El marco jurídico en México está diseñado para impedir la participación del sector privado prácticamente en cualquier actividad relacionada con la energía, y la poca que existe está en la indefinición jurídica porque está sustentada sólo en leyes secundarias que le restan certidumbre jurídica, según analistas del sector.
Más que legislación, México tiene un "libro sagrado" y la falta de inversiones en distintos rubros tendrá un impacto en la economía y en la competitividad del País, previó Amy Myers investigadora del mercado mundial de petróleo de Instituto Baker en Houston.
Un ejemplo es lo que se importa en petroquímicos, cuando es uno de los negocios más globales del mundo, dijo por su parte Luis Puig, consultor independiente y ex director de Pemex Petroquímica.
La importación de petroquímicos alcanzó este año 18 mil millones de pesos, que sumado a la demanda de refinados lanza aún una balanza comercial de hidrocarburos favorable.
Propuso para México seguir un esquema similar al de Brasil para instalar refinerías que procesen crudo pesado directamente para los usos de esta industria.
Por ejemplo en Brasil, cada complejo puede procesar 150 mil barriles y la inversión requerida va de 6 a 8 mil millones de dólares.
Rogelio Gasca Neri, consultor independiente de energía, consideró que el marco jurídico en México está diseñado para impedir la participación del sector privado, ya que se elaboró pensando que sería el Estado el único controlador del rubro energético.
Con base en esta situación es que se ha diseñado el andamiaje jurídico, dijo Gasca.
De hecho, cuando se buscó vender la petroquímica nacional, no se pudo concretar debido a que los complejos no se pueden separar.
Al respecto, las empresas requieren certidumbre jurídica y transparencia para realizar inversiones, consideró por su parte Myers.
Puig indicó que se requiere un nuevo modelo de operación, para lo cual Pemex tiene que modificar su relación con el Estado, con el sector privado, con sus actividades internacionales y ejecutar acciones hacia una modernización empresarial.
Más que legislación, México tiene un "libro sagrado" y la falta de inversiones en distintos rubros tendrá un impacto en la economía y en la competitividad del País, previó Amy Myers investigadora del mercado mundial de petróleo de Instituto Baker en Houston.
Un ejemplo es lo que se importa en petroquímicos, cuando es uno de los negocios más globales del mundo, dijo por su parte Luis Puig, consultor independiente y ex director de Pemex Petroquímica.
La importación de petroquímicos alcanzó este año 18 mil millones de pesos, que sumado a la demanda de refinados lanza aún una balanza comercial de hidrocarburos favorable.
Propuso para México seguir un esquema similar al de Brasil para instalar refinerías que procesen crudo pesado directamente para los usos de esta industria.
Por ejemplo en Brasil, cada complejo puede procesar 150 mil barriles y la inversión requerida va de 6 a 8 mil millones de dólares.
Rogelio Gasca Neri, consultor independiente de energía, consideró que el marco jurídico en México está diseñado para impedir la participación del sector privado, ya que se elaboró pensando que sería el Estado el único controlador del rubro energético.
Con base en esta situación es que se ha diseñado el andamiaje jurídico, dijo Gasca.
De hecho, cuando se buscó vender la petroquímica nacional, no se pudo concretar debido a que los complejos no se pueden separar.
Al respecto, las empresas requieren certidumbre jurídica y transparencia para realizar inversiones, consideró por su parte Myers.
Puig indicó que se requiere un nuevo modelo de operación, para lo cual Pemex tiene que modificar su relación con el Estado, con el sector privado, con sus actividades internacionales y ejecutar acciones hacia una modernización empresarial.
Nota de Alma Hernández, Reforma, 18 de marzo.
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