La televisora privada Globovisión transmitió imágenes de la policía y la Guardia Nacional replegando la protesta en una zona aledaña al centro, luego que el gobierno negara permiso para llegar a la sede de la Asamblea Nacional. Según las autoridades, durante el enfrentamiento no hubo heridos.
La oposición a Chávez utilizó la tradicional marcha del Día del Trabajador para protestar contra la intención del mandatario de implantar el socialismo en el país y en respaldo al líder opositor Manuel Rosales, asilado en Perú.
Por su parte, simpatizantes de Chávez protagonizaron otra manifestación que partió desde tres puntos de la ciudad para concentrarse en los alrededores del palacio presidencial de Miraflores.
El mandatario apareció en la concentración oficialista y dirigió un enérgico discurso en que se refirió al incidente opositor como un intento de sus detractores políticos por desestabilizar al país.
Para llamar la atención, en su desesperación y en su odio, terminan arremetiendo violenta y salvajemente contra las fuerzas del orden y se vio obligada la Guardia Nacional a dispersarlos. Pero no vamos a permitir hechos de violencia, afirmó, y los acusó de conspiradores y resentidos.
El presidente boliviano, Evo Morales, durante la conmemoración del Día del Trabajo firmó seis seis decretos para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales en el país, incluso en los casos de subcontratación; para el pago de indemnizaciones por desgaste físico y sicológico desde los 90 días de trabajo y no cinco años, como se establecía hasta ahora, así como el otorgamiento de un bono de unos 143 dólares al personal del gobierno, entre otros.
Previamente, Morales encabezó el tradicional desfile del primero de mayo, en que participaron miles de integrantes de unas 50 organizaciones sindicales, encabezadas por la Central Obrera Boliviana, así como gremiales, de jubilados, de maestros, campesinos, cooperativistas mineros, transportistas y panificadores, entre otros.
La movilización, que tuvo sus réplicas en las principales ciudades del país, puso especial acento en el repudio al terrorismo financiado por la ultraderecha fascista, con pancartas y consignas como El fascismo no pasará, Abajo los separatistas de la Media Luna, Rubén Costas y Contra el imperialismo.
Esto porque el pasado 16 de abril, en Santa Cruz, una célula encabezada por el boliviano-croata-húngaro Eduardo Rozsa, planificó el asesinato de Morales y de dos prefectos opositores, según el gobierno, para crear condiciones a fin de impulsar propuestas segregacionistas de Santa Cruz, informó Rosa Rojas, corresponsal de La Jornada en Bolivia.
Rozsa y otras dos personas fueron muertas por la policía, y otros dos están detenidos.
En este sentido, Juan Carlos Gueder, opositor al gobierno de Morales que fue arrestado el martes pasado acusado de tener vínculos con el grupo de Rozsa, señaló que la banda no buscaba asesinar al presidente sino a los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Beni, Ernesto Suárez Sattori.
Por otro lado, Arturo Martínez, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile, abogó por el fin de la contratación de personal de remplazo durante las huelgas y se refirió a temas políticos, laborales y sociales durante su discurso en el acto central en Santiago por el Día del Trabajo.
Personal de carabineros detuvo a 23 personas pertenecientes al poco conocido Movimiento de Pueblos y Trabajadores, que intentaron realizar un mitin aparte durante el acto central; sólo se registraron algunos disturbios.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, sostuvo un desayuno con empleadas domésticas y aprovechó la ocasión para asegurar que el gobierno hace todo lo posible para cuidar el empleo, informó Enrique Gutiérrez, corresponal de La Jornada en Chile.
Miles de salvadoreños se manifestaron contra la desesperante situación económica y pidieron al futuro gobierno de izquierda de Mauricio Funes, quien asume el primero de junio, medidas de alivio para la población.
De igual forma hubo marchas en Perú, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Colombia, en las que, por separado, se demandaron mejoras salariales y mecanismos para enfrentar la crisis económica mundial.
1 comentarios:
fui a esa marcha que estaba formada por todos sectores de la sociedad Venezolana que ya no toleran las continuas violaciones a la constitución. Etiquetarla de "Derecha" es una inexactitud, por decir lo menos.
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