Dejan pendiente licitar TV abierta

Las bases y convocatoria para licitar 306 frecuencias para televisión abierta digital (TAD) en el país no saldrán en los tiempos establecidos por las propias autoridades del gobierno federal. Analistas e industriales dudan de que el nuevo gobierno, a cargo de Enrique Peña Nieto, retome los compromisos asumidos por funcionarios de la administración de Felipe Calderón y propicie los cambios encaminados a generar competencia en un mercado dominado por dos grupos: Televisa y TV Azteca.

De acuerdo con diversos analistas, la emisión de las bases para la TAD se politizaron desde que los comisionados integrantes del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), decidieron no cumplir con los tiempos establecidos para la emisión de TAD, el cual vence el viernes de esta semana.

Pero no sólo la Cofetel quedará en deuda; en el compromiso fallido también se incluyen a los titulares de las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Comunicaciones y Transportes, José Antonio Meade y Dionisio Pérez-Jácome, respectivamente, así como Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC).

De hecho, la semana pasada, el propio presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, reconoció de manera pública que había “posibilidades remotas” de que el regulador emita las bases y la convocatoria antes del 30 de noviembre.

Los comisionados “esperan ver cuál es la política en la siguiente administración, que tampoco ha demostrado mucha apertura concretamente en el sector de telecomunicaciones”, comentó Abel Hilbert, ex comisionado del organismo regulador. El ex directivo expresó que la lentitud de la Comisión es delicada, dado que “este es un sector muy sensible (el de la televisión) y los jugadores Televisa y Tv Azteca siempre se han opuesto a que se abra el sector”. El gobierno encabezado por Peña Nieto asumirá funciones el primero de diciembre próximo.

Wilma Arellano, investigadora del centro público de investigación Infotec del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dijo que el problema subyace en la falta de una normatividad que obligue a los funcionarios públicos a cumplir con reglas en este tipo procesos.

“En cuánto a qué posición de apertura tendrá el nuevo gobierno, pues yo no confío demasiado y evidentemente es el usuario el que tiene esa afectación”, dijo la investigadora.

Salomón Padilla, especialista del sector, dijo que el asunto de la licitación de frecuencias es político y ahora dependerá del gobierno establecer un nuevo ritmo en la industria de las telecomunicaciones. “Si la nueva administración se la quiere jugar por el mismo camino (que el PAN) va a obtener el mismo resultado”, dijo Padilla.

En junio pasado, la CFC aceptó la fusión entre Grupo Televisa y la empresa de telefonía del Grupo Salinas, Iusacell, a cambio de diversas condiciones dirigidas a salvaguardar la competencia, como es la licitación de una tercera cadena de televisión en 24 meses, de no ser así, la sociedad se tendría que romper.

Ramiro Alonso, El Universal, 26 de noviembre.