CUTZAMALA DEL PINZÓN.- El rumor afectó la elección en Tierra Caliente.
Las advertencias sobre violencia fueron factor en la jornada electoral en esta región -conformada por nueve municipios- sobre la baja participación para sufragar.
"Hay balacera, no salgas a votar", fue el principal rumor que se esparció, vía telefónica, en al menos seis de los nueve municipios.
"Hay gente de la maña (narcotráfico) filmando a los votantes, no votes", era otro. De voz en voz.
Dos personas "levantadas" por grupos armados le pusieron más temor al domingo electoral. Un priista de Ajuchitlán del Progreso y un taxista del sitio Altamirano.
Las acusaciones partidistas también calentaron los comicios. Representantes del PRD y del PRI en las casillas no se cansaron de culparse del acarreo de votantes, compra de votos, intimidaciones y de exhibir propaganda frente a las urnas.
"Ustedes pagaron los votos en 500 pesos, poquiteros", gritaba una señora del PRD a un grupo del PRI. Por el contrario, priistas acusaban a los del sol azteca de regalar despensas y pagar pasajes a la gente que habita en lugares alejados para que pudieran votar.
Se aventaban la bolita.
Las escaramuzas verbales también surgieron porque la gente no aparecía en la lista nominal o porque pasaban a votar con celulares y cámaras fotográficas a las mamparas, lo que está prohibido.
Fuentes de la Policía Municipal afirmaron que atendieron por lo menos 22 reportes de conatos de violencia en casillas ubicadas en zonas rurales cercanas a Altamirano.
"Hay gente que quiere votar y no está en las listas, luego de eso vienen los reclamos y las acusaciones", sostuvo un agente, al que le acompañan otros seis con el rostro cubierto y armados con fusiles en pleno centro de Pungarabato.
Otros reclamos se derivaron de la propaganda partidista.
"Mire, hay autos que pasan con las banderas de los partidos y, en varias ocasiones, frente a la casilla, eso está prohibido", refirió un representante de casilla que encara a los representantes de partido para que pidan a los vehículos retirarse.
Al final de la jornada hasta se acusaron de intentar robar las urnas.
Los partidos antagónicos se advirtieron que llevarán las anomalías a juicio. Mucho grito.
···
La calentura bajó en las urnas al paso de las horas, pero de votantes. La zozobra se mantuvo.
Ciudad Altamirano y Arcelia fueron la excepción. Los representantes de casilla reportaron una participación copiosa, aunque no al 100 por ciento.
En cambio, casillas con uno o dos votantes se observaron en Tlapehuala, Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Zirándaro y Ajuchitlán del Progreso, principalmente.
"En la mañana vino la gente a votar, en algún momento hasta tuvimos fila, pero ahora es a cuentagotas", afirmó a las 14:00 horas Juan Manuel Vázquez, representante de casilla en Cutzamala del Pinzón.
REFORMA constató la presencia de grupos de personas a bordo de autos que se apostaban frente a las casillas. Priistas acusaban que eran del PRD y viceversa.
El Ejército fue avisado de la presencia de gente armada en Zirándaro, Tlalchapa, Coyuca de Catalán, Cutzamala del Pinzón y Ajuchitlán del Progreso. Grupos de la Policía Federal y Estatal atendieron las llamadas incluso, con el apoyo de dos helicópteros.
Soldados permanecieron acuartelados en la zona de Tierra Caliente. Fuentes del 40 Batallón, ubicado entre Ciudad Altamirano y Tlapehuala, indicaron que 400 efectivos estuvieron alertas ante cualquier brote de violencia.
El Presidente Municipal de Ciudad Altamirano, Gustavo Adolfo Juanchi, aseguró que la jornada se llevó a cabo con calma.
Autoridades electorales admitieron que en Tierra Caliente las urnas se instalaron con atraso debido a la ausencia de representantes de casilla, papelería y amenazas. A las 10:00 horas se reportó sólo el 70 por ciento de casillas instaladas en Tierra Caliente.
Incluso, representantes de partidos admitían que 29 casillas no se habían instalado por falta de garantías de seguridad ante las amenazas constantes de grupos armados.
También se reportaron camionetas con gente del PRI y PRD acarreando votantes de las comunidades.
Los operativos buscaron. Pero nada.
···
Las campanas de las iglesias replicaron a las 18:00 horas. Ese fue el aviso de los presidentes de casilla para cerrar las urnas. Las misas fueron simultáneas al conteo de boletas.
Entre reclamos terminó en Tierra Caliente el conteo de votos.
"Ahí me llevas, ahí me llevas, cuéntale bien", ordenó un priista al presidente de casilla 1943 tipo Básica.
"Deje ya de molestar, ya contamos tres veces, no hay anomalías", contestó el presidente.
En los distritos 20, 23 y 7 en Tierra Caliente, la elección fue cerrada. En distintas casillas, los votos favorecían a ambos candidatos a Manuel Añorve y Angel Aguirre, dos horas después del cierre de casillas.
Esto derivó en el patrullaje de la Policía Federal , Estatal y después, del Ejército. En desbandada.
En la junta distrital, los reclamos sobre el conteo fue ensordecedor. Las boletas se revisaron casi con lupa, una y otra vez.
Afuera, los festejos. Perredistas y priistas celebraron en sus búnkers sus supuestos triunfos.
Por si las dudas fueron discretos en la algarabía, pero no al triunfo de su candidato sino a los grupos armados.
Benito JIménez, Reforma, 31 de enero.
Las advertencias sobre violencia fueron factor en la jornada electoral en esta región -conformada por nueve municipios- sobre la baja participación para sufragar.
"Hay balacera, no salgas a votar", fue el principal rumor que se esparció, vía telefónica, en al menos seis de los nueve municipios.
"Hay gente de la maña (narcotráfico) filmando a los votantes, no votes", era otro. De voz en voz.
Dos personas "levantadas" por grupos armados le pusieron más temor al domingo electoral. Un priista de Ajuchitlán del Progreso y un taxista del sitio Altamirano.
Las acusaciones partidistas también calentaron los comicios. Representantes del PRD y del PRI en las casillas no se cansaron de culparse del acarreo de votantes, compra de votos, intimidaciones y de exhibir propaganda frente a las urnas.
"Ustedes pagaron los votos en 500 pesos, poquiteros", gritaba una señora del PRD a un grupo del PRI. Por el contrario, priistas acusaban a los del sol azteca de regalar despensas y pagar pasajes a la gente que habita en lugares alejados para que pudieran votar.
Se aventaban la bolita.
Las escaramuzas verbales también surgieron porque la gente no aparecía en la lista nominal o porque pasaban a votar con celulares y cámaras fotográficas a las mamparas, lo que está prohibido.
Fuentes de la Policía Municipal afirmaron que atendieron por lo menos 22 reportes de conatos de violencia en casillas ubicadas en zonas rurales cercanas a Altamirano.
"Hay gente que quiere votar y no está en las listas, luego de eso vienen los reclamos y las acusaciones", sostuvo un agente, al que le acompañan otros seis con el rostro cubierto y armados con fusiles en pleno centro de Pungarabato.
Otros reclamos se derivaron de la propaganda partidista.
"Mire, hay autos que pasan con las banderas de los partidos y, en varias ocasiones, frente a la casilla, eso está prohibido", refirió un representante de casilla que encara a los representantes de partido para que pidan a los vehículos retirarse.
Al final de la jornada hasta se acusaron de intentar robar las urnas.
Los partidos antagónicos se advirtieron que llevarán las anomalías a juicio. Mucho grito.
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La calentura bajó en las urnas al paso de las horas, pero de votantes. La zozobra se mantuvo.
Ciudad Altamirano y Arcelia fueron la excepción. Los representantes de casilla reportaron una participación copiosa, aunque no al 100 por ciento.
En cambio, casillas con uno o dos votantes se observaron en Tlapehuala, Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Zirándaro y Ajuchitlán del Progreso, principalmente.
"En la mañana vino la gente a votar, en algún momento hasta tuvimos fila, pero ahora es a cuentagotas", afirmó a las 14:00 horas Juan Manuel Vázquez, representante de casilla en Cutzamala del Pinzón.
REFORMA constató la presencia de grupos de personas a bordo de autos que se apostaban frente a las casillas. Priistas acusaban que eran del PRD y viceversa.
El Ejército fue avisado de la presencia de gente armada en Zirándaro, Tlalchapa, Coyuca de Catalán, Cutzamala del Pinzón y Ajuchitlán del Progreso. Grupos de la Policía Federal y Estatal atendieron las llamadas incluso, con el apoyo de dos helicópteros.
Soldados permanecieron acuartelados en la zona de Tierra Caliente. Fuentes del 40 Batallón, ubicado entre Ciudad Altamirano y Tlapehuala, indicaron que 400 efectivos estuvieron alertas ante cualquier brote de violencia.
El Presidente Municipal de Ciudad Altamirano, Gustavo Adolfo Juanchi, aseguró que la jornada se llevó a cabo con calma.
Autoridades electorales admitieron que en Tierra Caliente las urnas se instalaron con atraso debido a la ausencia de representantes de casilla, papelería y amenazas. A las 10:00 horas se reportó sólo el 70 por ciento de casillas instaladas en Tierra Caliente.
Incluso, representantes de partidos admitían que 29 casillas no se habían instalado por falta de garantías de seguridad ante las amenazas constantes de grupos armados.
También se reportaron camionetas con gente del PRI y PRD acarreando votantes de las comunidades.
Los operativos buscaron. Pero nada.
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Las campanas de las iglesias replicaron a las 18:00 horas. Ese fue el aviso de los presidentes de casilla para cerrar las urnas. Las misas fueron simultáneas al conteo de boletas.
Entre reclamos terminó en Tierra Caliente el conteo de votos.
"Ahí me llevas, ahí me llevas, cuéntale bien", ordenó un priista al presidente de casilla 1943 tipo Básica.
"Deje ya de molestar, ya contamos tres veces, no hay anomalías", contestó el presidente.
En los distritos 20, 23 y 7 en Tierra Caliente, la elección fue cerrada. En distintas casillas, los votos favorecían a ambos candidatos a Manuel Añorve y Angel Aguirre, dos horas después del cierre de casillas.
Esto derivó en el patrullaje de la Policía Federal , Estatal y después, del Ejército. En desbandada.
En la junta distrital, los reclamos sobre el conteo fue ensordecedor. Las boletas se revisaron casi con lupa, una y otra vez.
Afuera, los festejos. Perredistas y priistas celebraron en sus búnkers sus supuestos triunfos.
Por si las dudas fueron discretos en la algarabía, pero no al triunfo de su candidato sino a los grupos armados.
Benito JIménez, Reforma, 31 de enero.
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