Por primera vez en lo que va de la actual administración, los líderes nacionales Beatriz Paredes, del PRI; Germán Martínez, del PAN; y Jesús Ortega, del PRD, se reunieron ayer con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en las oficinas de éste, para abordar los asuntos de la elección del 5 de julio y las diferencias que hay entre ellos, a partir de este proceso.
Jesús Ortega y Beatriz Paredes, de manera conjunta, aprovecharon la reunión para exigir al gobierno de la república que “no meta las manos” en el proceso electoral en marcha, y al dirigente del PAN que cese su estrategia de denostación e infundios en contra de la oposición, particularmente del PRI.
Ante estos reclamos, se supo de manera extraoficial que el secretario Gómez Mont se comprometió en nombre del gobierno federal a mantener la imparcialidad en el proceso, e hizo un llamado a los tres dirigentes partidistas para conducirse con civilidad y respeto, a fin de no “polarizar” la sociedad.
Durante el encuentro privado, celebrado por espacio de una hora, ninguno de los asistentes planteó la posibilidad de firmar un pacto de civilidad, por lo que no se alcanzó acuerdo alguno en ese sentido, aunque sí se manifestaron posiciones a favor de “disminuir el tono” de las campañas en los 38 días que restan para la elección.
La inusitada reunión tuvo lugar después de que Gómez Mont recibió ahí mismo, en la Secretaría de Gobernación, a una representación de la dirigencia nacional del PRD, que encabezó su líder Jesús Ortega.
De hecho, Ortega salió de esas instalaciones acompañado de su antecesor en el cargo, Guadalupe Acosta; la secretaria general del partido, Hortensia Aragón; el coordinador de los diputados, Javier González Garza, y Dolores Padierna, pero no había avanzado tres kilómetros cuando recibió la llamada del secretario de Gobernación para invitarlo a dialogar, ahora con Beatriz Paredes y Germán Martínez, lo que hizo regresar al perredista.
Jesús Ortega comentó a Guadalupe Acosta, quien se había retirado de la sede de Gobernación en el mismo vehículo, que regresaría a sostener dicho encuentro, pero le garantizó que no asumiría ningún compromiso a nombre del partido ni de carácter personal.
Tanto Ortega como Beatriz Paredes hicieron saber al secretario de Gobernación del daño que causa al proceso el panista Martínez Cázares con su actitud beligerante, así como el aprovechamiento político y electoral que ha hecho precisamente de dicho operativo.
En ese sentido, Paredes Rangel exigió a Fernando Gómez Mont que cesen “los golpes espectaculares” contra el crimen organizado, como el de Michoacán, porque se les puede asociar con asuntos electorales, argumento al cual se sumó Jesús Ortega, quien comentó que ése había sido el planteamiento de la cúpula perredista durante el encuentro que había concluido minutos antes.
Jesús Ortega y Beatriz Paredes, de manera conjunta, aprovecharon la reunión para exigir al gobierno de la república que “no meta las manos” en el proceso electoral en marcha, y al dirigente del PAN que cese su estrategia de denostación e infundios en contra de la oposición, particularmente del PRI.
Ante estos reclamos, se supo de manera extraoficial que el secretario Gómez Mont se comprometió en nombre del gobierno federal a mantener la imparcialidad en el proceso, e hizo un llamado a los tres dirigentes partidistas para conducirse con civilidad y respeto, a fin de no “polarizar” la sociedad.
Durante el encuentro privado, celebrado por espacio de una hora, ninguno de los asistentes planteó la posibilidad de firmar un pacto de civilidad, por lo que no se alcanzó acuerdo alguno en ese sentido, aunque sí se manifestaron posiciones a favor de “disminuir el tono” de las campañas en los 38 días que restan para la elección.
La inusitada reunión tuvo lugar después de que Gómez Mont recibió ahí mismo, en la Secretaría de Gobernación, a una representación de la dirigencia nacional del PRD, que encabezó su líder Jesús Ortega.
De hecho, Ortega salió de esas instalaciones acompañado de su antecesor en el cargo, Guadalupe Acosta; la secretaria general del partido, Hortensia Aragón; el coordinador de los diputados, Javier González Garza, y Dolores Padierna, pero no había avanzado tres kilómetros cuando recibió la llamada del secretario de Gobernación para invitarlo a dialogar, ahora con Beatriz Paredes y Germán Martínez, lo que hizo regresar al perredista.
Jesús Ortega comentó a Guadalupe Acosta, quien se había retirado de la sede de Gobernación en el mismo vehículo, que regresaría a sostener dicho encuentro, pero le garantizó que no asumiría ningún compromiso a nombre del partido ni de carácter personal.
Tanto Ortega como Beatriz Paredes hicieron saber al secretario de Gobernación del daño que causa al proceso el panista Martínez Cázares con su actitud beligerante, así como el aprovechamiento político y electoral que ha hecho precisamente de dicho operativo.
En ese sentido, Paredes Rangel exigió a Fernando Gómez Mont que cesen “los golpes espectaculares” contra el crimen organizado, como el de Michoacán, porque se les puede asociar con asuntos electorales, argumento al cual se sumó Jesús Ortega, quien comentó que ése había sido el planteamiento de la cúpula perredista durante el encuentro que había concluido minutos antes.
Luciano Franco, Crónica, 29 de mayo.
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