BOGOTÁ.- Tras revelar la detención en Colombia de cuatro agentes de la Guardia Nacional venezolana, en momentos en que la relación bilateral es tensa, Álvaro Uribe anunció ayer su deportación al país vecino como mensajeros de buena voluntad.
"La Fuerza Pública detuvo (el viernes) a integrantes de la Guardia Nacional de Venezuela en el Vichada. Ahora serán entregados a las autoridades de Venezuela con toda la decencia, como corresponde", dijo el Presidente colombiano ayer por la mañana.
"Y deben llevar un mensaje: el mensaje de que aquí hay afecto por el hermano pueblo de Venezuela, un afecto inquebrantable", añadió.
El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, central de inteligencia) precisó que los guardias fueron retenidos en Puerto Carreño, Vichada, cuando se movilizaban en una lancha, en cuyo interior fueron halladas maletas con uniformes camuflados de las Fuerzas Armadas venezolanas.
Los cuatro fueron entregados a las autoridades migratorias del DAS, quienes, a su vez, debían entregarlos en la tarde en calidad de deportados a la Guardia venezolana. Tres guardias eran sargento segundo, y el otro, sargento primero.
Con estos son ya cinco los guardias venezolanos retenidos en la frontera colombiana en las últimas dos semanas.
El otro caso se presentó el 1 de noviembre en el departamento de Guajira, cuando Bogotá expulsó al sargento mayor Wilmer José Gamardo.
Como respuesta, Colombia pidió ayer la pronta liberación de un miembro del DAS que permanece retenido en el país vecino. Este sujeto, según la agencia, sólo cruzó la frontera porque aceptó una invitación de un funcionario venezolano para ir de vacaciones.
El nuevo incidente se produce en momentos de tensión bilateral por el acuerdo militar firmado entre Washington y Bogotá, el cual es criticado por el Presidente venezolano, Hugo Chávez, quien recientemente llamó a los militares y a su pueblo a estar preparados para la guerra.
Chávez, quien ordenó reforzar con 500 militares la seguridad en la frontera con Colombia, señaló ayer que él no tiene nada que hablar con Uribe, a quien le llamó mafioso y le advirtió de atenerse a las consecuencias si se produce un atentado en su contra.
"La Fuerza Pública detuvo (el viernes) a integrantes de la Guardia Nacional de Venezuela en el Vichada. Ahora serán entregados a las autoridades de Venezuela con toda la decencia, como corresponde", dijo el Presidente colombiano ayer por la mañana.
"Y deben llevar un mensaje: el mensaje de que aquí hay afecto por el hermano pueblo de Venezuela, un afecto inquebrantable", añadió.
El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, central de inteligencia) precisó que los guardias fueron retenidos en Puerto Carreño, Vichada, cuando se movilizaban en una lancha, en cuyo interior fueron halladas maletas con uniformes camuflados de las Fuerzas Armadas venezolanas.
Los cuatro fueron entregados a las autoridades migratorias del DAS, quienes, a su vez, debían entregarlos en la tarde en calidad de deportados a la Guardia venezolana. Tres guardias eran sargento segundo, y el otro, sargento primero.
Con estos son ya cinco los guardias venezolanos retenidos en la frontera colombiana en las últimas dos semanas.
El otro caso se presentó el 1 de noviembre en el departamento de Guajira, cuando Bogotá expulsó al sargento mayor Wilmer José Gamardo.
Como respuesta, Colombia pidió ayer la pronta liberación de un miembro del DAS que permanece retenido en el país vecino. Este sujeto, según la agencia, sólo cruzó la frontera porque aceptó una invitación de un funcionario venezolano para ir de vacaciones.
El nuevo incidente se produce en momentos de tensión bilateral por el acuerdo militar firmado entre Washington y Bogotá, el cual es criticado por el Presidente venezolano, Hugo Chávez, quien recientemente llamó a los militares y a su pueblo a estar preparados para la guerra.
Chávez, quien ordenó reforzar con 500 militares la seguridad en la frontera con Colombia, señaló ayer que él no tiene nada que hablar con Uribe, a quien le llamó mafioso y le advirtió de atenerse a las consecuencias si se produce un atentado en su contra.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma,, 15 de noviembre.
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