La operación popote que denunció Conchello

El senador panista José Ángel Conchello Dávila tenía información precisa. Por eso insistía en la tribuna del Senado. Pocos le hacían caso. Uno de éstos, el priista Humberto Mayans Canabal, lo secundó para que compareciera el entonces secretario de Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría Ordóñez. Hubo un periodo en que, durante las 56 y 57 legislaturas, el legislador parecía parlamentar en el desierto.

Fue el 26 de marzo de 1996. Una noticia llamó su atención: el gobierno de los Estados Unidos entregó concesiones a cuatro empresas para perforar en el Golfo de México, a 321 kilómetros de la costa. O sea, enfatizó Conchello, “en los límites de 200 millas, y 200 millas es el mar patrimonial mexicano”. Y lanzó una duda: “Nos da la impresión de que algo se está cociendo bajo el mar”.

De ahí se fue de largo:

“Y el hecho de que sean cuatro empresas —‘cuatro de las nefastas siete hermanas que dominan el petróleo mundial’— quiere decir que, con seguridad, ellos saben que ahí hay petróleo. Y si lo hacen en la orilla es porque seguramente parte de ese petróleo está bajo la jurisdicción reconocida mundialmente, menos por el Senado de Estados Unidos, de las 200 millas de mar patrimonial mexicano”.

Y pidió que se invitara a dialogar, “a la brevedad posible”, a Gurría “para el efecto de que informe sobre la noticia de la perforación petrolera por parte de empresas americanas…” Mayans, en nombre de los priistas, expresó “la máxima de las exigencias para que las autoridades competentes salvaguarden la riqueza petrolera del país en el Golfo de México, porque así lo exige la Constitución…”

El senador perredista Félix Salgado Macedonio, quien se unió a “la oportuna exigencia” del senador Conchello, sacó a relucir la denominada operación popote, que en “otros países usan como alta tecnología” y la cual consiste en “hacer una perforación horizontal, subterránea, que permite sustraer el preciado líquido”.


***



El 8 de octubre de 1997, Conchello criticó el hecho de que funcionarios mexicanos fueran a una conferencia en Houston, Texas, denominada Access México, Energy Simposium. “¿Y qué es Access México?”, se preguntó. “Acceso a México”. Y jugueteó: “Ustedes se acuerdan: el Simposium de Platón. Simposium es banquete; y creo que lo que estaban sirviendo ahí era el petróleo mexicano”. Y arremetió contra el director de Pemex, Lajous, quien “nos viene a decir, a través de la prensa americana, de sus planes para la reforma del petróleo”.

Y se refirió al “agujero de la dona”, ubicado en el Golfo de México. “¿Qué hay detrás de todo esto?”, preguntó, refiriéndose al encuentro de funcionarios mexicanos en Estados Unidos. “No queremos ser informados tardíamente, queremos ser informados en caliente, ahora mismo, en cuanto vengan, para tomar las medidas o las disposiciones que hagan falta para proteger el gran patrimonio nacional”. Y propuso la comparecencia del director de Pemex y del secretario de Energía.

Lo encaró el priista José Trinidad Lanz Cárdenas, que exigió respeto para los funcionarios, y su propuesta no tuvo efecto. Pero 20 días más tarde, a propósito de que el Congreso estadunidense, después de 18 años de negociación, había aprobado el Tratado de Límites Marítimos en el Golfo de México, Conchello volvió a la carga y recordó la supuesta operación popote.

En referencia a la firma del tratado, dijo, “no sabemos si fue por el hambre creciente que tienen las compañías petroleras, pensando en el Golfo de México; no sabemos si es porque la Guerra del Golfo acabó con las reservas…”. Propuso entonces un punto de acuerdo para plantear un intercambio de notas “al máximo nivel” entre México y Estados Unidos. Lo apoyó el priista Fernando Solana.

Y la mayoría votó a favor.

El 13 de noviembre de ese año, sin embargo, Conchello mostró “frustración” y “descontento”, pues durante la visita que el presidente Ernesto Zedillo había hecho a Estados Unidos no incluyó en su agenda el intercambio de notas sugerido por el Senado.

Dijo comprender que el presidente Clinton no le diera la debida importancia al asunto del “agujero de la dona” que está en el centro del Golfo de México, pero Ernesto Zedillo “perdió una gran opotunidad histórica: como que el presidente de México tuvo miedo”.

El panista estaba molesto. Lo apoyó el perredista Jorge Calderón Salazar.


***



En la comparecencia de Gurría, el 11 de diciembre, Conchello volvió a la carga, ahora frente al funcionario. Le dijo que tenía información de que Estados Unidos había otorgado permisos para la exploración en el Golfo de México. Y preguntó: “¿Esa zona es nuestra? ¿Esa zona es del llamado ‘agujero de la dona’? ¿A quién pertenece?”

Gurría acusó al senador de especular con información “simplista”, y le dijo que durante la visita de funcionarios al país vecino sólo discutieron temas de energía; “no iniciamos ningún contacto, no aceptamos ningún contacto para discutir el tema de las famosas donas, antes de que se ratificara el tratado”.

El canciller dijo no tener ninguna evidencia de que compañías exploraran o pretendieran hacerlo. Y lo que sí estaba haciendo el gobierno mexicano, añadió, es acumular elementos de carácter técnico, previo al primer contacto con Estados Unidos en esa materia.

Conchello, ya en su réplica, dijo que no se trataba de especular con notas de prensa, sino que había evidencias de exploración. “Es un boletín del Servicio de Administración de Minerales de los Estados Unidos. De ahí es donde tomamos la información, y ellos no se ocultan, para ellos es un triunfo, es un orgullo; se acerca un verdadero boom petrolero en Estados Unidos, gracias a la explotación del Golfo”.

Y terminó la comparecencia.

A los dos días, Conchello recordó que tres horas más tarde de que Gurría saliera del Senado, la cancillería emitió un comunicado, mismo que leyó en la tribuna. Decía que México y Estados Unidos “han acordado iniciar conversaciones sobre los derechos de ambos países ribereños en un polígono de aguas internacionales ubicadas más allá de las 200 millas entre ambas naciones.

“Para evitar poner en riesgo el inicio hacia la buena marcha de las conversaciones, los Estados Unidos han aceptado devolver las ofertas de la licitación 168, efectuada en 1997, y también suspender la licitación 169 propuesta para abril de 1998 que podría involucrar la pérdida de la parte norte de dicho polígono”.

Conchello dijo que todo lo ahí expuesto había sido un triunfo del Senado, mostró preocupación y dejó una pregunta en el aire: “¿Lo sabía el señor secretario cuando estaba entre nosotros y no quiso informarnos?”

El 3 de agosto de 1998, poco después del mediodía, el senador José Ángel Conchello Dávila murió en un accidente, a la altura del kilómetro 46. 7 de la carretera México–Querétaro, cuando su camioneta fue embestida por un tráiler. El chofer logró sobrevivir, luego de ser atendido en el hospital Magdalena de las Salinas.

A los dos meses el Senado le otorgó, post mórtem, la “Medalla de Honor Belisario Domínguez 1998”. Recibió la presea —de manos del presidente Ernesto Zedillo— su viuda, doña Otilia Román. En la tribuna exaltaron su labor senadores perredistas, panistas y priistas.
Crónica de Humberto Ríos Navarrete, Milenio, 25 de marzo.

3 Responses to "La operación popote que denunció Conchello"

antonio responded on 6 de julio de 2010, 2:01 #

Todo esto lo van a pagar muy caro tanto los corruptos mexicanos,como los ambiciosos petroleros que los corrompen.Tanto daño que le han hecho a México y principalmente a su gente,como los 9 estados que se robaron y Texas que supieron combencer a la gente de ese estado a que se independisara y despues quedarse con el.Todo esto está en el trtado de Guadalupe y muchos lo sabemos. http://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Guadalupe_Hidalgo

Unknown responded on 8 de julio de 2016, 19:51 #

A 6 anos de distancia todas las piezas del ajedrez
estan en su lugar, Gurria en la OCDP y la modificacion al Art 27, para entregar el petroleo a los gringos

Luis Chavarria E responded on 5 de agosto de 2016, 18:34 #

Pues simplemente este es el México secuestrado por los priistas masones, atlacomulcos, parientes del ratón mayor salinas de gortari. El panista José Ángel Conchello Dávila QEPD, tuvo el valor de denunciar y buscar revertir negociaciones ocultas del gobierno priista, y desgraciadamente lo mandaron matar como a otros grandes panistas y sus muertes han quedado en el olvido y sus metas de cada uno de ellos fueron desatendidas a nivel partido, se perdió el petróleo, se creó el INE, y México sigue secuestrado, PANISTAS no bajen la guardia cuando tengan la oportunidad de enmendar los hechos que nos tienen en la quiebra en todos los sectores, no sirve ganar la presidencia si no se ganan las cámaras, vayamos por todo para lograr el México que todos queremos y que anhelaron nuestros antecesores.