Celebra Josefina apoyo de burócratas

En abril del 2005, Josefina Vázquez Mota decidió grabar un video de apoyo al entonces precandidato Felipe Calderón, siendo aún Secretaria de Desarrollo Social y en contra de la línea foxista de apoyar a Santiago Creel. Ayer, la hoy precandidata presidencial agradeció a mil 500 funcionarios públicos haber tomado la misma determinación: ir contra la línea oficial.

En el desayuno organizado por la red de funcionarios públicos que apoyan a Vázquez Mota no había secretarios de Estado ni gobernadores, como los que asistieron en diciembre al registro de la precandidatura de Ernesto Cordero.

Estaban, en todo caso, algunos mandos medios y cientos de servidores públicos de menor rango: una red creada y organizada desde la Oficialía Mayor de Secretaría de la Función Pública, cuya titular, Gloria Muñoz León, trabaja desde noviembre en el reclutamiento de burócratas, con y sin credencial de panistas, dispuestos a respaldar a Vázquez Mota.

Con la oficial mayor, operan la red cinco funcionarios panistas más: Mauricio Limón Aguirre, subsecretario de gestión para la protección ambiental de Semarnat; José Luis López Díaz-Barriga, presidente del Instituto Nacional de Administración y Avalúos de los Bienes Nacionales; Édgar Ibarra Morales, director de personal de la SEP; Aurora Aguilar, contralora de Diconsa, y Héctor Torres, funcionario de Conagua.

Estos servidores públicos llenaron ayer el salón Gran Fórum, en el sur de la Ciudad de México, e identificaron a los asistentes con una calcomanía pegada en la solapa, en la que se leía: "yo soy libre y voto por JVM".

Los "libres", sin embargo, tuvieron que dejar sus datos en unos formatos puestos sobre la mesa junto con el café, el jugo y las crepas que se les dio de desayuno. En las hojas había que anotar el nombre, dependencia, correo electrónico y teléfono, además de responder dos preguntas: "¿está dispuesto a apoyar en la jornada del 5 de febrero?, ¿en qué labor?".

En una de las mesas, cerca del templete, estaban sentados diez militares retirados, que fueron presentados por la propia Vázquez Mota como "el apoyo de las Fuerzas Armadas" a su proyecto.

Más que un mitin tradicional, lo de ayer parecía un desplante frente al corderismo que, desde el arranque de la contienda panista, se ha presentado como heredero del calderonismo.

Un acto de rebeldía al que Roberto Gil, coordinador político de la precampaña josefinista, le puso ayer dos significantes: uno, su propia presencia en el templete en calidad de ex secretario particular del Presidente; dos, la afirmación de que los ahí presentes son los que realmente trabajan día a día en el proyecto de Calderón.

"Éste es el equipo del Presidente", arengó Gil minutos antes de que hablara la precandidata.

En su turno, Vázquez Mota agradeció una y otra vez que los funcionarios hayan decidido romper el miedo, desafiar la línea y ser "panistas libres".

Incluso, se congratuló de que "los josefinistas de clóset" hayan decidido expresar públicamente su definición.

"El que ustedes estén aquí, libremente, no hace sino fortalecer que no nos hemos equivocado, que la libertad es el propósito y camino de Acción Nacional, que en el PAN hay hombres y mujeres libres y que la única línea que se obedece en Acción Nacional es la línea de la conciencia, la línea del amor por México, la línea de la democracia", afirmó.

A nueve días de la jornada electoral panista, la precandidata calificó el encuentro como "un antes y un después" en su precampaña, y comparó la decisión de los ahí presentes con la que ella tomó en la primavera del 2005, al respaldar públicamente al entonces "hijo desobediente", Felipe Calderón.

Al final del desayuno, los organizadores recogían formatos y hacían cuentas: calculaban entre mil 500 y 2 mil los "funcionarios libres", procedentes de Sedesol, SEP, Sagarpa, Semarnat, Función Pública, el SAT, el IPN y 16 dependencias más.

Vázquez Mota salió por la puerta de atrás, aunque varios de los asistentes se levantaron de las mesas para tratar de saludarla y retratarse con ella.

Como es costumbre en su precampaña, Josefina encabezó un desayuno, pero no se sentó a la mesa. Y se fue de allí sin probar bocado.


Ernesto Núñez, Reforma, 29 de enero.