Peligra vida de 36 reos en ayuno

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.— Familiares de “presos políticos” de la pasada administración encabezada por Pablo Salazar Mendiguchía, se declararon ayer en plantón indefinido afuera del palacio de gobierno de Chiapas.

Unos 60 parientes de los 36 reos indígenas y campesinos presos, en huelga de hambre desde hace 32 días en tres penales de Chiapas, se instalaron en ese sitio para exigir libertad inmediata de los internos por su “delicado” estado de salud.

Las madres y esposas de los presos que, en aras de obtener su libertad, están en resistencia en el penal de El Amate, el 5 de San Cristóbal de las Casas y el Centro de Readaptación Social de Playas de Catazajá, responsabilizaron al gobierno estatal de la integridad física y las complicaciones de salud de los huelguistas, condiciones que se pueden agravar por la “tardanza” en la revisión de los expedientes penales, alertaron.

Representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de organizaciones sociales y campesinas, iniciaron el pasado 17 de marzo la revisión de los expedientes jurídicos y las demandas de liberación de 360 reos autoproclamados “presos políticos”, todos detenidos en el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía (2000-2006).

Incluso, responsabilizan directamente de los encarcelamientos al entonces titular de la Fiscalía General de Chiapas, Mariano Herrán Salvatti.

Durante la Semana Santa fue liberado el catequista tzotzil Zacario Hernández Hernández, así como cuatro reos más originarios de comunidades de la región de los Altos.

El gobierno estatal fijó un plazo máximo, a partir de esa fecha, de 30 días para concluir y resolver el análisis de cada uno de los casos en los que destacan sentencias y procesos penales por homicidios, secuestros, ataques a las vías de comunicación, atentados contra la paz, la integridad social y la colectividad, así como lesiones y robo con violencia.

Sin embargo, Tabita Sánchez Gutiérrez, quien tiene detenidos en el penal de Playas de Catazajá a nueve familiares, aseguró que tanto la huelga de hambre colectiva de internos, como el plantón frente a la sede del Poder Ejecutivo estatal, se mantendrá hasta que todos los reos sean liberados.

José Pérez, representante externo de la organización La Voz del Amate, dijo que “muchos ya están vomitando sangre, sufren mareos y desmayos y padecen calambres y dolores de estómago, ya no pueden esperar más”, insistió.

Nota de Oscar Gutiérrez, El Universal, 26 de marzo.