Al considerar que las medidas para atacar la crisis económica han sido insuficientes, el ex presidente Ernesto Zedillo subrayó la urgencia de que el gobierno de Felipe Calderón y el Congreso de la Unión aborden y resuelvan con éxito “una reforma fiscal definitiva”, lo que requerirá “la comprensión y la paciencia de la sociedad”, pues serán “impopulares”.
Durante la 19 Convención de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Zedillo dijo que para el fomento de la competencia debemos ser drásticos y aspirar a tener leyes laborales que no constituyan un desaliento a la contratación de trabajadores en los sectores modernos de la economía.
“Las reformas que se iniciaron desde los 80 han valido la pena y sirvieron, pero no son suficientes”, recalcó el ex presidente.
Ante esta adversidad el último presidente priista exhortó a realizar los ajustes que están pendientes en la agenda, como el laboral y el fiscal; además, señaló que las instituciones y los mercados aún están lejos de la recuperación.
En su participación titulada “La primera gran crisis del siglo XXI”, sostuvo que ninguna de las decisiones que se tomarán para hacer frente a la crisis será popular “sería engañarnos si pensamos que esta crisis se va resolver con buenos deseos, con fantasías, con castillos en el aire”.
Y agregó que “nuestros representantes populares, presidente, diputados, senadores y gobernadores van a tener que tomar decisiones difíciles e impopulares, pero es lo que el país requiere”.
Consideró que el tamaño de esta crisis debiera ser una causa de unidad para afrontar con mayor determinación que nunca las severas limitaciones que padece el país, no sólo la pobreza y la desigualdad, sino también para que las instituciones de seguridad y de procuración de justicia realmente logren proteger con eficacia los derechos de la gente, incluyendo la seguridad personal y del patrimonio.
“Esta sería la mejor estrategia para lograr una sana recuperación de nuestra economía, una vez que la recesión haya tocado fondo”, señaló.
Ernesto Zedillo estimó que el escenario más probable será una recuperación que iniciará pronto, pero será lenta y llevará bastabte tiempo alcanzar los niveles de actividad económica que se tenían antes de la crisis.
“Comparto con los pesimistas la visión de que los bancos y los mercados financieros están aún lejos de recuperarse”, dijo.
Advirtió que una de las consecuencias de la crisis es que prácticamente nadie espera que los precios del petróleo se recuperen, por lo que serán considerablemente menores a los que disfrutamos de 2003 a 2008, así que debe debemos reconocer que tenemos un problema muy serio, “es realmente nuestro talón de Aquiles y si no lo resolvemos, nuestra situación podrá tornarse más difícil”. Esto se agrava, dijo, por la caída de los flujos de financiamiento.
Zedillo dijo que no es casualidad que el sector informal de la economía en el país tenga el enorme tamaño que tiene y que es así porque “tenemos leyes que discriminan contra los trabajadores, particularmente los jóvenes y las mujeres para ingresar al sector formal.
Orador principal de la reunión, el ex presidente afirmó que otra de las tareas urgentes es recomponer el estado de derecho “lo que no hemos podido conseguir en 200 años de vida independiente”, por lo que llamó a no escatimar recursos económicos y políticos para realizar esa tarea.
Consideró que las finanzas públicas razonablemente sanas no son suficientes para enfrentar la peor recesión mundial desde la Segunda Guerra Mundial, agravada por el tamaño de los quebrantos y por el grado de integración que han alcanzado los mercados financieros del mundo.
El ex presidente recordó la última estimación del Fondo Monetario de que el total de las pérdidas de las instituciones financieras globales alcanza ya los 4 millones de millones de dólares (4 billones para nosotros, 4 trillones para los anglosajones), y ese organismo considera que pese a los rescates y saneamiento el faltante de capital podría ubicarse entre los 875 mil millones de dólares.
Durante la 19 Convención de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Zedillo dijo que para el fomento de la competencia debemos ser drásticos y aspirar a tener leyes laborales que no constituyan un desaliento a la contratación de trabajadores en los sectores modernos de la economía.
“Las reformas que se iniciaron desde los 80 han valido la pena y sirvieron, pero no son suficientes”, recalcó el ex presidente.
Ante esta adversidad el último presidente priista exhortó a realizar los ajustes que están pendientes en la agenda, como el laboral y el fiscal; además, señaló que las instituciones y los mercados aún están lejos de la recuperación.
En su participación titulada “La primera gran crisis del siglo XXI”, sostuvo que ninguna de las decisiones que se tomarán para hacer frente a la crisis será popular “sería engañarnos si pensamos que esta crisis se va resolver con buenos deseos, con fantasías, con castillos en el aire”.
Y agregó que “nuestros representantes populares, presidente, diputados, senadores y gobernadores van a tener que tomar decisiones difíciles e impopulares, pero es lo que el país requiere”.
Consideró que el tamaño de esta crisis debiera ser una causa de unidad para afrontar con mayor determinación que nunca las severas limitaciones que padece el país, no sólo la pobreza y la desigualdad, sino también para que las instituciones de seguridad y de procuración de justicia realmente logren proteger con eficacia los derechos de la gente, incluyendo la seguridad personal y del patrimonio.
“Esta sería la mejor estrategia para lograr una sana recuperación de nuestra economía, una vez que la recesión haya tocado fondo”, señaló.
Ernesto Zedillo estimó que el escenario más probable será una recuperación que iniciará pronto, pero será lenta y llevará bastabte tiempo alcanzar los niveles de actividad económica que se tenían antes de la crisis.
“Comparto con los pesimistas la visión de que los bancos y los mercados financieros están aún lejos de recuperarse”, dijo.
Advirtió que una de las consecuencias de la crisis es que prácticamente nadie espera que los precios del petróleo se recuperen, por lo que serán considerablemente menores a los que disfrutamos de 2003 a 2008, así que debe debemos reconocer que tenemos un problema muy serio, “es realmente nuestro talón de Aquiles y si no lo resolvemos, nuestra situación podrá tornarse más difícil”. Esto se agrava, dijo, por la caída de los flujos de financiamiento.
Zedillo dijo que no es casualidad que el sector informal de la economía en el país tenga el enorme tamaño que tiene y que es así porque “tenemos leyes que discriminan contra los trabajadores, particularmente los jóvenes y las mujeres para ingresar al sector formal.
Orador principal de la reunión, el ex presidente afirmó que otra de las tareas urgentes es recomponer el estado de derecho “lo que no hemos podido conseguir en 200 años de vida independiente”, por lo que llamó a no escatimar recursos económicos y políticos para realizar esa tarea.
Consideró que las finanzas públicas razonablemente sanas no son suficientes para enfrentar la peor recesión mundial desde la Segunda Guerra Mundial, agravada por el tamaño de los quebrantos y por el grado de integración que han alcanzado los mercados financieros del mundo.
El ex presidente recordó la última estimación del Fondo Monetario de que el total de las pérdidas de las instituciones financieras globales alcanza ya los 4 millones de millones de dólares (4 billones para nosotros, 4 trillones para los anglosajones), y ese organismo considera que pese a los rescates y saneamiento el faltante de capital podría ubicarse entre los 875 mil millones de dólares.
Isabel Melchor y Alberto Verdusco, Milenio, 19 de mayo.
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