SANTO DOMINGO.— La crisis en la que se vio envuelta Latinoamérica a raíz de la incursión en Colombia a territorio ecuatoriano para atacar a las FARC quedó superada ayer al concluir la XX Cumbre del Grupo de Río, pues el presidente de Ecuador, Rafael Correa, aceptó las disculpas de su par colombiano Álvaro Uribe, que también se comprometió a no volver a cometer una acción de este tipo.
Al emitir Correa esta declaración, Uribe se levantó de su lugar y se dirigió a la butaca de Correa para extenderle la mano y darle unas palmadas en la espalda en señal de que el conflicto había quedado superado. Uribe se fundió en sendos abrazos con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, quien expresó que su gobierno daba marcha atrás al rompimiento de relaciones diplomáticas con Colombia que había declarado.
El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, leyó una declaración de 10 puntos del Grupo de Río que fue avalada por todos los mandatarios y representantes gubernamentales, con la cual se dio por terminado el conflicto.
Destaca que los mandatarios respaldarán la determinación que tome la Organización de los Estados Américanos (OEA) después de que su secretario, José Miguel Insulza visite Colombia. También se subraya que Uribe se comprometió a entregar a Correa documentos en los que se presume vínculos de las FARC con funcionarios de Ecuador, a fin de que se investigue el tema.
Por horas, Ecuador y Colombia intercambiaron acusaciones en torno a la crisis diplomática derivada de una incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano, mientras mandatarios latinoamericanos pedían que prevaleciera el multilateralismo y el diálogo.
Uribe y Correa defendieron sus posiciones con firmeza, mientras intercambiaban recriminaciones y señalamientos, como el del mandatario colombiano de que una carta encontrada en el equipo decomisado a las FARC tras el ataque mostraba que esa guerrilla apoyó la campaña electoral del hoy presidente ecuatoriano.
Correa rechazó que su gobierno colabore con las FARC, y calificó las denuncias de Uribe de “infamia”.
El presidente venezolano sostuvo que su país no quiere guerra sino la paz y que todo lo que había hecho en las últimas semanas era contribuir a la liberación de rehenes de las FARC.
Chávez aseguró que no ha enviado dinero a las FARC ni lo hará, como supuestamente revela otra carta sustraída de los ordenadores confiscados en el campamento del jefe rebelde Raúl Reyes, muerto en el ataque del sábado, según la cual Venezuela habría enviado 300 millones de dólares al grupo.
En la declaración del Grupo de Río se asentó que Colombia incursionó sin consentimiento de Ecuador en su territorio; se rechaza la violación a la integridad de Ecuador; se toma conocimiento de las disculpas del mandatario de Colombia; Colombia se compromete a no cometer otra acción de este tipo y se toma nota de la decisión del presidente Correa de recibir los documentos ofrecidos por Uribe.
Además, en la conclusión se subraya que los países refrendan su compromiso con los principios del rechazo al uso de la fuerza y también a la injerencia en asuntos de otros Estados; se ratifica el compromiso de convivencia pacífica y preservación de la paz y se reitera el compromiso de combatir al narco y a los grupos criminales.
El ex presidente cubano, Fidel Castro, celebró en La Habana el acuerdo logrado en la cumbre y Estados Unidos fue el único perdedor, y que su derrota fue por “knock out”
Al término de la reunión se le entregó al presidente mexicano Felipe Calderón la secretaría Pro-Témpore del Grupo de Río y en su mensaje anunció que se privilegiará el diálogo y se buscará el fortalecimiento de esta región a nivel internacional.
Con esa determinación, dijo Calderón, “los países latinoaméricanos salen fortalecidos porque a pesar del escenario complejo que nos puso aprueba se ratifica el compromiso de cumplir con normas pacíficas logradas a través del diálogo franco entre gobernantes”.
Al emitir Correa esta declaración, Uribe se levantó de su lugar y se dirigió a la butaca de Correa para extenderle la mano y darle unas palmadas en la espalda en señal de que el conflicto había quedado superado. Uribe se fundió en sendos abrazos con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, quien expresó que su gobierno daba marcha atrás al rompimiento de relaciones diplomáticas con Colombia que había declarado.
El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, leyó una declaración de 10 puntos del Grupo de Río que fue avalada por todos los mandatarios y representantes gubernamentales, con la cual se dio por terminado el conflicto.
Destaca que los mandatarios respaldarán la determinación que tome la Organización de los Estados Américanos (OEA) después de que su secretario, José Miguel Insulza visite Colombia. También se subraya que Uribe se comprometió a entregar a Correa documentos en los que se presume vínculos de las FARC con funcionarios de Ecuador, a fin de que se investigue el tema.
Por horas, Ecuador y Colombia intercambiaron acusaciones en torno a la crisis diplomática derivada de una incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano, mientras mandatarios latinoamericanos pedían que prevaleciera el multilateralismo y el diálogo.
Uribe y Correa defendieron sus posiciones con firmeza, mientras intercambiaban recriminaciones y señalamientos, como el del mandatario colombiano de que una carta encontrada en el equipo decomisado a las FARC tras el ataque mostraba que esa guerrilla apoyó la campaña electoral del hoy presidente ecuatoriano.
Correa rechazó que su gobierno colabore con las FARC, y calificó las denuncias de Uribe de “infamia”.
El presidente venezolano sostuvo que su país no quiere guerra sino la paz y que todo lo que había hecho en las últimas semanas era contribuir a la liberación de rehenes de las FARC.
Chávez aseguró que no ha enviado dinero a las FARC ni lo hará, como supuestamente revela otra carta sustraída de los ordenadores confiscados en el campamento del jefe rebelde Raúl Reyes, muerto en el ataque del sábado, según la cual Venezuela habría enviado 300 millones de dólares al grupo.
En la declaración del Grupo de Río se asentó que Colombia incursionó sin consentimiento de Ecuador en su territorio; se rechaza la violación a la integridad de Ecuador; se toma conocimiento de las disculpas del mandatario de Colombia; Colombia se compromete a no cometer otra acción de este tipo y se toma nota de la decisión del presidente Correa de recibir los documentos ofrecidos por Uribe.
Además, en la conclusión se subraya que los países refrendan su compromiso con los principios del rechazo al uso de la fuerza y también a la injerencia en asuntos de otros Estados; se ratifica el compromiso de convivencia pacífica y preservación de la paz y se reitera el compromiso de combatir al narco y a los grupos criminales.
El ex presidente cubano, Fidel Castro, celebró en La Habana el acuerdo logrado en la cumbre y Estados Unidos fue el único perdedor, y que su derrota fue por “knock out”
Al término de la reunión se le entregó al presidente mexicano Felipe Calderón la secretaría Pro-Témpore del Grupo de Río y en su mensaje anunció que se privilegiará el diálogo y se buscará el fortalecimiento de esta región a nivel internacional.
Con esa determinación, dijo Calderón, “los países latinoaméricanos salen fortalecidos porque a pesar del escenario complejo que nos puso aprueba se ratifica el compromiso de cumplir con normas pacíficas logradas a través del diálogo franco entre gobernantes”.
Nota de Sergio Javier Jiménez, El Universal, 8 de marzo.
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