El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, admitió que México se encuentra en recesión; sin embargo, confió en que la economía, golpeada por la crisis financiera mundial y la epidemia de influenza A/H1NI, comenzará a recuperarse en la segunda mitad del año.
El funcionario pronosticó que la economía mexicana se contraerá 4.1 por ciento este año: 3.8 por ciento que estima el Banco de México, más 0.3 por ciento por la repercusión del brote epidémico.
“Es un hecho que estamos en recesión”, reconoció Carstens ante corresponsales extranjeros.
Consideró que la repercusión económica por el nuevo virus podría prolongarse tres meses, y agregó que algunos sectores, como el turismo, tardarán más en reactivarse.
Estimó que para 2010 la epidemia de influenza “tendrá si acaso un efecto muy marginal” en la economía, por lo que el desarrollo dependerá fundamentalmente del ambiente internacional.
Carstens auguró, sin embargo, que a partir del segundo semestre comenzará a verse una recuperación de la economía, lo cual ha sido “anticipado ya por los mercados”.
El funcionario explicó que el gobierno federal estudia cambios legales para ajustar el presupuesto anual a partir del comportamiento de los ciclos económicos.
Si prospera este plan, se podría incurrir en déficit durante los periodos de bajo crecimiento, pero a cambio de que haya superávit cuando la economía se recupere, expuso el titluar de Hacienda
“Uno tendría el permiso de tener un mayor déficit cuando haya menor ritmo de actividad y el exit strategy vendría a través de un superávit cuando hubiera crecimiento”, dijo.
Agregó que mientras el incremento del déficit fiscal de este año será cubierto con los recursos contratados en 2008 con las opciones de cobertura petrolera, que permitieron vender el crudo mexicano a un precio mayor de las cotizaciones internacionales.
Hacienda, afirmó Carstens, puede utilizar los recursos ahorrados en el fondo de estabilización petrolera, que permitirán amortiguar los ingresos públicos ante caídas del precio del crudo.
Subrayó que México cuenta con recursos adicionales debido a los créditos contratados con el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Recordó que con el BM se habían acordado créditos por 4 mil millones de dólares, pero debido a la contingencia sanitaria la cifra ascendió a 5 mil 500 millones.
Con el BID, agregó, se había acordado obtener recursos por 2 mil millones de dólares, pero tras la epidemia la cifra se elevó a 3 mil millones.
Claves
El desplome
• Según las teorías económicas, un país entra en recesión al acumular seis meses consecutivos de decrecimiento, como es el caso de México.
• Sólo en el cuarto trimestre de 2008, la contracción de la economía nacional fue de 1.6 por ciento, mientras que en el primer trimestre de este año la caída fue de 7 por ciento, aunque esto se confirmará oficialmente el 20 de mayo.
• A fines de 2008, Agustín Carstens pronosticó que el crecimiento de la economía en 2009 sería de cero por ciento. Al respecto, el Banco de México consideró que ese era el escenario más optimista.
El funcionario pronosticó que la economía mexicana se contraerá 4.1 por ciento este año: 3.8 por ciento que estima el Banco de México, más 0.3 por ciento por la repercusión del brote epidémico.
“Es un hecho que estamos en recesión”, reconoció Carstens ante corresponsales extranjeros.
Consideró que la repercusión económica por el nuevo virus podría prolongarse tres meses, y agregó que algunos sectores, como el turismo, tardarán más en reactivarse.
Estimó que para 2010 la epidemia de influenza “tendrá si acaso un efecto muy marginal” en la economía, por lo que el desarrollo dependerá fundamentalmente del ambiente internacional.
Carstens auguró, sin embargo, que a partir del segundo semestre comenzará a verse una recuperación de la economía, lo cual ha sido “anticipado ya por los mercados”.
El funcionario explicó que el gobierno federal estudia cambios legales para ajustar el presupuesto anual a partir del comportamiento de los ciclos económicos.
Si prospera este plan, se podría incurrir en déficit durante los periodos de bajo crecimiento, pero a cambio de que haya superávit cuando la economía se recupere, expuso el titluar de Hacienda
“Uno tendría el permiso de tener un mayor déficit cuando haya menor ritmo de actividad y el exit strategy vendría a través de un superávit cuando hubiera crecimiento”, dijo.
Agregó que mientras el incremento del déficit fiscal de este año será cubierto con los recursos contratados en 2008 con las opciones de cobertura petrolera, que permitieron vender el crudo mexicano a un precio mayor de las cotizaciones internacionales.
Hacienda, afirmó Carstens, puede utilizar los recursos ahorrados en el fondo de estabilización petrolera, que permitirán amortiguar los ingresos públicos ante caídas del precio del crudo.
Subrayó que México cuenta con recursos adicionales debido a los créditos contratados con el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Recordó que con el BM se habían acordado créditos por 4 mil millones de dólares, pero debido a la contingencia sanitaria la cifra ascendió a 5 mil 500 millones.
Con el BID, agregó, se había acordado obtener recursos por 2 mil millones de dólares, pero tras la epidemia la cifra se elevó a 3 mil millones.
Claves
El desplome
• Según las teorías económicas, un país entra en recesión al acumular seis meses consecutivos de decrecimiento, como es el caso de México.
• Sólo en el cuarto trimestre de 2008, la contracción de la economía nacional fue de 1.6 por ciento, mientras que en el primer trimestre de este año la caída fue de 7 por ciento, aunque esto se confirmará oficialmente el 20 de mayo.
• A fines de 2008, Agustín Carstens pronosticó que el crecimiento de la economía en 2009 sería de cero por ciento. Al respecto, el Banco de México consideró que ese era el escenario más optimista.
Milenio, 8 de agosto.
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