Existe en el IFE preocupación ante las voces que se pronuncian por el llamado “voto en blanco”, es decir, acudir a las urnas pero no sufragar por nadie, reconoce Arturo Sánchez, consejero electoral.
La democracia se basa en la participación, y los movimientos antidemocráticos buscan lo contrario para obtener espacios de operación, asegura. “Yo tengo una premisa muy simple: la democracia se basa en la participación. En que lleguen a la Cámara de Diputados aquéllos que tienen las preferencias mayoritarias de la ciudadanía para darles credibilidad y legitimidad”, explica el funcionario del Instituto Federal Electoral.
Ganan los delincuentes
Puntualiza que los movimientos contrarios a la democracia buscan la no participación ciudadana para ganar espacios.
“Y de ésos estamos hablando de la delincuencia organizada, de los grupos antisistémicos, de personas que piensan que con la no participación podrían las instituciones debilitarse”, añade a El Economista.
Entonces -reflexiona- ante el llamado del voto blanco, mi pregunta es: ¿Quién gana con el voto blanco? Y mi respuesta es: ganan justamente las tendencias más autoritarias, más de delincuentes, más antisistémicas. Y yo creo que en un sistema democrático lo que hay que construir es justamente el fortalecimiento de la democracia, insiste.
De acuerdo con el estado de ingresos y egresos del IFE al mes de marzo, para el programa de Educación para la Participación Democrática y la Promoción del Voto se tenía un presupuesto de 9 millones 799,004 pesos; y en el rubro de ejercido se especifica: 8 millones 141,725 pesos.
La democracia se basa en la participación, y los movimientos antidemocráticos buscan lo contrario para obtener espacios de operación, asegura. “Yo tengo una premisa muy simple: la democracia se basa en la participación. En que lleguen a la Cámara de Diputados aquéllos que tienen las preferencias mayoritarias de la ciudadanía para darles credibilidad y legitimidad”, explica el funcionario del Instituto Federal Electoral.
Ganan los delincuentes
Puntualiza que los movimientos contrarios a la democracia buscan la no participación ciudadana para ganar espacios.
“Y de ésos estamos hablando de la delincuencia organizada, de los grupos antisistémicos, de personas que piensan que con la no participación podrían las instituciones debilitarse”, añade a El Economista.
Entonces -reflexiona- ante el llamado del voto blanco, mi pregunta es: ¿Quién gana con el voto blanco? Y mi respuesta es: ganan justamente las tendencias más autoritarias, más de delincuentes, más antisistémicas. Y yo creo que en un sistema democrático lo que hay que construir es justamente el fortalecimiento de la democracia, insiste.
De acuerdo con el estado de ingresos y egresos del IFE al mes de marzo, para el programa de Educación para la Participación Democrática y la Promoción del Voto se tenía un presupuesto de 9 millones 799,004 pesos; y en el rubro de ejercido se especifica: 8 millones 141,725 pesos.
Mauricio Rubí, El Economista, 25 de mayo.
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