El retraso en la presentación del dictamen se originó en la negociación de última hora para incorporar al texto diversos artículos transitorios, entre los que destaca la obligación de los grupos parlamentarios de discutir en 2010 la reducción al financiamiento público de los partidos políticos.
Una vez que se logren los acuerdos correspondientes, la Cámara de Diputados dará aviso al Instituto Federal Electoral (IFE) para que aplique de inmediato las disminuciones que se acuerden a las asignaciones de los partidos y esos recursos se apliquen a diversos programas de alto impacto social.
Un importante acuerdo más alcanzado en los últimos escarceos de la negociación tiene que ver con la incorporación, en otro artículo transitorio, del establecimiento en el texto del decreto de diversos “candados” para salvaguardar la transparencia y la rendición de cuentas en diversos programas de carácter social.
Entre éstos destaca el mecanismo de transparencia para el manejo del FAEB (Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal), propuesto por la propia coordinadora de la diputación del PAN, Josefina Vázquez Mota, ex secretaria de Educación Pública.
Fue precisamente Vázquez Mota quien, momentos antes de arrancar la sesión plenaria, calculó que México tendrá Presupuesto de Egresos para 2010 entre las 2 y 3 de la madrugada de hoy.
Las correcciones al dictamen del Presupuesto, dado que no pueden hacerse sobre el texto ya aprobado en la Comisión correspondiente, tuvieron que realizarse mediante el añejo mecanismo de “fe de erratas”, que en los hechos sustituye a la potestad que tiene el pleno para realizar las modificaciones a que tiene derecho el pleno.
Apenas había dado inicio la plenaria cuando el petista Gerardo Fernández Noroña dio una muestra de lo que sería la discusión del Presupuesto, al reclamar “el abuso” que caracteriza, según él, a este dictamen; tiró al cesto de la basura el texto y sus anexos.
GASTO SECUESTRADO. Cabe destacar que el Gasto Público 2010 permaneció durante horas de nueva cuenta literalmente embargado por el PRI y PAN, cuyas bancadas en la Cámara de Diputados retasaron el arribo al pleno del dictamen, a pesar de que éste fue aprobado de manera unánime en la Comisión de Presupuesto desde las 04:25 horas de ayer.
Cerca de 20 horas después de haber recibido el aval de la comisión dictaminadora, el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año era aún objeto de múltiples revisiones, jaloneos fuera de tiempo y de un desaseado manipuleo aderezado a una gran incertidumbre y toda clase de especulaciones.
Las más recurrentes, que el dictamen revestía, debido a las prisas con que fue elaborado, más de dos centenares de erratas que los diputados de todos los partidos buscaban corregir antes de llevar el texto al pleno para su votación.
Según estas filtraciones, muchos de esos yerros alterarían el espíritu del Presupuesto, por lo que se hacía indispensable su arreglo a fin de evitar no sólo confusiones al momento de aprobarlo, sino hasta un eventual veto presidencial por alterar programas y compromisos del Ejecutivo acordados con los propios diputados.
Mientras tanto, a las 22:00 horas de ayer lunes, todavía en San Lázaro era viernes 13, ya que ahí adentro el tiempo se rige por el “reloj legislativo” y, convenencieramente, a favor de los diputados, permanece detenido justo aquel día.
La sesión plenaria inició oficialmente a las 12:04 horas del viernes y 16 minutos más tarde (a las 12:20 horas), se decretó el primer receso, para el sábado 14 a las 18:00 horas. Sin embargo, nunca se reanudó la plenaria y el receso se prolongó por 59 horas y 10 minutos, hasta las 23:30 horas del domingo 15, únicamente para ocho minutos más tarde volver a decretar un segundo receso.
A las 22:00 horas de ayer lunes, algunos, muy pocos diputados comenzaban a arribar al salón de plenos seguros solamente de que les esperaba otra desvelada, una larguísima jornada más en la que, ahora sí, aprobarían el Gasto Público 2010.
Como ya no era posible hacer modificaciones al dictamen aprobado, la diputación del PAN buscaba realizar los cambios a través precisamente de la fe de erratas.
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