El asesinato el lunes de dos guardias venezolanos junto a la frontera colombiana es, según el gobierno de Hugo Chávez, parte de un “plan desestabilizador” vinculado con las bases militares que EU utilizará en Colombia, declaró ayer el vicepresidente venezolano, Ramón Carrizález.
El funcionario aseguró ayer en una rueda de prensa que el atentado contra los guardias fue perpetrado por “paramilitares” a los que consideró “la punta de lanza” de la amenaza que para Venezuela y el resto de países suramericanos “es la instalación de las bases yanquis en territorio colombiano”.
“Unas bases que claramente están orientadas a amenazar el territorio venezolano y el proceso revolucionario venezolano por los efectos que ha tenido en América Latina”, añadió desde la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira.
En esa localidad como en otras de la frontera, estuvo cortado el paso a Colombia hasta última hora de ayer, con el consiguiente perjuicio para los comerciantes a los dos lados de la frontera. Sin embargo, el vicepresidente venezolano afirmó que “no hemos cerrado la frontera oficialmente” sino que “se han incrementado las medidas de control”.
El puente internacional Simón Bolívar estuvo cerrado del lado venezolano, y las personas que cruzaban la frontera, en ambas direcciones, lo hacían bajando al cauce del río, prácticamente seco, y dirigiéndose caminando al otro lado.
Un venezolano detenido. Pese a acusar directamente a los “paramilitares” al servicio del presidente colombiano Álvaro Uribe, Carrizález dijo que de momento hay un detenido de nacionalidad venezolana, tres personas ya identificadas que están siendo buscadas y varias armas decomisadas, una de ellas directamente implicada en los crímenes.
La intervención de Carrizález estuvo centrada en relacionar el acuerdo militar firmado por Colombia y EU con el paramilitarismo y el crecimiento de la violencia en la región limítrofe con el territorio colombiano.
Recordó en ese sentido una serie de hechos como la reciente matanza en esa zona de 11 personas, la mayoría colombianos, que calificó de “paramilitares” y la detención de otras 10 por realizar actos vinculados, dijo, al “paramilitarismo”.
El vicepresidente manifestó, asimismo, que las fuerzas armadas venezolanas no se sienten amedrentadas por el atentado del lunes y dijo que redoblarán los esfuerzos para neutralizar los intentos de desestabilización de los paramilitares y resguardar la seguridad en el territorio nacional.
El funcionario aseguró ayer en una rueda de prensa que el atentado contra los guardias fue perpetrado por “paramilitares” a los que consideró “la punta de lanza” de la amenaza que para Venezuela y el resto de países suramericanos “es la instalación de las bases yanquis en territorio colombiano”.
“Unas bases que claramente están orientadas a amenazar el territorio venezolano y el proceso revolucionario venezolano por los efectos que ha tenido en América Latina”, añadió desde la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira.
En esa localidad como en otras de la frontera, estuvo cortado el paso a Colombia hasta última hora de ayer, con el consiguiente perjuicio para los comerciantes a los dos lados de la frontera. Sin embargo, el vicepresidente venezolano afirmó que “no hemos cerrado la frontera oficialmente” sino que “se han incrementado las medidas de control”.
El puente internacional Simón Bolívar estuvo cerrado del lado venezolano, y las personas que cruzaban la frontera, en ambas direcciones, lo hacían bajando al cauce del río, prácticamente seco, y dirigiéndose caminando al otro lado.
Un venezolano detenido. Pese a acusar directamente a los “paramilitares” al servicio del presidente colombiano Álvaro Uribe, Carrizález dijo que de momento hay un detenido de nacionalidad venezolana, tres personas ya identificadas que están siendo buscadas y varias armas decomisadas, una de ellas directamente implicada en los crímenes.
La intervención de Carrizález estuvo centrada en relacionar el acuerdo militar firmado por Colombia y EU con el paramilitarismo y el crecimiento de la violencia en la región limítrofe con el territorio colombiano.
Recordó en ese sentido una serie de hechos como la reciente matanza en esa zona de 11 personas, la mayoría colombianos, que calificó de “paramilitares” y la detención de otras 10 por realizar actos vinculados, dijo, al “paramilitarismo”.
El vicepresidente manifestó, asimismo, que las fuerzas armadas venezolanas no se sienten amedrentadas por el atentado del lunes y dijo que redoblarán los esfuerzos para neutralizar los intentos de desestabilización de los paramilitares y resguardar la seguridad en el territorio nacional.
EFE en Bogotá, Crónica, 4 de noviembre.
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