La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió que las autoridades mexicanas investiguen el asesinato del periodista Carlos Ortega “de manera rápida y eficaz”.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA deploró en un comunicado el asesinato de Ortega, corresponsal de El Tiempo de Durango, ocurrido el pasado día 3.
“La relatoría insta a las autoridades mexicanas a investigar este crimen de manera rápida y eficaz y a que los responsables sean debidamente sancionados”, dijo la entidad, al señalar que el asesinato de un reportero es “la forma más grave de censura”.
En la tarde del 3 de mayo, Ortega retornaba a su casa en el pueblo de Santa María El Oro, cuando dos camionetas lo interceptaron y personas no identificadas lo obligaron a bajar del auto, informaron entonces la prensa local y organizaciones no gubernamentales.
Al resistirse, le dispararon varias veces en la cabeza y el periodista murió de inmediato. Días antes el reportero habría denunciado en un artículo que fue amenazado por representantes del gobierno local en relación con una nota que había publicado sobre presuntos hechos de corrupción.
Según la relatoría, en lo que va del año al menos otros cuatro periodistas han sido asesinados en la región por razones que podrían estar vinculadas a su labor.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA deploró en un comunicado el asesinato de Ortega, corresponsal de El Tiempo de Durango, ocurrido el pasado día 3.
“La relatoría insta a las autoridades mexicanas a investigar este crimen de manera rápida y eficaz y a que los responsables sean debidamente sancionados”, dijo la entidad, al señalar que el asesinato de un reportero es “la forma más grave de censura”.
En la tarde del 3 de mayo, Ortega retornaba a su casa en el pueblo de Santa María El Oro, cuando dos camionetas lo interceptaron y personas no identificadas lo obligaron a bajar del auto, informaron entonces la prensa local y organizaciones no gubernamentales.
Al resistirse, le dispararon varias veces en la cabeza y el periodista murió de inmediato. Días antes el reportero habría denunciado en un artículo que fue amenazado por representantes del gobierno local en relación con una nota que había publicado sobre presuntos hechos de corrupción.
Según la relatoría, en lo que va del año al menos otros cuatro periodistas han sido asesinados en la región por razones que podrían estar vinculadas a su labor.
EFE en Washington, Milenio, 8 de mayo.
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