virus”, argumentó el ombudsman nacional.
Expuso que el sector migrante, conformado principalmente por centroamericanos que desean llegar a los Estados Unidos, es uno de los más vulnerables, porque sus recorridos son clandestinos: “Sin acceso fácil a los servicios preventivos de salud, están expuestos a contraer y expandir la enfermedad a lo largo de su paso por el territorio nacional”.
En la carta, Soberanes insta a Calderón a incorporar en su programa de prevención una medida que permita a los indocumentados acudir a las instituciones y centros sanitarios en caso de presentar síntomas de influenza, con la tranquilidad de que no serán perseguidos ni devueltos a sus lugares de origen.
Este criterio tendría que difundirse y darse a conocer de manera pública.
La medida, puntualizó la CNDH, constituiría un mensaje amigable a todos los países al brindar protección a sus nacionales, en especial a los de Centroamérica.
“Al mismo tiempo se enviaría una clara señal al exterior, particularmente al gobierno de los Estados Unidos de América, en donde nuestros connacionales pueden padecer actos discriminatorios y de marginación, así como de riesgo si se les negara el acceso a los servicios de salud”.
A nivel epistolar se resaltó también que la Organización Mundial de la Salud y en general la comunidad internacional “apreciarían este acto, que puede ser adoptado por varios países con fines humanitarios en beneficio de los inmigrantes”.
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 8 de mayo.
Por medio de una misiva, José Luis Soberanes, titular del organismo, pidió brindar atención médica a los indocumentados que cruzan por México sin verificar su estatus migratorio y sin procesos de repatriación.
“Sería una acción humanitaria y una pauta de prevención para impedir la propagación del virus”, argumentó el ombudsman nacional.
Expuso que el sector migrante, conformado principalmente por centroamericanos que desean llegar a los Estados Unidos, es uno de los más vulnerables, porque sus recorridos son clandestinos: “Sin acceso fácil a los servicios preventivos de salud, están expuestos a contraer y expandir la enfermedad a lo largo de su paso por el territorio nacional”.
En la carta, Soberanes insta a Calderón a incorporar en su programa de prevención una medida que permita a los indocumentados acudir a las instituciones y centros sanitarios en caso de presentar síntomas de influenza, con la tranquilidad de que no serán perseguidos ni devueltos a sus lugares de origen.
Este criterio tendría que difundirse y darse a conocer de manera pública.
La medida, puntualizó la CNDH, constituiría un mensaje amigable a todos los países al brindar protección a sus nacionales, en especial a los de Centroamérica.
“Al mismo tiempo se enviaría una clara señal al exterior, particularmente al gobierno de los Estados Unidos de América, en donde nuestros connacionales pueden padecer actos discriminatorios y de marginación, así como de riesgo si se les negara el acceso a los servicios de salud”.
A nivel epistolar se resaltó también que la Organización Mundial de la Salud y en general la comunidad internacional “apreciarían este acto, que puede ser adoptado por varios países con fines humanitarios en beneficio de los inmigrantes”.
Daniel Blancas Madrigal, Crónica, 8 de mayo.
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