El blindaje electoral sirve de poco o nada, consideró Eduardo Huchim, exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF). Explicó a El Economista que los narcotraficantes no financian campañas con cheques o transacciones bancarias sino con dinero en efectivo que “no deja huella”.
Trasladado este aspecto a otro ámbito, dijo, una de las principales razones para que no se encontrara financiamiento ilícito en las campañas del 2003, en el caso de los perreditas en Álvaro Obregón, fue porque René Bejarano recibió de Carlos Ahumada dinero en efectivo y no cheques.
Además aseguró que en la investigación no se encontraron indicios de que se haya destinado un monto a los abanderados del PRD porque el IEDF carecía de atribuciones en materia de fiscalización.
“En ese momento yo hubiera querido tener las atribuciones en materia de fiscalización que le dio al IFE la reforma electoral del 2007. El IFE tiene facultades más amplias para la investigación como el secreto bancario, fiduciario y fiscal, además ahora puede pedir informes a las personas físicas y morales y éstas tienen la obligación de responder”, explicó.
Detalló que a Ahumada Kurtz se le solicitó una declaración al respecto, aunque el argentino no dio una respuesta y no se le pudo obligar a responder.
Consideró que es difícil que el IEDF reabra el expediente del caso, aunque si hay alguien que lo solicite se podría volver a la investigación.
Trasladado este aspecto a otro ámbito, dijo, una de las principales razones para que no se encontrara financiamiento ilícito en las campañas del 2003, en el caso de los perreditas en Álvaro Obregón, fue porque René Bejarano recibió de Carlos Ahumada dinero en efectivo y no cheques.
Además aseguró que en la investigación no se encontraron indicios de que se haya destinado un monto a los abanderados del PRD porque el IEDF carecía de atribuciones en materia de fiscalización.
“En ese momento yo hubiera querido tener las atribuciones en materia de fiscalización que le dio al IFE la reforma electoral del 2007. El IFE tiene facultades más amplias para la investigación como el secreto bancario, fiduciario y fiscal, además ahora puede pedir informes a las personas físicas y morales y éstas tienen la obligación de responder”, explicó.
Detalló que a Ahumada Kurtz se le solicitó una declaración al respecto, aunque el argentino no dio una respuesta y no se le pudo obligar a responder.
Consideró que es difícil que el IEDF reabra el expediente del caso, aunque si hay alguien que lo solicite se podría volver a la investigación.
Tania Rosas, El Economista, 8 de mayo.
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