EL SALVADOR. Los mandatarios de México y El Salvador, Felipe Calderón y Elías Antonio Saca, criticaron al gobierno de Álvaro Uribe al condenar la violación a la soberanía territorial de cualquier estado; y se comprometieron a apoyar, a través del diálogo, la negociación y canales diplomáticos para que los gobiernos de Colombia y Ecuador normalicen sus relaciones.
Después de que el ejército colombiano incursionara el sábado pasado a territorio ecuatoriano para asesinar al portavoz internacional de las FARC, Raúl Reyes, el Ejecutivo pidió a los estados observar los principios de derecho internacional de no intervención y de solución pacífica de controversias, ya que lo ocurrido es de "preocupación".
Saca también aseguró que ambos gobiernos refrendaron su apoyo contra la lucha contra el terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Pero en su declaración conjunta dada a conocer ayer por la noche no asumieron una posición sobre la movilización de tropas a Venezuela.
En medio de esta coyuntura el Primer Mandatario arrancó ayer su gira por Centroamérica, en la que asumirá el viernes próximo la Secretaría Protémpore del Grupo de Río, órgano encargado de generar consensos a nivel internacional.
La posición que asuma México en este escenario será determinante, ya que de manera paralela el presidente de Ecuador, Rafael Correa, mantiene una gira para recabar el apoyo contra Colombia por haber sobrepasado la frontera de su país.
Los países que visitará son Perú, Panamá, Venezuela y República Dominicana.
Desde ayer, el Mandatario mexicano llegó a territorio salvadoreño. Ahí ya se advertían en las noticias locales los posibles escenarios y la magnitud de los ejércitos, donde Colombia dobla en elementos a los cuerpos militares de Venezuela y Ecuador juntos.
Calderón fue recibido por su homólogo salvadoreño. A su llegada se veía la bandera de México proyectada sobre la casa presidencial, donde después mantuvieron una reunión bilateral y una de comitivas.
En estos encuentros, todos de carácter privado, México ofreció la disposición de vender energía a El Salvador y prometió revisar los alcances del Pacto de San José, que garantiza suministro de petróleo a la región.
Más tarde, a pesar de la polémica generada en el Congreso mexicano por la entrega de la Condecoración de la Orden Nacional José Matías Delgado en grado de Gran Cruz, que ofrece como distinción el gobierno salvadoreño, y pese a las reticencias del Partido de la Revolución Democrática, se la entregaron durante la cena.
Después de que el ejército colombiano incursionara el sábado pasado a territorio ecuatoriano para asesinar al portavoz internacional de las FARC, Raúl Reyes, el Ejecutivo pidió a los estados observar los principios de derecho internacional de no intervención y de solución pacífica de controversias, ya que lo ocurrido es de "preocupación".
Saca también aseguró que ambos gobiernos refrendaron su apoyo contra la lucha contra el terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Pero en su declaración conjunta dada a conocer ayer por la noche no asumieron una posición sobre la movilización de tropas a Venezuela.
En medio de esta coyuntura el Primer Mandatario arrancó ayer su gira por Centroamérica, en la que asumirá el viernes próximo la Secretaría Protémpore del Grupo de Río, órgano encargado de generar consensos a nivel internacional.
La posición que asuma México en este escenario será determinante, ya que de manera paralela el presidente de Ecuador, Rafael Correa, mantiene una gira para recabar el apoyo contra Colombia por haber sobrepasado la frontera de su país.
Los países que visitará son Perú, Panamá, Venezuela y República Dominicana.
Desde ayer, el Mandatario mexicano llegó a territorio salvadoreño. Ahí ya se advertían en las noticias locales los posibles escenarios y la magnitud de los ejércitos, donde Colombia dobla en elementos a los cuerpos militares de Venezuela y Ecuador juntos.
Calderón fue recibido por su homólogo salvadoreño. A su llegada se veía la bandera de México proyectada sobre la casa presidencial, donde después mantuvieron una reunión bilateral y una de comitivas.
En estos encuentros, todos de carácter privado, México ofreció la disposición de vender energía a El Salvador y prometió revisar los alcances del Pacto de San José, que garantiza suministro de petróleo a la región.
Más tarde, a pesar de la polémica generada en el Congreso mexicano por la entrega de la Condecoración de la Orden Nacional José Matías Delgado en grado de Gran Cruz, que ofrece como distinción el gobierno salvadoreño, y pese a las reticencias del Partido de la Revolución Democrática, se la entregaron durante la cena.
Nota de Laura Vega, enviada, El Economista, 5 de marzo.
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